De los más de 8,7 millones de pensionistas ‘fichados’ en 2018, 4,5 millones son hombres (51,6%) y 4,2 millones mujeres (48,4%). Mientras los hombres perciben el 48,4% del número total de pensiones, las mujeres perciben el 51,6%. Sin embargo, el impacto económico de la brecha de género en las pensiones supera los 26.000 millones de euros en términos de Valor Añadido Bruto (VAB) según un estudio de GlosinGap liderado por Mapfre.
“El sistema no realiza ningún tipo de discriminación pero esconde una de las mayores brechas que genera desigualdades. Es una herencia del sistema laboral”, apuntó Antonio Huertas, su presidente, durante la presentación del estudio. Y añadió: “Todas las brechas de género son inaceptables pero la de las pensiones es especialmente lesiva para las mujeres, porque su longevidad y sus necesidades de atención a la salud son aún mayores”.
La Agencia Tributaria no recauda más de 5.000 millones de euros por la brecha de género en pensiones
En concreto, esos más de 26.000 millones representan un 2,2% del PIB. Por un lado, las mujeres reciben casi 24.500 millones de euros menos en pensiones que los hombres. Por otro, este hecho implica una menor recaudación fiscal por parte de la Agencia Tributaria. ¿En euros? 2.422 millones en IRPF (2,2% del total ingresado), y 2.884 millones en IVA (2,2% de los ingresado). En términos de empleo, esta menor actividad económica se tradujo en la no creación de 414.600 puestos de trabajo, lo que equivale al 2,1% del total de los ocupados en España en 2018.
“Se trata de una desigualdad que se va corrigiendo pero, por justicia social, este proceso ha de acelerarse y, por necesidad colectiva derivada de su impacto en la economía, necesitamos que así sea”, subrayó el presidente de Mapfre.
MAPFRE Y LAS CAUSAS DE LA BRECHA
A pesar de que esa brecha va menguando, y según los datos recopilados por Mapfre y GlosinGap, la pensión promedio de una mujer es de 740,2 euros, mientras que en los hombres esa cantidad se sitúa en 1.162,3 euros. Una diferencia de 422,2 euros que llega hasta los 450,1 euros en el caso de las pensiones de jubilación.
¿Razones? “Las mujeres aún no generan derecho a acceder a su propia pensión contributiva en la misma proporción que los hombres. Además, interrumpen muy a menudo sus carreras debido a la maternidad y al cuidado de los hijos. Así se originan lagunas de cotización”, señaló José Antonio Herce, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI).
Por ejemplo, en el caso de interrupción de la carrera laboral por maternidad, el impacto sobre la pensión pública por jubilación es mayor cuanto más alto sea el nivel educativo completado por la mujer trabajadora y cuanto más se dilate el periodo de interrupción. Así, la pensión contributiva recibida por una mujer con nivel educativo bajo (ha completado la ESO) que decida coger una excedencia para el cuidado de un hijo durante tres años, así como un periodo de interrupción laboral para crianza de 9 años (coincide con que su hijo cumpla 12 años), será un 10% menor a la que hubiera recibido si no hubiese interrumpido su carrera. Si hubiese tenido dos hijos, ese porcentaje inferior sería del 11,9%. Si la cualificación hubiese sido mayor por parte de la mujer, la pensión se vería reducida un 14,8% y un 18,4%, respectivamente.
“Ojalá, y como apunta el secretario de Estado Octavio Granados, la brecha desaparezca en el año 2035. Nuestras previsiones coinciden con las suyas, siempre y cuando la situación económica siga como hasta ahora. Otra brecha es la sostenibilidad del sistema. Hay que tomar medidas para medir el déficit en el sistema público de pensiones”, apuntó Juan Fernández Palacios, consejero delegado de Mapfre Vida.