jueves, 12 diciembre 2024

Aena cierra la barra libre de tarjetas VIP a políticos y empresarios

Las más de 10.000 tarjetas VIP que Aena ha repartido de forma gratuita desde 2007 a alcaldes, diputados, senadores, autoridades de cualquier ámbito y empresarios tienen los días contados. Así lo ha decido el presidente del gestor aeroportuario, Jaime García-Legaz, después de que Compromís y los sindicatos denunciaran la situación en varias ocasiones.

“A partir del 1 de mayo Aena va a cambiar el procedimiento de invitaciones a las salas VIP, con un nuevo modelo que invalida cualquiera de los vigentes hasta la fecha”, así lo explican fuentes de Aena a MERCA2. Eso quiere decir que los privilegios de estar en una sala VIP se limitan de forma gratuita a políticos y periodistas y se racionalizan en el caso de empresarios.

“En base a este nuevo procedimiento solo se facilitarán las tarjetas de acceso a las salas VIP de Aena a determinados proveedores y operadores, siguiendo criterios exclusivamente comerciales”, según Aena que puntualizan que “se racionaliza el uso de estas tarjetas (que no tienen coste alguno para las personas autorizadas) a directivos de aerolíneas y empresas que operen actividades relevantes en los aeropuertos”.

Como ya avanzó MERCA2, desde 2007 el gestor ha entregado 10.075 tarjetas VIP en cualquiera de sus dos tipologías existentes. Unas dan acceso a todas las salas VIP de la red de Aena, mientras que otras solo permiten disfrutar de los privilegios de las zonas VIP de un aeropuerto en concreto, explican fuentes oficiales de Aena. En la actualidad, existen 26 salas VIP repartidas en 15 aeropuertos de la red.

Aena siempre se ha defendido alegando que las tarjetas VIP gratuitas no suponían un coste. Sin embargo, sí suponen una pérdida de ingresos. Los precios van desde los 25,40 euros de la sala VIP del aeropuerto de Lanzarote o Gran Canaria hasta los 29,70 euros del aeródromo de Madrid. Si tenemos en cuenta el precio medio –27,55 euros–  la red de aeropuertos de Aena ha dejado de ganar 277.566 euros en los últimos años, aproximadamente. Cifra a la que hay que sumar otro tipo de costes adheridos a estas tarjetas y los dos años en los que no hay datos.

La llave de la carta de Compromís

El senador por las Cortes Valencianas de Compromís, Carles Mulet García, no solo ha obligado en varias ocasiones al Gobierno a dar explicaciones sobre el reparto gratuito de tarjetas VIP, sino que también envió a finales de febrero una carta al presidente de Aena.

En ella, Mulet explica a García-Legaz que lleva meses tratando de conocer el listado de empresas, cargos y personas a las que se le da estas tarjetas VIP de forma gratuita, pero que lo único que ha logrado saber es que “Aena hace uso de un dinero público que cuestan las entradas a las salas VIP para agradar a determinadas personas”, además de seguir amparándose en la en la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD) para no ofrecer nombres.

Además, también insta al presidente a que “en un plazo de un mes” informen de las personas que reciben estos privilegios. Y el punto y final de la carta es una advertencia: la de denunciar el caso ante el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno para que lo eleve, incluso, a la Audiencia Nacional.

Aena

Desde Aena reconoce que no tiene nada que ver con la carta del senador Compromís. Si bien es cierto, la presión política y mediática por dar a conocer la lista de cargos de personas que se beneficiaban de estos privilegios ha hecho que la compañía dé su brazo a torcer y cambie esta política que ponía en entredicho la falta de transparencia y de ética de una empresa pública.

No obstante, no es el único político que ha alertado sobre esta cuestión. En 2014, otro político evidenció esta situación. Eduardo Zorrilla, portavoz de IU en el Ayuntamiento de Málaga, devolvió la tarjeta VIP que le fue otorgada de forma gratuita.

Menos tarjetas VIP de Aena en 2018

Con este nuevo procedimiento se limitará aún más el número de tarjetas emitidas por Aena de acceso a las salas VIP de sus aeropuertos, que “se han visto reducidas de manera considerable a lo largo de los últimos años”, según el gestor. Afirmación que no es del todo cierta si tenemos en cuenta los datos que el Gobierno ofreció en 2017.

Así, durante los primeros años, la cifra de tarjetas VIP era bastante elevada: 1.555 en 2008; 1.659 en 2009; 1.766 en 2010; y 1.629 en 2011. A partir de 2014 caen a 796, pero luego crecen a 921 en 2015; 816 en 2016 y 933 en 2017 –con datos solo hasta el mes de noviembre–. Y la cifra podría ser incluso mayor. Pero curiosamente hay dos años en los que no existen registros debido a un error informático.

Para 2018, Aena confirma que no se han emitido todavía ninguna, pero la previsión es que se eliminen entre un 75% y un 80% con respecto a las emitidas en 2017. Eso quiere decir que se repartirán de forma gratuita entre 234 y 187, por lo que el gestor dejaría de ingresar 6.000 euros, aproximadamente. Una cifra muy inferior a la de años anteriores y que permite ajustarse a unos límites más éticos.

Fuentes de la empresa pública aseguran que esta medida se toma en beneficio de los pasajeros, que son los que pagan realmente por estos servicios. No obstante, sigue faltando ese ejercicio de transparencia para ofrecer los cargos de aquellos que durante años se han beneficiado de las tarjetas VIP.


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