Manzanilla de menta, de anís, natural… ¿Cuál es mejor para cada caso?

El mundo de las plantas es toda una odisea. En la propia naturaleza puedes encontrar varios remedios que te harán curar de distintas patologías. Seguro que conoces las propiedades que tiene la manzanilla, pero no sabrás los tipos que existen.

Normalmente, cuando duele el vientre, echamos mano a la manzanilla que compramos en el supermercado. Quizás haciendo eso no eliges la que mejor te viene en cada momento. La manzanilla de menta, de anís, natural… Te contamos las propiedades de cada una y que seguro no habías escuchado nunca. ¡Sigue informándote y usa la correcta!

La manzanilla: ideal para el vientre

manzanilla

Todo el mundo conoce las propiedades carminativas y digestivas que posee la manzanilla. Es ideal conocer todos los tipos que hay para poder usar la correcta en cada momento.

Hay tres tipos de manzanillas que pertenecen a la misma familia (asteráceas o compuestas). Comparten las mismas propiedades, pero cada una tiene las suyas propias.

La manzanilla dulce (matricaria chamomilla o recutita). Esta tiene propiedades antiespasmódicas, antiinflamatorias y además sedantes. Su uso es correcto cuando se tiene algún tipo de inflamación en la piel o los ojos. Se usa de forma tópica en casos de irritación ocular, conjuntivitis, eccemas o costras lácteas.

Gracias a su acción antiespasmódica es emenagoga. Esto significa que es capaz de regular la menstruación, pues es capaz de relajar los espasmos de la musculatura lisa. Equilibra la hemorragia y reduce siempre los dolores que causa. Úsalo cuando tengas inflamaciones o dolores de cualquier otra índole como osteomusulares o de cabeza.

Manzanilla romana o amarca (Chamaemelum nobile o anthems nobile)

Esta manzanilla tiene propiedades coleréticas, colagogas y hepáticas. Es capaz de poder estimular la bilis que segrega el hígado y su salida al intestino desde la vesícula biliar (si no se tiene, esta manzanilla es muy buena) que es donde se almacena.

Es útil en cada una de las alteraciones digestivas o hepatobiliares. Cuando no se tienen muchas ganas de comer lo mejor es usar este tipo de manzanilla. Ayuda a estimular las secreciones digestivas.

La manzanilla de Mahón es otro tipo del que se puede beneficiar cualquier organismo. Tiene las mismas propiedades digestivas que la manzanilla amarga y las mismas antiinflamatorias de la dulce. Esta hay que destacarla por ser expectorante y antiséptica (faringitis y bronquitis) y antibacteriana y antifúngicas. Es ideal para tratar infecciones y parasitosis digestivas.

Anís estrellado y menta

El anís estrellado tiene muchas propiedades beneficiosas. Es responsable de disminuir los gases en el tubo digestivo. Es capaz de bajar los cólicos y las flatulencias. Para los bebés es ideal (lo toman muchos en el biberón).

La manzanilla es buena para el dolor de vientre.

Junto con esto hay que destacar la propiedad antiespasmódica de los músculos estomacales lisos y una bajada de la fermentación en toda la flora del intestino. Úsala si padeces diarrea o una mala digestión.

La menta tiene propiedades parecidas a la manzanilla. La hoja de la menta tiene una acción espasmolítica sobre la musculatura lisa del tracto digestivo. Es colerétiva también y carminativa. Se debe al aceite esencial. Este es capaz de producir un efecto descongestionante de la fosa nasal, antirreumático, expectorante y antibacteriano.

La manzanilla común es la que todo el mundo usa en casa. Posee propiedades calmantes y favorece las digestiones. Abre al apetito y es un sedante común. Otros de los beneficios de la manzanilla son: Antiespasmódica (previene espasmos musculares y del aparato digestivo), cicatrizantes de heridas (para llagas y quemaduras), diurética (favorece la eliminación de toxinas y líquidos), febrífuga ( ayuda a calmar la fiebre) y antihistamínica (puede ayudar a tratar irritaciones varias de la piel).

Estamos seguros que no sabías todo lo que una buena taza de manzanilla caliente puede hacer por tu organismo en el día a día.