La guerra de precios de los ‘súper’ cumple con los derechos del consumidor

En el Día Mundial de los Derechos del Consumidor, que se celebra este 15 de marzo, España es uno de los países que cumple al pie de la letra con algunos de estos derechos, como ofrecer precios competitivos. Y es que algunas de las cadenas de supermercados en nuestro país –como Lidl, Eroski y DIA– son especialistas en esto, tanto que parecen ancladas en una guerra de precios continua.

“A la hora de abordar la exigencia de precios competitivos, la estructura del modelo de distribución en España, cuyo pilar es el supermercado de proximidad, se define por una fuerte competitividad marcada por el equilibrio entre formatos y la fortaleza de diferentes tipos de cadenas”, según explican desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas). Lo que deriva en tener unos precios muy competitivos. Concretamente seis puntos por debajo de la media europea, según el Barómetro de Eurostat.

Este derecho de los consumidores es el que da pie e incluso avala la guerra de precios de algunas cadenas, ya sean tradicionales o bajo el concepto discount. En este último caso se encuentra Lidl, una cadena que combina en su surtido muchos productos de alta rotación y precios muy agresivos.

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Tanto que el pasado año, Lidl ahorró a los españoles 148 millones de euros. De ellos, 66 millones se debieron a la política de precios muy competitivos, mientras que los otros 82 millones de euros de ahorro se debieron a las promociones y ofertas puntuales en una amplia gama de productos.

Y en línea con la política de promociones, Eroski mejoró su competitividad en precios con 46 millones de euros de ahorro transferido a sus clientes a través de ofertas más personalizadas durante los dos primeros meses del año. Por otro lado, los días sin IVA o campaña del 28 Íntimo que elimina el IVA de los productos de higiene femenina son fórmulas que utilizó la cadena de supermercados DIA junto a una fuerte apuesta por bajar los precios.

Ya lo advirtió la agencia Moody’s en un reciente informe: se prevé una nueva guerra de precios en la distribución de alimentación en España. Eroski, Alcampo e incluso Carrefour estaban en el punto de mira. Pero como hemos visto, no son las únicas que pretenden recuperar cuota de mercado ante el poder de Mercadona. La empresa valenciana es la única que tiene el privilegio de desmarcarse de esta estrategia, así lo reconoció esta semana su presidente, Juan Roig.

El límite con la venta a pérdidas

En esta guerra de precios todas se defienden para no incurrir en las pérdidas, como Covirán. Su presidente y consejero delegado, Luis Osuna, se mostró preocupado hace unas semanas sobre este asunto porque puede “romper el equilibrio” del mercado, por lo que señaló que las autoridades españolas “deben de regular muy bien esa materia”. Asimismo, aseguró que la cadena granadina había reducido el precio de algunos productos.

En España, la venta a pérdidas –la que se realiza por debajo del precio de coste de producción de un producto– está recogida en dos leyes y solo se permite en casos de productos perecederos o cuando no se incurra en competencia desleal. Sin embargo, una directiva europea no califica esta práctica de “irregular” y una sentencia del Tribunal Superior de Justicia Europeo tampoco. Una batalla legal entre productores y empresas de alimentación que amenaza con postergarse en el tiempo.

Aunque ambas legislaciones choquen, según el Gobierno, a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) han llegado 65 denuncias desde 2014 por venta a pérdidas. De ellas, 15 corresponden a 2017. En algunos casos hay sanciones, pero casi siempre son recurridas. Carrefor, El Corte Inglés, DIA o Lidl son solo algunas de las más multadas.

Al final, en esta guerra de precios solo hay un claro vencedor: el consumidor. Este puede acceder a productos de forma más económica y cumplir con uno de sus derechos. Sin embargo, este derecho simplemente forma parte del paisaje de fondo de la batalla entre las cadenas de supermercados por ganar cuota de mercado.