Los problemas energéticos en España parecen no acabar nunca. Y el contexto, con diversos frentes abiertos, tampoco parece ayudar. Por eso, la patronal siderúrgica (Unesid), junto con CCOO Industria y UGT-Fica, ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que adopte medidas que eliminen «la brecha competitiva» que genera en la actividad del sector el precio de la electricidad.
En una carta remitida al presidente del Ejecutivo, propone al Gobierno medidas concretas, «como son la dotación efectiva de la compensación por los sobrecostes eléctricos derivados del CO2, la convocatoria de una nueva subasta de interrumpibilidad, y aprovechar los fondos de formación para la imprescindible transición a una siderurgia descarbonizada». Asimismo, insta a la aprobación «urgente» de un estatuto del consumidor electrointensivo que garantice una «solución real, normativa y de futuro a la industria siderúrgica española».
Con estas condiciones, y de cara a la recuperación, la industria siderúrgica española subraya que necesita un tratamiento similar al que dan los países europeos que compiten directamente con ella, ya que es «absolutamente necesario» acabar con las diferencias entre el precio de la electricidad que se paga en España y el que pagan en países de referencia de la Unión Europea, en particular Francia y Alemania.
En el pasado ejercicio, Unesid aprobó un firme compromiso para alcanzar la descarbonización total del acero producido en España en 2050, algo que estima que «solo se conseguirá» si las condiciones regulatorias lo permiten.
Este jueves, Unesid ha celebrado su 52 junta general, por medios telemáticos, en la que se han aprobado las cuentas de 2019 y el presupuesto de 2020. Han participado, como invitados, también de forma telemática, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi; el presidente de Seopan, Julián Núñez, el director general de Anfac, José López-Tafall.
Por su parte, en su intervención el presidente de Unesid y consejero delegado de Acerinox, Bernardo Velázquez, ha destacado el impacto que las relaciones internacionales, y en particular la guerra comercial entre EE.UU. y China, tienen para Europa y para España.
CAÍDA DE LA PRODUCCIÓN DEL 5,1% EN 2019
La producción de acero bruto en España retrocedió un 5,1% en 2019, hasta 13,6 millones de toneladas, el volumen más bajo de los últimos 20 años.
La evolución de las importaciones en 2019, al igual que en los últimos años, siguió siendo relevante para el mercado, cayendo un 4,4%, en línea con el descenso del consumo. De las 10,3 millones de toneladas importadas, 7,1 millones fueron de la UE y crecieron un 1,8% interanual.
Por el contrario, 3,2 millones vinieron de terceros países, un 15,7% menos que en el año anterior, debido a que en 2018 y adelantándose al inicio de las medidas de salvaguardia, estas importaciones habían ya subido un 20,5%. La cifra de 2019 vuelve, por tanto, al mismo nivel que tuvo en 2017.
Además, en abril y mayo, durante los peores momentos de la pandemia, la caída de la producción de acero fue de cerca de un 45% comparada con los mismos meses de 2019. Y pese a que en mayo se apreciaba un cierto arranque con respecto a abril, todavía se encuentra muy lejos de las cifras en una situación normal.
