El aceite de oliva es un alimento esencial en los países de la zona del mediterráneo. Su empleo ayuda a que la salud se vea beneficiada por sus numerosas propiedades. El uso como ingrediente culinario es mayoritario en aliños para las ensaladas, así como en alimentos conservados mediante la inmersión de los mismos en este.
Los efectos beneficiosos del aceite de oliva para el organismo se deben a su composición fenólica. Contiene una gran cantidad de antioxidantes muy valiosos que no lo disfrutan otros aceites. Suele usarse en la cocina, pero se puede utilizar en otras ocasiones. ¡Te puedes sorprender de lo que puede hacer por ti!
Usos medicinales del aceite de oliva
El aceite de oliva no solo se usa en la cocina. Un uso esencial es el medicinal. Varias investigaciones han mostrado que el aceite de oliva ayuda a controlar la presión arterial y baja la oxidación del colesterol LDL. Contiene vitaminas A,D, E y K. Ayuda a la absorción de minerales: magnesio, fósforo y calcio.
Favorece a la digestión. Soluciona el estreñimiento siempre que sea leve cuando se bebe en ayunas. Las grasas monoinsaturadas bajan el ácido gástrico y favorecen el tránsito intestinal. Mejora el funcionamiento del hígado, la inflamación del estómago y del páncreas. Puede llegar a controlar la diabetes del tipo II. Las grasas monoinsaturadas ayudan a controlar la insulina y la glucosa en sangre.
Estudios han demostrado que el aceite de oliva reduce la posibilidad de enfermar de algún tipo de cáncer, gracias al ácido oleico. Otra de las características de este aceite es la colaboración de la pérdida de peso. Sus grasas saludables hacen que el consumidor tenga sensación de saciedad. El efecto desintoxicante ayuda con este proceso.