Editores de Bloomberg
Ha transcurrido un año desde la retirada de los billetes de alta denominación en la India y hoy se considera un “fracaso total”. Pero ese calificativo no es del todo justo.
Es cierto que su objetivo principal de luchar contra la creciente corrupción no tuvo éxito. Pero su objetivo secundario: “avanzar hacia una sociedad sin dinero en efectivo”, como expresó el ministro de finanzas de la India, aún puede lograrse. De hecho, el resto del mundo podría aprender del experimento fallido.
Esta decisión, que llegó por sorpresa, fue diseñada con el objetivo de aflorar miles de millones de dólares en efectivo que estaban “ocultos” para las autoridades públicas.
La India tiene los bancos más ineficientes y con los gastos de mantenimiento más altos del mundo
Un informe de agosto pasado mostró que el 99% de los billetes invalidados ha regresado a los bancos, lo que sugiere que el plan gubernamental para extinguir el dinero ilícito ha fracasado. Al mismo tiempo, la moneda en circulación se ha reducido en 25%, según Bloomberg Intelligence, mientras las transacciones electrónicas han subido.
Si esta tendencia continúa, podría ser un gran problema. La India tiene bancos ineficientes y mucha corrupción. Sus costos por el dinero en efectivo, los gastos de mantenimiento y demás, es uno de los más altos del mundo.
Con el tiempo, la eliminación del dinero en efectivo reducirá dichos costos, al tiempo que impide la corrupción. Sería una gran ayuda para los pobres, que podrían pedir prestado y enviar dinero más barato. Además, daría a los bancos centrales una nueva herramienta para impulsar la demanda cuando las medidas convencionales no funcionan, como las tasas de interés negativas, por ejemplo. No es de extrañar que tantos gobiernos ahora piensen en estos conceptos.
Pero una condición previa y esencial para acabar con el dinero en efectivo es la confianza. Y en ese sentido, el experimento de la India proporciona un ejemplo de lo que no se debe hacer.
Por un lado, el canje de billetes se llevó a cabo precipitadamente. El público tuvo sólo 50 días para intercambiar sus papeles de grandes denominaciones por otros más pequeños, y el banco central no pudo imprimir suficientes para satisfacer la demanda. Las colas se alargaban en las sucursales bancarias, las pequeñas empresas se doblaban por falta de capital, las cadenas de suministro se derrumbaron y los precios agrícolas se desplomaron. El crecimiento y la inversión se estancaron. Quizá se perdieron 5 millones de empleos.
Pata otros países, un mejor enfoque habría sido eliminar gradualmente los grandes billetes durante varios años, haciendo fácil intercambiarlos al principio, y luego progresivamente más difícil, por ejemplo, permitiendo menos ubicaciones. Eso daría tiempo para publicitar el plan, arreglar fallas y ayudar al público a ajustarse. Mientras tanto, las alternativas electrónicas tendrían un incentivo para evolucionar. Con el tiempo, los billetes de todas las denominaciones disminuirían por sí mismos.
Solo la mitad de los adultos en la India tiene cuentas bancarias, y apenas un cuarto tiene acceso a Internet
Esto sugiere un segundo problema para la India. Después de invalidar el 86% de la moneda en circulación, el gobierno intentó fomentar los pagos digitales, utilizando subsidios. Sólo la mitad de los adultos indios tienen cuentas bancarias, y un cuarto tiene acceso a Internet. Los pagos móviles son raros. Incluso si todo el mundo hubiera querido migrar al área digital, no lo habrían logrado.
Lo normal en otros países es asegurar primero alternativas confiables, junto con protecciones legales y salvaguardar su privacidad. La moneda digital es un enfoque prometedor, que podría combinar las ventajas de las criptomonedas con la estabilidad de un banco central.
India merece crédito por tratar de mover su economía a la era digital. Por desgracia, también ejemplifica todo lo que puede ir mal en el camino. A medida que la sociedad sin dinero en efectivo aparece, el resto del mundo debe tener cuidado.