Siete fábricas de cemento, 61 plantas de hormigón, 19 canteras de áridos, 10,4 millones de toneladas de capacidad de producción de cemento y otros 8,2 millones de toneladas de clinker. A grandes rasgos estos son los números de Cemex en España. Pero no son los únicos.
Porque en la localidad toledana de Yepes, la multinacional cementera tiene una finca con una extensión de 30 hectáreas en las que hay plantadas 92.000 vides. En Alicante, son 120 las hectáreas disponibles en las que se cultivan 53.000 árboles frutales, principalmente naranjos. Ambas fueron antiguas canteras de Cemex de caliza y áridos, respectivamente, y que vivieron su particular ‘reciclaje’.
El 90% de la producción de naranjas se exporta a Asia, la Unión Europa y Estados Unidos
Algo más de 60.000 kilos de uva son los que se acaban de recoger en la vendimia este año, de las variedades merlot, syrah y cabernet sauvignon. Una cantidad inferior a la de otros años debido a la escasez de lluvias y al cálido verano, lo que ha redundado en una mayor calidad. Por lo que respecta a los cítricos (naranjas como la ruby Valencia y la kirkwood red navel, y mandarinas como la leandri), la producción durante el pasado año fue de 2.400 toneladas.
¿Son rentables? “Los ingresos varían según los años”, señalan desde Cemex aunque no han cuantificado cuáles han sido. “Son ínfimos si los comparamos con el negocio principal”, añaden. El hecho de que hubiera algunos años malos hizo que, en el caso de la plantación de vides, se cambiara el modus operandi inicial.
VUELTA DE TUERCA EN CEMEX
Reintegrar al entorno las canteras de la forma más amigable posible fue la razón de ser para que Cemex apostase por este tipo de restauración y de producción. Siempre bajo la premisa de integrar la fauna y la flora local. Fue hace tres lustros cuando la idea tomó cuerpo en la localidad toledana de Yepes.
En el caso de la finca El Clotet (Alicante), sus orígenes se remontan toda vía más atrás en el tiempo ya que fue en 1985 cuando tomó forma como plantación agrícola. En este caso, primero fueron ciruelos, melocotones y cítricos. En los últimos 15 años, sólo naranjas y mandarinas.
“Durante los primeros diez años en Toledo lo que hicimos fue dar la uva a una bodega llamada Olarra. El resultado fue la elaboración de Viña Canterana”, indican desde Cemex. Vino que, básicamente, se regalaba a los clientes.
Sin embargo, unos años malos acabaron trastocando los planes. “Durante los últimos cinco años le damos la uva a una bodega local”, añaden desde la multinacional cementera. ¿Y cómo les va a las naranjas?
La producción durante 2018 fue de unas 2.400 toneladas. “Tenemos certificado de exportación a muchos países”, relatan desde Cemex. Estados Unidos, Asia y la Unión Europea son destinos habituales de las naranjas y mandarinas de la cementera. El 90% de la producción se consume allende los mares.
Uvas y naranjas son los frutos que cosecha Cemex en sus antiguas canteras. En otras, como en Mallorca, la almendra es el protagonista. En el resto, el ‘lavado de cara’ no tiene como protagonista a ningún producto agrícola.
