La Liga, cuyos clubes gozan de supremacía en las competiciones más importantes de Europa, está organizando un contraataque en la competencia por el mercado del fútbol a nivel mundial y el dinero que esto podría generar.
La primera división viene tratando de promocionarse en el extranjero mediante la apertura de oficinas para llevar la imagen de marca al Lejano Oriente y la contratación de un exejecutivo de Netflix como su nuevo jefe de comunicaciones. Tras perder a dos de sus estrellas más importantes en temporadas consecutivas —primero Neymar a manos de Francia y ahora a Cristiano Ronaldo— el presidente Javier Tebas evalúa llevar partidos a otros países como hacen la NFL y la NBA en Londres. Estados Unidos es un destino probable.
“Nos gustaría hacerlo una o dos veces por temporada”, dijo Tebas en entrevista desde su oficina en Madrid la semana pasada. “Estoy convencido de que en las próximas temporadas jugaremos fuera de España. No es fácil porque tenemos seguidores en España, pero espero que podamos hacerlo dentro de un año o dos”.
PAPEL SECUNDARIO DE LA LIGA
Pese a la supremacía de sus principales clubes —los equipos españoles han ganado la Champions League y la Europa League en nueve de cada 10 torneos en los últimos cinco años— el país está a la sombra de la Premier League inglesa cuando se trata de generar dinero. Los ingresos por derechos de transmisión ascendieron a 1.500 millones de euros, según el último informe anual de la consultora Deloitte, menos de la mitad que en la liga inglesa.
Pero los ingresos españoles se están poniendo al día. Cuando asumió la presidencia Tebas en 2013, los derechos transmisión eran negociados individualmente por cada club. Ahora esto lo hace centralmente la liga. España ha superado a la Bundesliga de Alemania como mayor generadora de ingresos después de la Premier League.
Ahora quieren aprovechar el rápido crecimiento de las ventas de derechos globales, que según Tebas se han cuadruplicado a 800 millones de euros desde 2013.
La próxima fase es convertirse en una marca de entretenimiento más grande con una base de admiradores fieles que vean fútbol en lugar de programas de Netflix. Eso también ayudaría a volverla menos vulnerable a los jugadores que desertan a otras ligas, dijo Tebas. Ronaldo, de 33 años, dejó el Real Madrid por la Juventus, aunque su eterno rival por el puesto de estrella más grande de La Liga, Lionel Messi, sigue en el Barcelona.
Tebas también podría enfrentar desafíos en su objetivo de llevar los partidos de la liga al extranjero. Su homólogo de la Premier League, Richard Scudamore, no lo logró. Propuso una idea similar hace 10 años, pero retiró el plan después de una reacción violenta de los fanáticos locales. En cambio, los clubes europeos juegan torneos de pretemporada en EE.UU. y Asia.
Mientras tanto, la fuerza laboral de La Liga –formada por cerca de 400 personas– está trabajando en branding, redes sociales y publicidad en oficinas de todo el mundo, incluidas Sudáfrica, Singapur y China.
“Hay muchas maneras de crecer además de jugar en el extranjero, como la forma en que administramos la marca La Liga y cómo trabajamos con big data”, dijo Tebas. “El mundo es tan grande que nos queda mucho por hacer”.
David Hellier y Rodrigo Orihuela para Bloomberg