sábado, 14 diciembre 2024

Legaz se despide de Aena tras una gestión fugaz

Jaime García-Legaz se ha despedido este lunes en persona de algunos de los cerca 7.400 empleados de Aena tras nueve meses al frente del gestor aeroportuario y a la espera de que se produzca el nombramiento de su sustituto. Llegó con el objetivo de internacionalizar la empresa pública y abandona el puesto perseguido por algunas polémicas.

El 15 de octubre de 2017 se hizo efectiva la dimisión “por motivos personales” de José Manuel Vargas como presidente de Aena. En su lugar, Legaz asumió la presidencia del gesto. Entró con buen pie, pues tan solo un mes después se colgó la medalla de ofrecer conexión wifi gratuita y sin publicidad en toda la red de Aena —46 aeropuertos y 2 helipuertos— a través de un contrato que adelantó MERCA2 con Vodafone por un importe máximo de licitación por valor de 7,6 millones.

Pero su principal objetivo era el de internacionalizar la compañía, de la que el Estado posee un 51% a través de Enaire. Consolidar la presencia en América Latina o llegar a otros mercados como Japón fueron algunos de los puntos donde Aena puso el foco. Pero en menos de un año no tuvo tiempo para ello.

Además, el Gobierno de Mariano Rajoy lanzó dos planes inmobiliarios para el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas de 3.000 millones y para el de Barcelona-El Prat, valorado en 1.264 millones. Para ambos aeropuertos se presentaron además los planes directores con inversiones de 1.571 y 1.929 millones, respectivamente. Estos, de momento, parecen estar en el aire con el nuevo Gobierno del PSOE.

A diferencia de Vargas este también se fue con mejor pie. Se despidió en persona este lunes de sus trabajadores en las oficinas de Madrid, a los que les dio “las gracias”. Vargas lo hizo por carta.

UN INTENTO POR ENMENDAR LOS ERRORES ANTERIORES

La gestión de Legaz también está salpicada por algunas polémicas, especialmente cuando nos referimos a los concursos públicos que Aena adjudica a la baja. Un total de 1.153 obras, suministros, asistencias o servicios fueron adjudicados con más del 30% de disminución del coste, 631 con más del 40% y 304 con más del 50%. Todos ellos se corresponden con contratos realizados por Aena de más de 300.000 euros entre 2012 y 2017, según el Gobierno. En total, se trata de 2.088 de más de 300.000 euros con bajas superiores al 30%.

Es cierto que la gran mayoría se adjudicaron en años anteriores a la llegada de Legaz, pero con este la situación ha continuado hasta el 9 de marzo, momento en el que entró en vigor la Ley de Contratos con el Sector Público que, entre otras cosas, ponía fin a esta práctica por parte de empresas públicas. Hace justo un año, los contratos a la baja derivaron en una huelga de personal de seguridad en El Prat.

En nueve meses Legaz ha intentado enmendar algunos de los errores que mancharon la gestión pública de la empresa. Entre ellos, el reparto de más de 10.000 tarjetas VIP que Aena ha ofrecido de forma gratuita desde 2007 a alcaldes, diputados, senadores, autoridades de cualquier ámbito y empresarios y que sindicatos y políticos como el senador de Compromis Carles Mulet denunciaron en MERCA2.

“A partir del 1 de mayo Aena va a cambiar el procedimiento de invitaciones a las salas VIP, con un nuevo modelo que invalida cualquiera de los vigentes hasta la fecha”, así lo explicaron fuentes de Aena a MERCA2. Eso quiere decir que los privilegios de estar en una sala VIP se limitan de forma gratuita a políticos y periodistas y se racionalizan en el caso de empresarios.

SU SUSTITUTO

El ministerio de Fomento, que dirige José Luis Ábalos, propuso como presidente de Aena al economista Maurici Lucena, actualmente en el Banco Sabadell. Según algunos medios, está previsto que el nombramiento de Lucena se lleve al Consejo de Administración que celebrará la sociedad.

El relevo en la presidencia llega en un momento en el que el Gobierno de Pedro Sánchez ya ha asegurado que no se privatizará más Aena. En febrero de 2015, el Gobierno del PP lanzó una Oferta Pública de Venta (OPV) para privatizar el 49% de Aena. Esta salió al mercado con un precio de 58 euros. Ahora el valor de sus acciones asciende a 157 euros, aunque llegó incluso a triplicarse.


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