La metamorfosis de Globalia deja en el aire marcas históricas y miles de empleos

En tan solo unas semanas, la estrategia del grupo turístico Globalia ha cambiado por completo. El acuerdo con IAG para comprar Air Europa primero, y el posterior anuncio de la fusión de su división de viajes con la de Barceló deja en el aire la continuidad de algunas de las marcas de la compañía, así como miles de empleos.

Ambas operaciones están sujetas a la aprobación de Competencia. En el caso de la venta de Air Europa, el visto bueno por parte de las autoridades competentes se producirá en el segundo semestre de 2020. Esta adquisición no supone la desaparición de Air Europa como marca; si bien es cierto los sindicatos ya mostraron su preocupación ya que Iberia y la aerolínea de Globalia se solapan hasta 50 rutas desde Madrid. Esta situación se traduciría en el reajuste de algunos slots y de la capacidad de las rutas en las que existe sobreoferta. 

Pero en la división aérea hay dos marcas cuyo futuro es más incierto: Air Europa Express y su división de handling Groundforce. La primera se creó tras varios fracasos de Globalia por entrar en el segmento low cost. Se lanzó en 2016, años después que una de sus principales rivales: Iberia Express. Tres años después consiguió triplicar su beneficio alcanzando los 2,31 millones de euros, mientras que su facturación se mantuvo plana (259 millones de euros) con respecto a 2017. A cierre del ejercicio 2018, la plantilla estaba formada por 330 empleados. Su problema ahora es que la similitud de su modelo de negocio con la división de bajo coste de IAG cuestiona la necesidad de mantener marcas parecidas.

Mayor incertidumbre existe en la división de handling de Globalia. Groundforce se queda fuera de la operación ya que IAG tiene su propio servicio de atención en tierra. Esta filial tiene más de 20 años y sirve actualmente a más de 200 clientes en todo el mundo en 13 aeropuertos de España y Marruecos y en 14 terminales de carga de España.

Su principal cliente es Air Europa, de ahí la preocupación de sus empleados. En total, son 3.888 trabajadores a cierre del pasado ejercicio. Además, recientemente el sindicato Sitcpla alertó del inicio de los despidos en la base de Tenerife Norte. Situación que según Air Europa justifican por el “descenso de actividad”.

SOLAPAMIENTO DE ACTIVIDADES

La otra gran operación en la que está inmersa el grupo turístico es la fusión al 50% de su división minorista con la del Grupo Barceló. Fruto de esta se creará un grupo turístico con una cifra de negocio de unos 3.700 millones de euros y más de 1.500 puntos de venta. El nuevo grupo cuenta con una plantilla de más de 6.000 empleados y con 36 enseñas.

El acuerdo con IAG para comprar Air Europa y la fusión de su división de viajes con la de Barceló deja en el aire la continuidad de algunas de las marcas y miles de empleos

Entre estas 36 marcas, ambos grupos suman 11 marcas en la parte minorista: Halcón, Ecuador, TuBillete, Geomoon, Globalia Corporate Travel y Globalia Meetings&Events (por parte de Globalia) y B the travel brand, Iberojet, Way, BCD Travel y Bco Congresos (pertenecientes a Barceló). Esta última marca es la encargada de la organización hotelera de la COP25 que se celebrará en Madrid entre el 2 y el 17 de diciembre.

En la parte mayorista el número de enseñas sube hasta las 17. Del lado de Barceló: Catai, Quelónea, LeSki, LeMusik, Rhodasol, Bedtoyou, Jolidey, Viva Tours, Special Tours, LePlan y Nortravel. Y de la parte de Globalia: Travelplan, Touring Club, Iberrail, Welcome Beds, Welcome Incoming y Marsol. Esta última fue comprada este año por la compañía fundada por Juan José Hidalgo.

MÁS DE 1.600 EMPLEOS EN AGENCIAS

En esta fusión, fuentes sindicales avisan del mismo problema en cuanto a duplicidades de marcas tan históricas como Halcón Viajes, Travelplan o Catai. Una incertidumbre que Globalia ha tratado de salvar afirmando a través de un comunicado que no tiene la intención de “cerrar ni una sola oficina. Ambos grupos valoran, por encima de todo, el talento, un elemento clave en este sector”.

Pero también es cierto que la quiebra de Thomas Cook genera inquietud en cuanto a la supervivencia de las agencias físicas. La situación de Halcón Viajes es mejorable. En 2018, la agencia registró una facturación de 650 millones de euros, muy por debajo de los 991 millones de euros registrada en 2017 o los 1.000 millones de 2016.

Cabe destacar que el pasado año se creó Globalia Corporate Travel, una sociedad que opera como agencia de viajes para empresas, mediante la escisión de una parte del negocio que hasta entonces recogía Viajes Halcón en su cuenta de explotación. Sus ventas alcanzaron los 303 millones de euros, según se desprende de la memoria anual.

La división minorista de Globalia cerró con un total de 837 puntos de venta, lo que supone un incremento del 3,2% en comparación con las 811 oficinas que tenía el ejercicio anterior. El grupo se vio obligado a realizar un profundo ejercicio de reestructuración y cierre de oficinas a partir de 2011, cuando alcanzó la cifra récord de 1.410 tiendas. 

Entre 2013 y 2014 puso en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en su red Halcón Viajes y Viajes Ecuador que alcanzó a más de 350 empleados. De hecho, en 2018, el personal de agencia de todo el grupo ascendió a 1.665 empleados.