sábado, 14 diciembre 2024

La presión de los bonos se traslada a las bolsas

Desde que comenzó 2018 estamos presenciando un movimiento en el mercado de bonos americanos que puede anticipar un efecto dominó en el resto de mercados financieros. Las expectativas a subidas en la inflación americana, actualmente por encima del 2%, acelera el cambio en la tendencia de los últimos años.

En estos monentos las expectativas que se manejan para subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal son implacables. Se estima que con un 99% de probabilidades veremos los tipos en el rango entre 175 y 200 puntos básicos en la próxima reunión del 13 de junio. Además, la estimación de que veamos un salto al siguiente rango de precios en la reunión del 26 de septiembre, lo que sería estar entre los 200 y los 225 puntos básicos, se sitúa ya en un 74%.

En este contexto, la evolución de la principal referencia de renta fija en los EEUU, el TNOTE, acaba de superar el 3% de rentabilidad, en una formación aparente de figura de vuelta en el largo plazo.

Los efectos de un incremento en la rentabilidad de los bonos, y por ende un descenso en su precio, hace que el flujo de capitales destinados a los mercados cambie, encontrando mayor atractivo en activos con una menor percepción de riesgo, como puede ser la renta fija de un país triple A (AAA) como los EEUU.

El incremento del precio del dinero históricamente nos ha adelantado correcciones importantes en los mercados de renta variable, afectando primeramente a las bolsas para después llegar a la economía real.

Veremos hasta dónde se dilata la tendencia ascendente de tipos en EEUU y, sobre todo, hasta que niveles llega. Será difícil que volvamos a ver los niveles de antaño en un entorno de mercado completamente reciclado. De momento, en Europa, el BCE anticipa unos tipos de interés en mínimos históricos hasta, al menos, finales de 2019.

Francisco Sánchez-Matamoros, analista de XTB


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