Heineken España registró un beneficio neto de 73,13 millones de euros en 2018. La cifra supone una caída del 70%, respecto a los 247 millones de euros obtenidos en 2017. La entidad lo valora de forma «favorable». La producción de cerveza se mantuvo estable, con 10 millones de hectolitros.
La cervecera española ha precisado que esta caída en los beneficios se debe al impacto extraordinario de los resultados de 2017, cuando se regularon los rendimientos de inversión de una de sus sociedades participadas, revertiendo el deterioro de la inversión con casi 95 millones de euros, y al incremento de los gastos de personal en 2018, que ascendieron a unos 85 millones de euros, principalmente vinculados al ERE, que afectó a 220 empleados.
Heineken España ha señalado que 2018 ha terminado «favorablemente», ya que la compañía ha mantenido su posición de solvencia y liquidez y ha reforzado su posición en los segmentos de más valor, con un «incremento en la satisfacción y fidelidad» de sus clientes.
Además, ha subrayado que los resultados ‘core’ de su negocio (la elaboración y venta de cerveza y ‘cider’) han sido incluso superiores a los del pasado ejercicio, debido a las políticas de eficiencia implementadas en la compañía.
Por otro lado, la cervecera contribuyó a la economía española con 326 millones de euros en impuestos, trabajando con proveedores locales en un 90% de los casos y logrando que casi el 100% de las materias primas utilizadas en la elaboración de sus cervezas sean de origen nacional, ya que solo un 0,012% fue procedente de fuera de España, volumen necesario para satisfacer el aumento de productos de su porfolio.
De esta forma, la dueña de Cruzcampo y Ladrón de Manzanas ha pagado 74,3 millones de euros a sus proveedores de materias primas. «Nuestro compromiso con las compras locales y sostenibles se mantiene intacto: consumir preferentemente cereales cultivados en nuestra tierra y cuidarla para que siga aportándonos la máxima calidad a la vez que protegemos el medio ambiente», ha recalcado el presidente ejecutivo de Heineken España, Richard Weissend, en el informe de sostenibilidad de la cervecera.
Heineken España cuenta con una plantilla de 1.585 empleados, un 12% menos que en 2017 debido al ajuste de plantilla de enero de 2018 que afectó a 220 empleados de determinadas áreas de la compañía. A esos empleos, hay que sumar 109.500 indirectos e inducidos en 2018, de los que la gran mayoría (98.000) pertecenen a la hostelería.
La compañía tiene cuatro plantas productivas que están localizadas en Madrid, Sevilla, Valencia y Jaén, dos sedes corporativas (Madrid y Sevilla), 17 delegaciones comerciales, tres escuelas de hostelería (Sevilla, Valencia y Jaén) y la Fundación en Sevilla.
Heineken España sigue impulsando su apuesta por la innovación en 2018 con el lanzamiento de nuevas marcas, que ha permitido que el 7% de las ventas procedan ya de las innovaciones, consiguiendo una media en los últimos tres años en torno a un 8%.
PREVÉ FABRICAR SU CERVEZA CON ENERGÍA RENOVABLE ANTES DE 2025
En su apuesta firme por la sostenibilidad, Heineken España se ha fijado como objetivo fabricar su cerveza procedente de energía renovable antes de 2025.
«2018 ha sido un año importante para Heineken España en la lucha contra el cambio climático, ya que hemos logrado superar los objetivos 2020. Esto nos ha llevado a establecer nuevos retos para 2030 y nos hemos marcado una hoja de ruta para conseguir elaborar nuestras cervezas exclusivamente con energías renovables antes de 2025, adelantándonos en cinco años respecto al compromiso global», ha señalado Weissend.
La cervecera se ha fijado también el reto de reducir cada año la cantidad de envases no retornables puestos en el mercado, para lo que trabajan con los fabricantes en proyectos de ecodiseño, reduciendo su peso y aumentando la proporción de material reciclado en su composición. En la actualidad, el 48,4% de sus ventas se realizan en envases retornables que pueden tener una segunda vida.