Algunos gurús catódicos creen que la tele en abierto se está suicidando con un septiembre anodino que choca contra la deslumbrante televisión bajo demanda. Pero lo cierto es que el gran público sigue estando en las generalistas: ‘GH VIP’ arrolla cada día a ‘Juego de Tronos’.
Pero no sabemos por cuánto tiempo. El seguro que la tele lineal se centrará en el futuro en sus especialidades y rellenará su infinita parrilla insaciable con informativos, magazines, concursos, culebrones y realities. Las series o documentales que ideen los podrán vender a las OTT, véase el reciente acuerdo de producción entre Telefónica y Atresmedia.
En estos nuevos tiempos mediáticos los competidores se están difuminando; las teles en abierto y las del pago bailan agarrados en la misma pista; la competencia ya no es tan feroz; el puntapié por una décima de share es cosa de los noventa; y aunque no lo crean la tele no ha muerto: vemos más tele que nunca. Porque tanto Telecinco como Netflix, aunque les cueste creerlo, son televisión…
‘GH VIP’: EL REALITY-SHOW DE MODA
Mediaset sigue estirando su producto, lo trocea y lo echa a la freidora para servirlo caliente. El restaurante de fast food que dirige Paolo Vasile es estridente, muy rentable y a veces… albanés. Y es que el grupo debiera tomar nota de algunos excesos, entre violentos y machistas, que se cometen en sus casas convertidas en platós.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia se abstiene de revisar el VAR rosa. Y Telecinco hace caja. En estas fechas con ‘Gran Hermano VIP’, nueva vuelta de tuerca del clásico reality-show que fue vendido por Mercedes Milá como un «experimento sociológico» que esta primavera cumplirá veinte años en nuestro país.
Encabezando el cartel de ‘GH VIP’ se encuentra Mila Ximénez, tertuliana de ‘Sálvame’ que disfruta de un estatus VIP que le permite victimizarse cada día y amagar a los responsables del concurso con abandonar.
No estaría de más que le pusieran las maletas en la puerta, pero en Mediaset no quieren saber nada del hipotético portazo y prefieren que se intensifique el ruido tuitero que dice que la tertuliana goza de privilegios. Vasile se pone en modo Cristiano Ronaldo y parece calmar con su mano derecha al Camp Nou: que hablen de uno, aunque sea mal…
MILA XIMÉNEZ, CAMINO A LA FINAL
Cientos de seguidores acusan a Mediaset de organizar tongos en sus realities para provocar que sus concursantes estrella no dejen el invento de turno. El caso más extremo se vivió durante el ‘GH VIP’ que ganó Belén Esteban, pitada durante cada gala por su soberbia.
Telecinco incluso situaba delante de las cámaras a pobres notarios que no sabían dónde meterse. Pero ahora Mediaset no se justifica tanto: saben que disipan los rumores de pucherazo con expulsiones y abandonos a última hora.
Sucedió con la propia Mila Ximénez, que no ganó ‘Supervivientes’, y a su enemiga Isabel Pantoja’, que también se quedó a las puertas. A ninguna de las dos les hacía falta el premio: llegaron a la recta final con cachés elevadísimos y los premios, limosnas para ellas, fueron a parar a compañeros de menos relumbrón y más hambrientos de fama y cheques.
EL PRIMER TONGO
No sabemos si en ‘GH VIP’ se practica el tongo. Pero lo cierto es que miembros del equipo del primer ‘Gran Hermano’ sostienen en público y privado que la primera expulsión de la historia de un reality-show en nuestro país estuvo adulterada.
En la primavera del año 2000 Jorge Berrocal se ganaba a pulso una página dorada en la historia de nuestra televisión con un alarido melodramático: «¿Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza? ¿Quién?».
El motivo del enfado era la expulsión de su novia, María José Galera, que años después confirmaría en la propia Telecinco que sabía a ciencia cierta que aquella gala se manipuló para echarla a ella, que cinco días después abría la portada de Interviú con su pasado relacionado con la prostitución.
Mediaset no quiso entonces que el entonces escándalo le arruinase su efectiva joya y paró las máquinas: Ania Iglesias debía permanecer en la casa y la Galera disgustaba a su Jorge. Todo un momentazo y el inicio de una época que ha provocado que toneladas de oro español crucen el Mediterráneo camino de la mansión Berlusconi. Bon voyage.
