Sexo: A los hombres mejor las cosas claras antes que las indirectas

Para los hombres el tema de las indirectas y el sexo es algo que no funciona y que las mujeres no terminan de entenderlo. Tenemos un grave problema en la comunicación cuando alguien nos gusta. No sabemos expresarlo, seguimos con la mentalidad de que quien liga es el hombre y la mujer se deja seducir. Por ese motivo totalmente desfasado en muchas ocasiones perdemos los trenes en los que posiblemente teníamos el billete pagado.

No es cuestión de que los hombres sean más lentos o más torpes. Realmente, si te paras a pensar, el fallo es del sexo femenino en este caso. Cuando tienes un amigo en el que no estás interesada ni emocional ni sexualmente lo usas en modo “amiga”. Le cuentas todo lo que te pasa y lo que piensas; sin embargo, cuando alguien te atrae la cosa cambia.

Cuando a una mujer le atrae un hombre, la sutileza suele ir intrínseca en el modo de ligar. Te arreglas, lo miras, le pones ojitos, le lanzas indirectas que “para ti” son muy evidentes, pero que en el cerebro de los hombres pueden llegar a ser un poco confusas.

Veamos algunos ejemplos verídicos de momentos en los que se le han lanzado indirectas a los hombres para tener sexo y el final ha sido pillar el famoso succionador y complacerse solas.

Sutileza y sexo son contradictorias

pareja bajo la lluvia

La sutileza no es algo a lo que los hombres estén acostumbrados. Entre ellos, cuando hablan, no dicen frases con doble sentido como sí hacen las mujeres. Su forma de ver la vida es más sencilla que la nuestra.

Un ejemplo es la gama de colores. El color carne ha sido color carne toda la vida o en su defecto, si te pones muy hartible, beige. Una mujer suele saber todos los tonos de color carne, digo suelen, porque hay otras que no tenemos ni idea. Por lo visto, ese color ahora es el nude. Si le dices a un hombre que te pase el nude se te quedará mirando a ver si le das alguna otra pista.

En el tema del sexo sucede un poco de lo mismo. Hay veces en las que parece que hablásemos en idiomas distintos.

Nos han contado que en una ocasión se le dijo a un hombre que subiese a la habitación del hotel de la chica para que la ayudase a buscar un pendiente. Para una mujer, eso es una señal inequívoca de que se quiere sexo. Cuando los dos subieron ella se tumbó en la cama en posición sensual y el otro pobre se puso a buscar por la moqueta sin darse cuenta de la situación. Finalmente, no lo encontraron, obvio, se despidió y se marchó dejando a la mujer pensando si es que no quería nada con ella.

Los hombres y el sarcasmo en el sexo

pareja con velas

El sarcasmo es algo muy femenino. Cuando estás enfadada lo más lógico es que te des la vuelta y le digas qué te sucede. En su lugar, solemos enfurruñarnos y esperar a que los hombres analicen la situación y se den cuenta de lo que pasa.

Eso es un gran error, no son adivinos ni están dentro de tu cabeza. Alguna vez había que lanzar una flecha en post del sexo masculino y bajarnos un poco los humos a las mujeres. Cuando los hombres se paran y te preguntan: ¿Qué te pasa? Si le contestas «nada», la respuesta está bastante clara y siguen haciendo lo que fuera que estuviesen haciendo porque para ellos y para el resto del mundo está todo bien. En cambio, si se da la vuelta para dormir tu respuesta suele ser: «¿Encima te duermes cómo si no pasase nada?» Ahí el cerebro de los pobres hombres empieza a hacerse aguas al dejar de comprender la situación.

Si te sucede algo díselo, las cosas se hablan y lo más bonito en una pareja es la comunicación, las indirectas y la sátira quedan muy bien en las películas o novelas, pero no deja de ser ficción.

Al pie de la letra

sexo y hombres

Los hombres se toman las cosas al pie de la letra, no hay más que ver que si les das la lista de la compra traen exactamente lo que pone en el papel. Si es una mujer va añadiendo cosas que se le han olvidado apuntar.

Hay momentos bastante surrealistas en una pareja por culpa de que los hombres se toman las frases a pies juntillas. Un ejemplo es cuando le dices que os duchéis juntos para ahorrar agua y él está entretenido con otra cosa y no le apetece ducharse. Tú estás pensando en tener sexo en la bañera, pero él piensa que eso es una exageración y que os podéis duchar cada uno solito y así continuar con lo que esté haciendo sin que le des la lata.

Si quieres sexo, siéntate encima de él y métele una teta en la boca, te aseguro que esa indirecta es de la que mejor pueden llegar a comprender y estará encantado de dejar lo que esté haciendo. Es más fácil ser claro y directo que andarse por las ramas.

Malentendidos

sexo y hombres en el suelo

No hablar con claridad puede hacer que tengas muchos malentendidos. Por ejemplo, si te dice que va a dar una vuelta solo y tú le dices que perfecto, después no vengas haciendo el drama de tu vida porque ha salido. Es sencillo, dile lo que sientes. También hay que tener en cuenta que ser pareja no significa ser siameses y que cada uno necesita tener su espacio dentro de la pareja.

Los hombres tienen una forma de decir las cosas más directas que las mujeres y nosotras, a veces, podemos tomarlo de dos maneras. Por ejemplo, si hace frío y te dice: ¿Te vas a poner eso? Puedes pensar que te está privando de tu libertad de elección y no quiere que vistas así, que la ropa te queda mal o que te está llamando gorda. No obstante, lo mismo lo que hace es frío y te está advirtiendo que te vas a congelar.

Si los hombres dicen alguna cosa no hay que buscarle los tres pies al gato, hay dos formas de tomárselo, la buena y la rebuscada. Quédate con la buena antes de entrar en cólera.