Ha pasado un mes desde los paros de los taxistas que desembocaron en una huelga de cinco días. Entonces colapsó parcialmente ciudades como Madrid y Barcelona. Ahora Fedetaxi, (la asociación de taxistas mayoritaria en España) solicita a Fomento una reunión en la que les explique las novedades legislativas que se van a acometer, tras las promesas realizadas mientras acampaban en el paseo de la Castellana.
El problema es que a este conflicto las asociaciones del taxi llegan muy divididas a su frente de batalla. Por un lado están Elite taxi y Antaxi (y otras tantas), y por otro lado Fedetaxi, que concentra más del 60% de los asociados. Para la asociación mayoritaria el problema no es sólo la tasa del 1–30 (la proporción entre taxis y vehículos con licencia VTC), sino que es necesaria una regulación en profundidad de los verdaderos problemas del sector. Por ello se va a reunir el próximo 4 de septiembre en una asamblea de su comisión de Gobierno a la que han invitado a estas dos asociaciones, con posturas muy diferenciadas, para intentar diseñar alternativas, aunque de momento no han recibido respuesta.
Para esta asociación del taxi el Gobierno tiene con ellos varias cuentas pendientes. Por una parte, se muestran expectantes ante el nuevo marco regulatorio que entrará en vigor el próximo mes de septiembre, por el cual las CCAA tendrán capacidad regulatoria en cuanto a las licencias de VTC, (este fue el principal acuerdo con el gobierno). Por otro lado, los taxistas exigen al ejecutivo que cumplan con las propuestas que plantearon cuando estaban en la oposición, y que presentaron en el Congreso en forma de Proposición no de Ley, por ejemplo, la creación de una plataforma digital para solicitar un taxi, la puesta en marcha de planes de ayuda al abandono de la profesión, una revisión del marco jurídico del taxi para posibilitar una mayor competitividad, o fomentar la atención a los colectivos más desfavorecidos.
El mantra de los taxistas es el registro electrónico de servicios de VTC (aprobado por el ejecutivo de Mariano Rajoy), además de los expedientes abiertos a estas empresas, Uber y Cabify principalmente, por incumplir la ley de Transportes Terrestres, y la fiscalidad de estas sociedades. También apuntan a una precarización laboral de los profesionales que se dedican a conducir este tipo de vehículos. Por ello, para ser mejores y más competitivos, los taxistas quieren impulsar una serie de medidas que mejoren el servicio que ofrecen, y que ya garantizan los VTC, como las tarifas fijadas de ente mano, tarifas flexibles o el taxi compartido.
El gobierno de Pedro Sánchez salió al paso de su primera crisis, heredada del anterior Ejecutivo, con la tarea sobre la mesa de regular el número de licencias entre taxis y VTC, avalado por el Tribunal Supremo, con la herida abierta y sangrante del primer colectivo, que siente cercenados sus derechos, y que desemboca en una guerra con más de dos bandos, con posiciones difícilmente reconciliables.
“El conflicto del taxi es muy amplio, hay que tener en cuenta que no todas las CCAA tienen los mismos problemas, en Galicia, por ejemplo, no hay VTC, pero también tienen problemas, hay que asistir a todo el mundo”, aseguran desde la asociación.
El ministro de fomento, José Luis Ábalos, ha anunciado que comparecerá a petición propia en el Congreso para dar cuenta de las medidas del Ejecutivo y ofrecer explicaciones, algo a lo que se comprometió cuando explotó el conflicto. De momento las CCAA están de frente, no entienden cómo la regulación ha dejado de ser estatal, para aquellas que quieran aceptar las concesiones, sin aportar un presupuesto correspondiente. Las asociaciones también están expectantes, y en última instancia también los usuarios, que ven como el conflicto les afecta en su día a día.
ALGUNAS DE LAS PROPUESTAS DE FEDETAXI A FOMENTO
- Mayor control de los servicios de vehículos no provistos de autorización (intrusismo).
- Definir mejor la diferencia entre la contratación previa de la inmediata.
- Mayor coordinación inspectora, con Agencia Tributaria, Inspección de Trabajo, Consumo y otras para el control efectivo del régimen de explotación de las VTC.
- Apoyo decidido a la innovación en el servicio público de taxi favoreciendo la calidad y la “experiencia de usuario”.
- Control fiscal de las actividades de las plataformas digitales y su entramado de empresas.
- Modificación pro-competitiva de la normativa de CC.AA. y Ayuntamientos
Para las asociaciones de taxi es hora de que el Gobierno mueva ficha, que solucione el conflicto y que no se enrede en parches que sólo salvan problemas a corto plazo. De no ser así seguirán las protestas, un arma de doble filo ya que los propios representantes del taxi aseguran que en este cuerpo a cuerpo son los primeros salen perjudicados.