A todos nos gusta conocer nuevos lugares y viajar a destinos exóticos. Pero a veces las ganas por verlo todo nos hace que nos estresemos y que no disfrutemos las vacaciones. Contra eso está el placer del slow travel.
Las vacaciones están para relajarse, pasarlo bien, descansar y ver cosas nuevas, no para ver tanto que se nos olvide lo que visitamos, que pasemos más tiempo en el aeropuerto o en el viaje que en el destino o que acabemos más cansados que cuando estamos trabajando.
Por eso surgió el movimiento slow travel, para viajar con calma, sin estrés ni prisas, descubriendo playas, montes o ciudades. Estas son las claves de esta filosofía para turistas y viajeros empedernidos.
3Slow travel o conocer las ciudades a pie

En lugar de seguir una ruta establecida e ir corriendo a cada meta, disfruta de la nueva ciudad a pie, así descubrirás lugares y rincones que no están en las guías de viaje. Algo que encaja mucho con el slow travel.
Si recorres una ciudad a pie y sin prisas tienes tiempo de mirar hacia arriba, ver los edificios, parar a hablar con la gente, entrar en una coqueta cafetería a reposar, ver pasar la gente desde una terraza, etc.
Podrás mezclarte mejor con los lugareños y descubrir más rincones que no salen en las guías si aprendes algunas frases en su lengua. Hablar su idioma siempre ayuda al viajero slow.