Tras muchos prórrogas, idas y venidas con cambios de líderes políticos y elecciones incluidas por fin ha llegado la fecha que tanto miedo provoca: el Brexit. Este 31 de enero Reino Unido abandonará la Unión Europea y con ello quedan muchas dudas e incertidumbres en el aire, especialmente en cuanto a lo que ocurrirá en el sector aéreo y en los vuelos con salida y destino a Reino Unido. Y la pregunta del millón es: ¿qué pasará y cómo afectará a los pasajeros?
Pues realmente hay una relativa calma entre las aerolíneas por dos razones: la forma en la que salen los británicos de Europa y los planes de contingencia que pusieron en marcha. En el primer caso, desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) recuerdan a MERCA que “hay un año de transición en el que todo seguirá igual ya que no se ha producido un Brexit sin acuerdo”. La UE estableció una moratoria de siete meses en caso de Brexit sin acuerdo; pero finalmente eso no ha ocurrido.
Por lo que ahora hay un periodo transitorio hasta enero de 2021 en el que Reino Unido y la UE negociará con el resto de países determinadas cláusulas y acuerdos.
Eso quiere decir que los vuelos hacia y desde el Reino Unido funcionarán como siempre. De momento y hasta que se alcancen acuerdos, los pasajeros seguirán viajando a Reino Unido, país que está fuera del Espacio Schengen, con el DNI o el pasaporte hasta el 31 de diciembre del año 2020. No será necesario un visado, según especifica el Gobierno en su web.
Y en cuanto a la llegada a los aeropuertos británicos, para pasar la frontera y el control de pasaportes podría modificarse, lo que podría ralentizar el proceso. Al igual que ocurrirá al viajar con mascotas. De momento los requisitos seguirán siendo los mismos (pasaporte europeo para animales, microchip, vacuna contra la rabia al menos 21 días antes de la fecha de viaje y desparasitación), además de las propias normativas de las aerolíneas. Pero en caso de no llegar a un acuerdo este proceso podría ser más tedioso.
En este sentido, desde ALA desean que todo se quede lo más parecido posible a la situación actual ya que aspiran al “cielo abierto” a partir del 1 de enero de 2021.
LAS AEROLÍNEAS Y SUS PLANES
El holding IAG, que aglutina a Iberia y Vueling, hace justo un año decidió limitar la entrada de capital ajeno a la UE para poder cumplir con la normativa europea establece que el 50% del capital de las empresas con licencia de vuelo en la UE debe ser propiedad de accionistas de estados miembros.
Y desde hace unas semanas la compañía, que será presidida por Luis Gallego, respira tranquila ya que decidió eliminar con “efectos inmediatos” el límite a la participación de accionistas ajenos a la Unión Europea.
“Tal y como solicitó la Unión Europea, todas las aerolíneas pertenecientes a IAG han presentados sus planes de propiedad y control a los reguladores nacionales de España, Irlanda, Francia y Austria. Dichos reguladores confirmaron que los planes satisfarían las leyes de propiedad y control de la Unión Europa en el caso de un Brexit sin acuerdo. Los reguladores nacionales han notificado a la Comisión Europea sobre los planes”, han defendido siempre desde IAG.
Otras hicieron los deberes mucho antes. Ryanair y EasyJet ya tomaron cartas en el asunto para asegurar las rutas aéreas. Así, la autoridad de aviación civil británica (CAA por sus siglas en inglés) emitió a la aerolínea irlandesa un Certificado de Operador Aéreo (COA), lo que le permitirá operar rutas dentro del Reino Unido y fuera de la Unión Europea tras el brexit si fuera necesario.
Por su parte, EasyJet creó una tercera aerolínea con un certificado de operador con licencia de explotación en Austria para que sea la aerolínea europea y poder seguir operando rutas con normalidad.