Maria Tadeo, Esteban Duarte y Rodrigo Orihuela para Bloomberg
Cataluña se dirige a una dramática confrontación con España después de que el rebelde Parlamento regional votó a favor de declarar la independencia. Entre tanto, el Gobierno central en Madrid obtuvo el poder para deslegitimar a los líderes separatistas catalanes.
La resolución aprobada por los legisladores en Barcelona estableció la puesta en marcha del establecimiento del país soberano más nuevo de Europa. La parte del texto sometida a votación incluía medidas para pedir a todas las naciones e instituciones que reconocieran a la República Catalana.
El Gobierno central activó la implementación del artículo 155
Mientras tanto, en Madrid, el Senado español aprobó acciones que le dieron al presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, el poder de tomar el control de la administración catalana, a través del artículo 155 de la Constitución de 1978. La legislación ya entró en vigor.
“El Parlamento catalán ha aprobado algo que en la opinión de una gran mayoría de personas no sólo va contra ley, sino que es un acto criminal porque supone declarar algo que no es posible”, exclamó Rajoy antes de una reunión de su Gabinete la tarde este viernes.
El tumultuoso impulso de Cataluña por la independencia alcanzó su clímax con el presidente de Generalitat, Carles Puigmedont, envuelto en demandas irreconciliables de parte de sus partidarios y de las autoridades en Madrid. En las últimas 48 horas, el intento del líder catalán por evitar el caos de una secesión ilegal, fue en vano.
Caída de los mercados
Los bonos españoles a diez años cayeron, con el diferencial frente a los bonos alemanes de referencia que se amplió en siete puntos básicos ubicándose en 119. El índice bursátil de referencia del país, el IBEX, descendió 1,4% y borró casi por completo las ganancias del jueves, cuando parecía que se podía evitar una declaración de independencia total.
“Nosotros constituimos la República Catalana, como un país soberano e independiente, bajo el imperio de la ley”, exclamó el vocero parlamentario catalán, Carme Forcadell, antes de la votación. Justo después, Rajoy exhortó a la calma inmediata, pero las multitudes colmaron las calles de Barcelona en demanda de la independencia.
“El choqué está aquí y no será lindo”, dijo por correo electrónico a sus clientes Antonio Barroso, analista de riesgo político en Teneo Intelligence, en Londres. “Es probable que las tensiones aumenten significativamente en los próximos días, especialmente a medida que los grupos secesionistas se movilizan para detener la implementación del artículo 155”.
Reacción europea
El presidente de la Unión Europea, Donald Tusk, indicó por Twitter que nada ha cambiado con respecto a la política hacia Cataluña y que España “sigue siendo nuestro único interlocutor”. Su esperanza es que el Gobierno español “favorezca la fuerza de la discusión, más no el argumento de la fuerza”.
La UE dijo que España sigue siendo su único interlocutor
Alemania también hizo público su apoyo a Rajoy. El portavoz del Estado alemán, Steffen Seibert, instó a ambas partes a considerar todas las opciones para el diálogo y la reducción de la escalada. El semiautónomo Gobierno escoses, que en 2014 celebró un referéndum para separarse del Reino Unido, se hizo eco de la convocatoria al diálogo, aunque dijo que Cataluña debería tener el derecho de determinar su propio futuro.
Los activistas proindependentista llamaron a la conformación de un escudo humano alrededor de los edificios gubernamentales, como un intento por proteger a sus representantes y frustrar los esfuerzos españoles por tomar el control.
El jueves, enfocaron su ira en Puigdemont. Después de que compromiso por declarar la independencia tambaleara, lo llamaron traidor. Miles de personas inundaron el Parlamento y saludaron a los alcaldes secesionistas. En sus vítores decían en catalán: “república” y “no tenemos miedo”.
“Ha valido la pena, la república está y ahora es nuestro deber defenderla de Madrid”, mencionó Guillem Jove, un estudiante de 22 años que esperaba desde el mediodía a las afueras de Parlamento. “Rajoy intentará suprimirnos, pero las calles son nuestras”.
Puigdemont pospuso la declaración de la independencia después de que el referéndum ilegal del 1ero de octubre llevó a semanas de una tensión política arriesgada. Un alto funcionario catalán hizo un último viaje a Madrid este viernes, con la esperanza de obtener concesiones que ayudarían a Puigdemont en los días por venir.