martes, 16 septiembre 2025

Francisco Rivera Ordóñez confiesa sus miedos

  • Cuando el temor se apodera de él sufre de frío muy intenso

Francisco Rivera Ordóñez es una persona que no ha tenido una vida fácil. La temprana muerte de su padre; el éxito Paquirri y su abuelo en los ruedos lo que generó en el torero una gran sensación de exigencia… Situaciones nada fáciles que le han obligado a tener que superarse diariamente y a luchar contra sus miedos en una infinidad de proyectos. Unos hechos que han hecho que Francisco Rivera haya sido escogido para dar una conferencia sobre el miedo y sus consecuencias dentro de las jornadas de La Organización del SXXI.

Fuentes de la organización han confesado a Cotilleo.es que «el miedo hay que combatirlo, y él sabe cómo se hace». De ahí su elección para esta curiosa charla en la que, ante un nutrido auditorio, el torero tuvo que sortear a la suerte y enfrentarse a hablar en público. El torero comenzó reconociendo que él es temeroso: «de hecho, el miedo y yo pasamos los veranos juntos», confesó. Rotulador en mano, pizarra y grandes ideas en la mente explicó cómo es es sentimiento para él. Ahora bien, para aquellos que consideran que las cosas no son sencillas, reconoció que el «miedo es necesario y beneficioso. Te afina los sentidos, activa el sexto sentido».

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El torero Francisco Rivera Ordóñez durante su conferencia "Cómo Superar el Miedo y Dominarlo" con motivo del acto del Centro de Dirección de Recursos Humanos, Madrid 20/10/16
El torero Francisco Rivera Ordóñez durante su conferencia «Cómo Superar el Miedo y Dominarlo» con motivo del acto del Centro de Dirección de Recursos Humanos.

Una situación que Francisco Rivera reconoce que sólo le llega cuando uno está al límite, y te proporciona una información que resulta «vital», señala. Es más, asegura que su mayor miedo es «saber si el toro me va a coger o no».  

Para el diestro el miedo es fácilmente reconocible. Asegura que cuando empieza a padecer pasa mucho frío. Recordó, además, una anécdota en Málaga, con 40 grados a la sombra, en la que estaba cubierto con mantas porque estaba helado. Ahora, explicó, «he recurrido al aikido, una técnica japonesa que le ayuda a superar esos momentos.


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