Urquijo ultima el tercer rescate de Abengoa tras cinco años de agonía financiera

El presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo, ultima el acuerdo de reestructuración que anunció el pasado 6 de agosto y le permitió esquivar la quiebra. Según explicó la empresa en un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la firma del acuerdo y el inicio del periodo de adhesiones se fijó el 11 de septiembre. Pero después se amplió hasta el 18 de septiembre, y más tarde hasta el 25 de septiembre.

De salir adelante, la histórica entidad andaluza pondría fin a cinco años de agonía financiera que arrancaron el 25 de noviembre de 2015, cuando presentaron el primer preconcurso de acreedores. Abengoa logró esquivar en 2016 el que habría sido el mayor concurso de la historia de España y ahora, cuatro años después, trata de cerrar su tercer rescate financiero, tras los de 2017 y 2019.

Sin embargo, los accionistas no se lo van a poner nada fácil, pues han reclamado por la vía judicial que se suspendan los acuerdos de reestructuración que aprobó el consejo de administración. Los minoritarios de Abengoa han presentado una demanda a través del despacho Navas & Cusí, donde piden la suspensión cautelar porque los daños serían «absolutamente irreparables».

6 AGOSTO

Rebobinemos. Con el objeto de financiar las necesidades de liquidez, Abengoa alcanzó con sus acreedores el pasado 6 de agosto un acuerdo que implica, entre otras cosas, que Abenewco 1 (la sociedad cabecera de todos los negocios) reciba un préstamo a cinco años por importe de hasta 230 millones de euros para el que se ha solicitado la garantía del ICO.

También, una nueva línea de avales ‘revolving’ a cinco años por importe de hasta 126,4 millones de euros, ampliable hasta 300 millones de euros. Estas líneas cuentan con la cobertura de CESCE por un 60% del tramo internacional. Adicionalmente, está previsto que la Junta de Andalucía aporte 20 millones de euros adicionales en este plan de rescate.

Además, pendiente del cumplimiento de ciertas condiciones precedentes, Abengoa SA requerirá reestablecer su equilibrio patrimonial mediante la conversión de deuda en préstamos participativos con un nivel de adhesiones necesarias del 96%.

LOS ACCIONISTAS SE NIEGAN

Por su parte, los accionistas piden que se prohíba expresamente al consejo de administración seguir adelante con este plan, en concreto, que se inhiban de votar en la junta de Abenewco1 que debe de aprobar el plan de conversión anticipada de los bonos.

También reclaman que se realice una anotación preventiva en el Registro Mercantil de Sevilla «para asegurar la efectividad» de la suspensión cautelar. «O el proceso se paraliza ahora o los daños para los accionistas serán imposibles o de muy difícil reparación”, explican. Por eso piden que se suspenda cautelarmente mientras se analiza el fondo de la demanda y se encuentran en contacto con el ICO, la SEPI, la Junta de Andalucía, y con proveedores perjudicados.

Según detallan, presentan esta medida «por contravenir el consejo lo aprobado en la Junta de 2019, forzando una conversión anticipada de bonos, sin presentar cuentas ni vender activos que eviten la liquidación de la matriz«.

Los accionistas denuncian que el acuerdo favorece en su totalidad a inversores y acreedores institucionales, expulsando a miles de ahorradores que perderán toda su inversión. Abengoashares exige la presentación de las cuentas auditadas de 2019 y la celebración de Junta de Accionistas para decidir el futuro de la sociedad.

EL PRECONCURSO, OTRA VEZ

Entretanto, el consejo de administración de Abengoa decidió acogerse a la ley concursal el pasado 18 de agosto a través del preconcurso de acreedores, (que afecta solo a la matriz) con el fin de contar con más plazo para negociar con los acreedores y obtener las adhesiones necesarias a la propuesta de convenio presentada.

La compañía señala que esta decisión no afecta a los acuerdos de reestructuración firmados el 6 de agosto, que se refieren a la financiación del grupo encabezado por Abengoa Abenewco1 y que se encuentran en fase de adhesiones por parte de los acreedores.

Y matizan que su objetivo es proteger los intereses de acreedores y accionistas de la sociedad. La firma recordaba, a su vez, que desde el 19 de mayo de este año Abengoa SA se encuentra en causa de disolución, por arrojar un patrimonio neto negativo de 388 millones de euros, con motivo de la valoración realizada por un experto independiente de la participación que tiene esta compañía de forma indirecta en Abengoa Abenewco1.

Este deterioro de la participación resulta de la valoración del negocio del grupo según el plan de viabilidad actualizado presentado el 19 de mayo de 2020 y una vez registrados los impactos previstos por la crisis del covid-19. La necesidad de tomar una decisión dentro de los dos meses posteriores a la declaración del estado de alarma motivaron la postura de solicitar acogerse a la ley concursal, para disponer de mayor plazo para «continuar y poder culminar» las negociaciones con los acreedores de Abengoa SA.

UN PLAN “INACEPTABLE”

Los accionistas también rechazaron unos días más tarde el plan de viabilidad. Un grupo de minoritarios (que estiman que cuentan con el 10% del capital) califican de «inaceptable» la dilución de la participación en la nueva sociedad Abenewco 1, al 2,7% del capital. También se preguntan por qué el presidente instó el concurso gozando de dispensas de los acreedores financieros por 2.986 millones de euros que evitaban «al menos hasta el 31 de diciembre» estar incurso en causa de disolución.

Ni entienden cómo es que los bonos se convertirán en diciembre de 2020 en acciones de Abenewco 1, «cuando hoy por hoy su fecha de conversión obligatoria es 2024». Para ellos, la conversión anticipada de los bonos beneficia a los bancos y fondos, «y fagocita premeditadamente» a los actuales accionistas de Abengoa SA, a los que el mantenimiento del 2,7% de Abenweco 1 se les presenta como «un acto de generosidad tras una dilución acumulada del 99% en cinco años por sucesivos planes».

Además, lamentan que Gonzo Urquijo no haya explicado cómo va la negociación con los acreedores para convertir la deuda en préstamos participativos y por qué se han fijado como objetivo el logro del 96% de consenso, «un objetivo prácticamente imposible de cumplir».

EL MES CLAVE

El presidente de Abengoa entiende que septiembre es un mes clave. El periodo de adhesiones al acuerdo de reestructuración acaba a las seis de la tarde del 25 de septiembre. Asimismo, los bonistas titulares de las emisiones del NM2, Convertible de Abenewco 1, Senior Old Money y Junior Old Money, tienen de plazo para el envío de instrucciones a los efectos de aprobar las modificaciones a los bonos y la firma del acuerdo de Reestructuración hasta la una de la tarde del 22 de septiembre.

Por su parte, al solicitar nuevamente el preconcurso disponen de cuatro meses de plazo para negociar el plan de refinanciación de Abengoa S. A. En este caso, el 18 de diciembre finaliza el plazo. Antes, el día 3, los acreedores podrán condonar parte de la deuda y canjearla por acciones de Abenweco 1 o Abenewco 2 o por otros instrumentos financieros. Se rompería entonces el grupo matriz, que pasaría a tener una participación minoritaria en Abenewco 1. Es aquí cuando los acreedores de Abenewco1 tomarían el control de la compañía.