Julie Edde para Bloomberg
Todos los años, en marzo, inversores globales y compañías africanas se reúnen en Sun City, un complejo turístico a tres horas en coche de Johannesburgo que cuenta con campos de golf y una piscina de olas en un entorno que recuerda a un paraíso perdido.
El evento, organizado por Bank of America, es uno de los cientos en todo el mundo a los que los gestores de fondos asisten, a sus expensas, para cuestionar a los ejecutivos sobre su estrategia. El próximo año, puede haber un costo adicional: es posible que las agencias de corretaje deban cobrar a los clientes por organizar la reunión cara a cara con los gestores.
Esto obedece a que las nuevas normas europeas diseñadas para mejorar la transparencia en los mercados financieros obligarán a las compañías de inversión a pagar por separado los servicios al cliente que reciben de los bancos y corretaje, en lugar de agruparlas con comisiones comerciales.
Si bien el acceso corporativo se encuentra entre los servicios más valiosos que los bancos ofrecen a sus clientes, pagar por separado puede impulsar a más inversores y compañías a participar sin los bancos como intermediarios.
“Los bancos están cobrando por el acceso corporativo de alguna forma”, dijo Chantal Brennan, directora de investigación de Davy Asset Management, con sede en Dublín, que supervisa 3.700 millones de euros. “Si los precios no son razonables, tendríamos que buscar una solución alternativa”.
Las nuevas reglas, conocidas como la Directiva revisada de Mercados de Instrumentos Financieros, o MiFID II, entrará en vigor en enero. A diferencia de la investigación, que la mayoría de los bancos ya han valorado como preparación para nuevas normas, la cuestión de cómo y cuándo ponerle un precio al acceso corporativo en muchos casos aún no está resuelta.
Un beneficio menor
La MiFID II asigna la responsabilidad a las compañías de inversión para decidir si el acceso corporativo es un “beneficio no monetario menor” que pueden recibir de forma gratuita, o si es lo suficientemente material como para exigir el pago, según la Autoridad Europea de Valores y Mercados, o ESMA. Las compañías de inversión ya pagan por el transporte y los hoteles durante eventos como el Sun City.
Los clientes que pagan 50.000 dólares obtendrán 100 puntos que pueden asignar a su discreción
Si el acceso corporativo se considera sustancial, el próximo obstáculo es acordar un precio. Goldman Sachs establecerá los precios en función de la asistencia previa del cliente a las reuniones, según una fuente familiarizada con el asunto.
Bank of America Merrill Lynch entrega puntos a los suscriptores de su oferta de investigación escalonada, que luego se puede usar para conferencias y reuniones de analistas, según un documento visto por Bloomberg. Los clientes que pagan 50.000 dólares (42.453 euros) obtendrán 100 puntos que pueden asignar a su discreción, mientras que el paquete de 70.000 dólares (59.434 euros) da 200 puntos. Una conferencia vale 10 puntos. También se pueden comprar puntos adicionales.
Sólo con invitación
Otros corredores dicen que no planean cobrar por separado, asignando reuniones según la importancia de una relación con el cliente.
“No cobramos explícitamente por el acceso corporativo”, dijo Robert Van Brugge, director ejecutivo de Sanford C. Bernstein en Nueva York. “Depende de nuestros clientes decidir si es algo de valor por lo que van a pagar explícitamente, y hay una gran variedad de opiniones al respecto”.
Tradicionalmente, los eventos de acceso corporativo eran por invitación sólo para los mayores clientes de un banco, proporcionando un incentivo para que las empresas hicieran negocios con el prestamista. Con la MiFID II obligando a las empresas a cobrar las mejores condiciones disponibles, se espera que el costo de las operaciones baje.
Los gestores de activos más grandes tienen un camino allanado hacia la buena aplicación de la MiFID, pero los más pequeños se encuentran con problemas
ESMA, el regulador europeo, recomienda eliminar a los corredores en general. Los inversores deben reunirse directamente con ejecutivos o asistir únicamente a eventos organizados por compañías que no brindan otros servicios de inversión de la MiFID, dijo en una sesión de preguntas y respuestas. Esa opción es particularmente atractiva para firmas lo suficientemente grandes como para tener la atención de las compañías en las que invierten.
Zona gris
Daniel Roy, CEO de La Banque Postale Asset Management, que supervisa alrededor de 217.000 millones de euros en activos, dijo que cuando necesitan conocer a la gerencia de una compañía, “tienen la amabilidad de visitarnos, pero para los más pequeños es más difícil”.
John Gollifer, gerente general de Investor Relations Society, dice que espera un compromiso más directo entre las compañías y los gestores de fondos como resultado. Los funcionarios se han quejado durante mucho tiempo de que vincular el acceso de las compañías al volumen de operaciones y la frecuencia de una empresa hace que demasiados inversores asistan a los eventos.
“Esperamos que nuestra relación con el lado de la compra sea aún más directa”, dijo Peter Hutton, vicepresidente senior de relaciones con los inversores de Statoil, la compañía petrolera noruega. “Creemos que habrá más por hacer”.
“El lado de las compras a menudo aprovechó esas ventajas, siempre esperando pagar con intercambios u otros medios y muchas veces sin hacerlo”, dijo Greoffrey Mills, director de ventas de la firma de corretaje Oppenheimer en Londres. Ahora, “no habrá esta zona gris y difusa que ha sido el sello distintivo del mundo agrupado”.