El precioso cuento chino de Bieito Rubido en Pekín

Más de cinco siglos de hegemonía de Occidente, desde que Colón apuntó con su índice a América, van a saltar por los aires por la fuerza del gigante silencioso, China. A 9.000 kilómetros de Madrid, en Pekín, ya no mueren miles de ciudadanos hambrientos por la sequía de los arrozales.

Ahora son los chinos los que atemorizan a la policía mercantil mundial, Estados Unidos. Lo hacen disfrazados de ‘rojo Mao’, traje que oculta la piel ‘verde dolar’. En Pekín todavía computa la retórica marxista, pero las acciones son capitalistas y los palos se los llevan los cachorros comunistas.

China no compite, al menos hasta la fecha, por la hegemonía cultural: en España financia una formación política extraparlamentaria y una castiza radio madrileña que no aparece ni en el EGM. Por eso necesitan nuevas amistades.

Y qué mejor amigo que ABC, diario decimonónico, patriótico y monárquico que a finales de julio ha enviado a Pekín a su director, Bieito Rubido, que se ha convertido en modelo para los inversores porque los chinos no sufren la fiebre de la democracia, obra de teatro que en el Viejo Continente entretiene pero no sirve de mucho (tal y como advirtieron en carne propia los griegos).

BIEITO, EL AMIGO ESPAÑOL

Bieito, enamorado de los viajes, visitó el país de Confucio «para estrechar lazos y profundizar en el conocimiento de este país y sus medios», según explicó el propio ABC. El diario de Vocento explicaba que su director se reunió «con el presidente del Grupo de Medios de China y subdirector del Departamento de Comunicación del Comité Central del PCCh, Shen Haixiong».

«En su encuentro, mantenido en la antigua sede de la televisión estatal CCTV, ambos pusieron de manifiesto su interés en contribuir al acercamiento entre España y China a través de los medios de comunicación», añadían.

Bieito
Bieito Rubido, director de ABC.

El gallego no se cortaba: «Conocerse es empezar a quererse (..) China ha pasado de ser la fábrica global a convertirse no solo en uno de los mayores mercados de la economía internacional, sino también en una potencia en ciencia y tecnología». Que no en libertades…

ABC explica que Bieito ha contribuido «a aumentar los contactos de España y Latinoamérica con China a través de los medios en castellano, una de las lenguas más habladas junto al mandarín y vehículo de unión entre culturas tan distintas y distantes que, gracias a la globalización, cada vez están más cerca».

La globalización según Juan Manuel de Prada, que escribe en ABC, es un invento para que el primer mundo consiga esclavos educados que sepan inglés. Otros señalan que la globalización tumbará los Estados, oscuro objeto de deseo para unos mercados que quieren volver a las urbes medievales porque éstas son una colección de tiburones sin ahorros que se matan por un pescadito.

La izquierda, antinacionalista por naturaleza y lógica, aplaude a George Soros, neoliberal los días pares y progre los impares. Y ABC, que hace medio siglo hubiese protestado porque el invento de la UE dejó a España sin soberanía, también lo hace…

EL ARTÍCULO MÁS LEÍDO DE LA HISTORIA

Bieito fue entrevistado en China Radio International y recordó que el artículo que firmó el presidente chino, Xi Jinping, en ABC el pasado año fue «oportuno, leído y aplaudido». Otro medio chino fue más allá: «El artículo del presidente Xi Jinping publicado en el diario ABC es leído por millones de españoles». Bonito cuento chino…

Bieito
Xi Jinping. Foto: Youtube.

En el artículo de Xi Jinping se buscaba que España diese luz verde a las infraestructuras de la nueva Ruta de la Seda. Es por ello que abundaron las referencias a Cervantes, las anécdotas sobre los entrañables osos panda que tanto le gustan a doña Sofía, y los silencios sobre la falta de democracia en Pekín.

Unos silencios, a decir verdad, que al menos no comparten las aseadas crónicas del corresponsal de ABC en Pekín, Pablo M. Díez, denunciador de la represión del Régimen que dirige con mano de hierro el amigo de Bieito, amnésico en Pekín de la falta de libertades y derechos humanos que sufren los chinos.