Abhishek Vishnoi y Andrea Tan para Bloomberg
La decisión de Fidelity International sobre cómo manejará sus costes de investigación para cumplir con las nuevas normas europeas depende de cómo los Estados Unidos se ocupan de las regulaciones.
Richard Lewis, director de acciones globales de Fidelity, que gestiona 383.000 millones de dólares (320.560 millones de euros) en activos, dijo en una entrevista realizada en Singapur la semana pasada, que van a “esperar y ver lo que los reguladores de los Estados Unidos tienen para decir”.
Uno de los dilemas de la Directiva de Mercados de Instrumentos Financieros revisada por la Unión Europea, y conocida como MiFID II, es el requisito a que las casas de bolsa paguen directamente por las investigaciones, cuestión en conflicto con las normas de los Estados Unidos.
La MiFID II armoniza la regulación sobre los mercados de valores, instrumentos financieros, organización y relación con los clientes de las entidades que prestan servicios de inversión. Se trata de la segunda versión de una normativa que ya aplica en Europa que busca regular mercados financieros, productos de inversión y prestación de servicios de asesoramiento.
La SEC busca una solución antes de que la norma entre en vigencia en enero, pero ya fondos como BlackRock o Vanguard han actuado por su cuenta
Desde la Securities and Exchange Comission (SEC, la agencia federal encargada de la supervisión de los mercados financieros), han señalado a las casas de bolsa que ha incrementado sus esfuerzos por encontrar una solución antes de que la normativa europea entre en vigencia en enero próximo.
Mientras la SEC hace su debida diligencia, algunos de los administradores de dinero más grande del mundo han comenzado a tomar decisiones por su cuenta. BlackRock, Vanguard Group y Schroder han dicho que absorberán los gastos de investigación, pero no todo se han alineado con esta idea.
Se barajan alternativas
Fidelity está ponderando entre sus opciones preferidas armar una base de investigación global para cumplir con el MiFID II, o tener dos grupos separados de clientes e investigaciones, comentó Lewis.
Lo cierto es que las normas entran en vigencia en enero de 2018 y tienen por objeto resolver los conflictos e intereses al exigir que los gestores de fondos y los fondos de cobertura se carguen por separado de las comisiones de negociaciones. Lewis se negó a comentar si Fidelity facturará a los clientes para la investigación o absorber los costos.
Las reglas no se limitan únicamente a Europa y tienen un alcance global, incluso en Asia, para disgusto de sus colegas.