Así es el calvario de tener los peores vecinos del mundo

Estrenar casa, ya sea en solitario, con la pareja y la familia, es uno de los momentos más cargados de ilusión por el nuevo proyecto de vida que comienza (quitando la mudanza). Unos vecinos problemáticos pueden convertirse en la mayor pesadilla.

En las visitas previas a la vivienda no aparecen. Agazapados, esperan su momento en mitad de la noche o fin de semana para asaltar al nuevo inquilino y hacer que se plantee que quizá la oportunidad única no lo era tanto. Más allá de vecinos con niños que lloran, canicas que ruedan, madrugadores amantes del taladro o sordos con la música por las nubes, hay una serie de factores externos que pueden hacer de la vida diaria un calvario.

El clásico por excelencia es el aeropuerto. Un cambio en la dirección de las pistas o una nueva terminal y estás muerto. Aviones y aviones que sobrevuelan tu casa a escasos cientos de metros sobre el suelo con sus potentes y ruidosos motores cada pocos minutos. Las ventanas, los cuadros y los nervios de cualquier persona son testigos de los estragos que puede causar estar en su camino.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»203369″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

Las quejas de los habitantes de San Fernando de Henares por el Aeropuerto Adolfo Suárez Barajas son históricas y constantes. En verano, el alcalde de este municipio madrileño, Francisco Javier Corpa, pidió a Aena que cumpliera la legalidad en los sobrevuelos de aviones por el ruido que están generando en la localidad. Este mismo aeródromo también tiene de los nervios a los vecinos de Algete, quienes han sido los más perjudicados por la construcción de la Terminal 4.

No hace falta que sea un gran aeropuerto para amargarte la vida. El aeródromo de Casarrubios del Monte, en el límite territorial entre Madrid y Toledo, los vecinos de El Álamo han creado una plataforma de protesta por las molestias de los vuelos acrobáticos que practican las avionetas. Tal y como denunciaron en Telemadrid, el ruido es «insoportable» y sistemático al tener lugar «de lunes a domingo de ocho o nueve de la mañana a ocho de la tarde» a escasos kilómetros de sus casas.

Fuera de Madrid, los ejemplos también se acumulan. El Aeropuerto de El Prat (Barcelona) tampoco tiene muy contentos a los vecinos de Gavà Mar o Castelldefels. El mismo caso que el Aeropuerto de Reus con los habitantes del barrio de Sant Salvador en Tarragona. La ampliación del aeropuerto de Alvedro trajo de cabeza a los paisanos de O Burgo (Culleredo, La Coruña). A finales de 2018, el Ayuntamiento de Palma llegó a solicitar a AENA el cierre del aeropuerto por la noche para defender el derecho “a la salud, vida privada y los bienes” de los vecinos afectados.

UNOS VECINOS MUY SENSORIALES

El ruido suele ser la mayor preocupación y los más frustrante para los propietarios. Además de los aviones, el ocio nocturno provoca que los decibelios suban de manera proporcional a la imposibilidad de conciliar el sueño de los vecinos. Los casos son múltiples en muchos puntos de España.

El distrito de Ciutat Vella se lleva la palma en Barcelona. Hasta tal punto de que dos de cada tres residentes (un 65%) consideran que la presencia de vecinos ruidosos o molestos en su barrio es un problema grave o muy grave, según la segunda oleada del 2019 del Ómnibus Municipal. En el conjunto de la Ciudad Condal, más de la mitad de los barceloneses (51,5%) mayores de 16 años observa como un problema grave la presencia en sus barrios de vecinos ruidosos.

Madrid capital es otro foco tradicional de ruido. Esta misma semana los vecinos de la calle Mayor, del barrio Las Letras, de Latina o de Malasaña, entre otros, se han manifestado para denunciar el ruido que, noche tras noche, no les deja dormir. Bajo el lema «La música nos gusta, pero aquí molesta» cientos de madrileños han mostrado su malestar y han solicitado medidas para poder descansar.

Los locales de ocio y su ruido asociado son también motivos de discordia en Murcia. El cogollo que forman la avenida de la Libertad y la plaza Condestable concentra numerosas quejas por la presencia de unos bares de copas a la espalda de El Corte Inglés. Los vecinos argumentan que además del ruido las peleas son frecuentes y han solicitado una mayor presencia policial. En Zaragoza nació la Asociación de Vecinos Stop Ruido para luchar contra la cantinela habitual en la zona del Tubo. Prácticamente el 50% de los cordobeses está expuesto a ruidos altos por la noche, según el método de medición llamado END.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»196006″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

Además del ruido están los olores. No poder abrir las ventanas para renovar el aire por la mañana o para que entre algo de fresco por las noches resulta traumatizante. Aunque pueda resultar paradógico, el Departament de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat está investigando el fuerte olor que desprende una empresa de cacao en Terrassa tras las numerosas quejas vecinales recibidas. Los habitantes de la barriada Guadalquivir de Coria del Río (Sevilla) llevan más de dos años sufriendo un terrible hedor que podría provenir de un posible vertido de hidrocarburos o un vertido de productos herbicidas, según han denunciado.

La de cocción de los callos de una conservera situada en la zona industrial de Tremañes revolucionó el barrio gijonés de El Natahoyo hace años. Después de lograr que la empresa pusiera en funcionamiento la depuradora y los filtros, los olores han vuelto recientemente. Desde principios de octubre, las siete de la tarde marcan el inicio del fétido que tienen que soportar los vecinos.

Una mezcla de ruido con olor y vista desagradable son las ratas e insectos que pueden amargar la vida de cualquiera. Pueden hablar con conocimiento de causa los vecinos del barrio de Sant Roc de Badalona, la barriada sevillana de El Juncal, Catarroja (Valencia), Getxo, la calle Sevilla en Ceuta, Palencia, La Coruña y un largo etcétera.

Por tanto, antes de mudarse a una nueva casa, no compruebe únicamente la calidad de los materiales, las vistas y los tipos de interés de la hipoteca. Hay otra serie de factores externos que pueden arruinarle la estancia.