Desde hace siglos determinados países europeos han hablado con desprecio de los vecinos del sur de Europa. Desde finales del siglo pasado, esta condescendencia despreciativa tiene incluso un acrónimo muy popular: PIGS (cerdos), que se refiere a Portugal, Italia (o Irlanda, según el momento), Grecia y España. Sin embargo, los supuestos cerdos estamos bastante mejor conectados que otros animales de corral.
El informe de Opensignal sobre despliegue de LTE correspondiente a noviembre de 2016 dibuja un escenario curioso, y es la buena conectividad de cuarta generación, precisamente, de países que otros miran con desprecio.
Campeones de 4G, OEOEOEEEE!
España, que además es líder europeo en despliegues de fibra óptica, tiene una cobertura 4G del 67,16%, lo que según este informe quiere decir que un usuario español de 4G tiene una posibilidad del 67,16% de tener cobertura móvil de alta velocidad en su terminal. Portugal tiene el 65,75%, Grecia el 59,79% e Italia el 54,16%.
¿Hacemos la comparación con Francia, Alemania y Reino Unido, las tres grandes superpotencias europeas? Los ingleses (57,94) y los germanos (57,12%) superan a Italia por poco, pero se quedan por detrás de España, Portugal y Grecia, respectivamente. Los franceses no llegan a la mitad (49,44%) y están por debajo de Pakistán, Túnez, Costa Rica o Venezuela.
El dato español debería mejorar, en todo caso, en cuanto los usuarios de Yoigo tengan un 4G digno, a principios de año, una vez que Movistar empiece a prestarle servicios mayoristas de alta velocidad. Hasta ahora sólo ofrecía esta tecnología donde tenía sus propias antenas y para colmo con frecuencias de 1800 MHz. Eso le penalizaba mucho en términos de percepción de calidad.
España también lidera por velocidad, con una media cercana a los 30 Mbps. Y aquí el farolillo rojo es Alemania, que apenas sube de los 20 Mbps.