Productos bio: así te mienten en las etiquetas

Desde el año 1993 sólo se etiquetaba bio a los productos que se elaboraban de forma ecológica. Las industrias comenzaron a protestar y fue cuando el Ministerio de agricultura, pesca y alimentación decretó el Real Decreto (506/2001) en el que se decía que todos los alimentos podían ser etiquetados con un bio por delante. Los productos hoy en día están regulados o debería ser así.

Los productos que son ecológicos deben de llevar el prefijo eco y por ello esta es la diferencia entre uno y otro que muchos de los consumidores no saben. Ha habido varias denuncias en las que se dice que se engaña a los consumidores y está en el punto de mira. Las industrias saben lo importante que es para las personas alimentarse bien y por ello es muy fácil poner bio delante de un producto aunque sea mentira.

De Pascual Funciona a Bifrutas

productos bio

Los zumos bio de Pascual se sumaron a la gran mentira de las etiquetas bio; ¿qué sentido tiene que un zumo diga que es bio si no está recién exprimido? Lo que está claro es que este zumo no tiene un origen ecológico.

Más tarde tuvo que cambiar el nombre para denominarla Pascual Funciona. En ese momento no ponía en ningún etiquetado que era bio para que nadie lo pudiera denunciar por esta razón. Por culpa de esto, comenzó a no venderse de la forma anterior y se alertó bastante. Fue cuando, un nuevo cambio, hizo que apareciera en el mercado el mismo producto, pero con el nombre de Biofrutas.

Es curioso que durante muchos años coló en el mercado el producto funcionando en ventas.

Danone con su Activia es uno de los productos bio al que no hay que creerle

Danone no queda atrás. Vendían sus maravillosos yogures con el nombre de bio Danone, pero no lo eran. Nos engañaban porque no podían poner por normativa este etiquetado.

Más tarde, lo bautizaron como Activia, donde desaparece cualquier palabra «bio», pero siguen diciendo que es un producto casi mágico. Según ellos, cuando se toma este yogur el tránsito cambia totalmente a mejor, quitándose el estreñimiento.

Se puede decir que Danone ha estado engañando durante más de diez años a todos los consumidores en España y nadie hizo nada.

Biocentury es otro de los productos bio engañosos

Biocentury es una de las marcas más engañosas del mercado. Lo venden como uno de los devoragrasas más exitosos del mercado y no lo es. Además, no es un producto para nada bio y llevan muchos años engañando al consumidor que quiere adelgazar y que tiene la obsesión por su físico.

Saben perfectamente lo que les puede pasar y cambiaron el nombre de Biocentury a Bicentury, como todos los anteriores. Quitar la «o» significa conseguir que no les multen.

El alimentarse con este producto se deja en manos del consumidor. Debe ser él quien valore si los productos que tiene esta empresa funcionan o no, pero de bio tienen poco y es lo que hay que saber.

Indemnizaciones millonarias por engañar al consumidor

Hay que saber que en Estados Unidos hay una regulación sobre las marcas que lleven algún tipo de nombre biológico, ecológico u orgánico. En ese aspecto gana a Europa (es lo que debe de aprender sin lugar a dudas).

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»60258″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

Las empresas no tienen una verdadera conciencia de la normativa aplicada hasta que este tipo de asuntos ha llegado a los tribunales. Se ha saldado con multas millonarias para las empresas. Una de las más destacadas es la fábrica de dentífrico Tom´s of Maine. Decían que eran naturales en su etiqueta y en realidad no lo eran.

Esto pasó por una denuncia de falsedad y engaño porque los productos contienen ingredientes procesados químicamente como el laurilsulfato y el zoals xilitol.