Es el encuentro más esperado, el que más atención reclama. No tanto porque del mismo vayan a salir grandes avances, sino porque entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy ha habido una relación muy complicada desde aquel famoso debate en la campaña de las elecciones de 2015 en el que el socialista acusó a Rajoy de ser “indigno” por la corrupción de su partido.
Todo lo que pasó después no sólo no ayudó a encauzar la relación entre ambos sino que, al contrario, contribuyó a enrarecerla considerablemente. Entre ellos la comunicación era casi imposible, y la opinión que se tenían el uno del otro dejaba mucho que desear. Pero ha pasado el tiempo, Sánchez –para disgusto de Rajoy- vuelve a estar al frente del PSOE, y ambos son conscientes de que algo tiene que cambiar.
Fuentes de Moncloa señalan que, por parte de Rajoy, se van a poner todos los medios posibles para reconducir la relación entre ambos y que, al menos, en el plano institucional sea lo suficientemente correcta como para poder hablar de los asuntos que afectan al interés nacional, entre ellos el tema de Cataluña que es el que más preocupa a ambos líderes en este momento.
Rajoy va a recibir a Sánchez al pié de la escalinata, le dará la mano e intentará transmitir una imagen de normalidad e, incluso, de cordialidad si el socialista se deja. Y ¿qué dicen en la otra parte? Pues mas o menos lo mismo según fuentes del equipo de Sánchez. No va a ocurrir como en aquella ocasión tras las elecciones de diciembre de 2015 en la que Sánchez hasta rechazó el café que le ofreció el presidente.
Cordialidad; es la clave
“Eso no va a pasar”, dicen estas fuentes… “Sánchez va a ser cordial, estrechará la mano de Rajoy con una sonrisa y ambos van a ofrecer una imagen de normalidad porque los dos lo necesitan”, añade. En efecto, especialmente Sánchez necesita transmitir una imagen institucional. Ya lo hizo en el encuentro con el Rey Felipe VI, y lo va a hacer con Rajoy.
La razón no es otra que “eso es lo que nos va a diferenciar de Podemos, y lo que puede hacer que mucha gente de izquierdas que se había ido al partido de Iglesias porque el PSOE le había decepcionado, pero que no lo hacía por un afán rupturista, pueda volver al un PSOE que siendo de izquierdas sea un partido de orden, de gobierno, y esa imagen no la transmite Podemos”. Al final, Rajoy le va a seguir echando un cable a Pedro Sánchez…