La canciller alemana Angela Merkel se mantuvo firme frente al opositor socialdemócrata Martin Schulz en su único debate electoral, al decir que está convencida de que su decisión de mantener las fronteras abiertas a los refugiados y llegar a un acuerdo con Turquía fueron lo correcto.
Schulz atacó a Merkel desde el principio del choque televisivo por no haber presionado a otros países de la Unión Europea para que aceptaran más refugiados. A medida que el debate de 90 minutos se asentaba, pocas diferencias surgieron entre los dos candidatos, salvo el trato con el presidente estadounidense Donald Trump o la respuesta a la bomba de hidrógeno de Corea del Norte.
Las relaciones con Turquía produjeron algunas de las discusiones más agudas, con Merkel y Schulz compitiendo por tomar una línea dura contra el presidente Recep Tayyip Erdogan tras las detenciones de ciudadanos alemanes. Ambos pidieron presión económica y el cese de negociaciones de la adhesión de la UE con Turquía, al tiempo que se mantiene el acuerdo de refugiados de Europa con el país.
Un sondeo de ZDF indicó que Merkel ganó con 33% de los votos contra 24% para Schulz
“El único idioma que Erdogan entiende es una postura inflexible”, dijo Schulz. Merkel respondió que Turquía se “aleja de las prácticas democráticas a una velocidad impresionante”, aunque enfatizó que no tiene intenciones de romper relaciones diplomáticas.
Dos encuestas publicadas al cierre del debate sostuvieron que Merkel ganó durante los primeros 45 minutos. Una encuesta a 1.000 espectadores hecha por el canal ARD encontró que 44% dijo que los argumentos de Merkel eran convincentes en comparación con 36% para Schulz. Cuando se preguntó qué candidato es “más competente”, 59% respondió que Merkel y 18% escogió a Schulz. Un sondeo de ZDF indicó que Merkel ganó por 33% a 24% para Schulz, con el resto indeciso.
Schulz se mostró más seguro durante la segunda mitad del debate, cuando critico a los ejecutivos de la industria automotriz por el escándalo de diesel y exigió al gobierno tomar una línea más dura. También citó a los trabajadores que estaban preocupados porque la prohibición de conducir furgonetas a diesel en centros urbanos perjudicaría sus fuentes de empleo. Lo cierto es que Merkel debe celebrar una reunión con los líderes municipales este lunes para discutir formas de evitar esas prohibiciones.
Schulz anotó puntos contra Merkel en temas como pensiones y peajes a los que ella se opuso y “fue fuerte en contra de Trump”, expresó Michael Spreng, estratega político, en una entrevista posterior al debate. “Fue un poco mejor, pero no cambiará fundamentalmente el resultado de las elecciones”.
Tres semanas después de la votación prevista para el 24 de septiembre, Merkel y su partido lideran todas las encuestas, incluyendo los sondeos de popularidad. Para Schulz, el debate puede llegar a ser su última oportunidad para generar un impulso, ya que una economía fuerte limita el apetito por cambio y el populismo que alimentó a los candidatos poco convencionales en los comicios de los Estados Unidos o de Francia.
Los pocos choques reflejan el hecho de ambos fueron aliados hasta hace poco
Encabezado por cuatro moderadores de las principales televisoras alemanas, el debate produjo ataques de Schulz y movimientos defensivos de Merkel. Eso refleja el hecho de que el bloque dirigido por los demócratas cristianos de Merkel y los socialdemócratas de Schulz han gobernado juntos ocho de sus 12 años en el cargo.
Schulz también llevó sus ataques de campaña en contra de Trump, describiéndolo como un líder impredecible, insultante e inadecuado para manejar la crisis con Corea del Norte.
Merkel adoptó un enfoque diferente, diciendo que ella intenta ejercer una influencia moderadora sobre el presidente estadounidense. “Haré todo lo posible para convencer a Donald Trump de que necesitamos una solución pacífica”.
Crisis de refugiados
Schulz abordó un tema candente desde el inicio del debate al criticar la respuesta temprana de Merkel a la crisis de refugiados en 2015, dado que no consiguió alistar a otros países de la Unión Europea para compartir así la afluencia de los migrantes. Ella se mostró nerviosa al respecto.
Schulz dijo que estaba de acuerdo con la política de otorgar asilo a los necesitados y argumentó que Alemania debe cumplir con sus compromisos internacionales. En cambio, repitió su sugerencia de que Merkel intentaba ahogar el debate en la campaña. “No se puede avanzar hacia la democracia si se está en un coche durmiente”.
Lo correcto
Merkel rechazó la sugerencia de los moderadores de que su apoyo a los rescates soberanos para preservar la zona euro y su negativa a cerrar las fronteras de Alemania en el apogeo de la crisis de refugiados hace un par de años impulsó la reactivación del partido Alternativa antiinmigración para Alemania.
“Hay situaciones en las que tenemos seguir nuestros principios luchando por cada voto”, mantuvo Merkel. “Estoy detrás de esas decisiones. Y aún haré todo lo posible por persuadir a tantas personas como sea posible para que entiendan que esto es lo correcto y que debemos continuar juntos en este camino”.
Arne Delfs y Patrick Donahue para Bloomberg