Trabajo juega al escondite con la siniestralidad en la Construcción

Las estadísticas del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social hablan de 652 accidentes en la construcción en el periodo enero-abril de 2019. Se trata de 38 accidentes más que en el mismo periodo de 2018 o, dicho de otra forma, un 6,3% por encima. De esa cantidad, 32 accidentes fueron mortales, un 39% superior al del mismo periodo del año anterior, que se quedaron en 23. “Que el número de accidentes y fallecidos aumente no es algo aislado. Desde el año 2013 vienen subiendo”, se lamenta José Luis Colomer, secretario de Salud Laboral de CCOO de Construcción y Servicios.

Sin embargo, en otros sectores la tendencia en cuanto a defunciones es totalmente la opuesta: en Industria han descendido un 28,1%, en Servicios un 34%, y en el sector Agrario un 66,7%. Lo mismo sucede con los accidentes con baja: en la Construcción han subido un 16,4%, por encima del resto de sectores.

El Ministerio de Trabajo no hace públicos los datos de siniestralidad por empresas. Ni siquiera se los ofrece a ellas

La pregunta es: ¿qué empresas de la Construcción son las que tienen un mayor número de accidentes laborales? La callada es la respuesta que ofrece el ministerio que, en estos momentos, y en funciones, está a los mandos de Magdalena Valerio. “Ese ranking lo tiene el organismo oficial de la Administración, pero no lo hace público. Ni siquiera nos lo facilitan a nosotros, las empresas”, confiesa un empresario de la construcción.

Y José Luis Colomer añade: “Es una pelea histórica nuestra. La Ley de Protección de Datos complicó que esa clasificación sea pública pero no son datos a proteger. Si la empresa es responsable del accidente, que asuma sus responsabilidades. Debería conocerse qué empresa es”.

LO QUE ESCONDE TRABAJO

El Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social se puede decir que mira con un doble rasero. Por un lado, hay estadísticas sobre la forma o contacto en que se produjo el fallecimiento, el índice de la incidencia, si ha sido yendo o viniendo del lugar de trabajo, por comunidad autónoma y provincia, por sexo, por edad, si eran asalariados o por cuenta propia e, incluso, por puesto que desempeñaba o por diferentes tipos de lesiones. Sin embargo, el citado ranking de empresas se esconde bajo un candado de siete llaves.

“Las empresas grandes y medianas cumplen con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales pero el 87% de las personas que trabajan en una obra proceden de empresas con menos de 10 trabajadores”, apunta el secretario de Salud Laboral de CCOO de Construcción y Servicios. Por ejemplo, en el accidente mortal de la remodelación del Hotel Ritz de Madrid, había ocho subcontratas. Dicho de otra forma: el 2% de las empresas cumple. El 98% restante, las subcontratas, no están al día con las medidas preventivas, o lo hacen ‘a su manera’.

“No se hacen públicas las empresas porque de, hacerse, y sabiendo que están teniendo accidentes, pues seguramente nadie las contrataría. Lo que se mira es sólo el precio, independientemente de los accidentes”, argumenta José Luis Colomer. Y añade: “La Administración deberá tener claro este dato a la hora de adjudicar los proyectos”. No se trata de una gota en medio del océano. Con los informes de la inspección de trabajo pasa algo similar. Son datos que se esconden pero que deberían estar publicados en la web, por ejemplo.

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“La norma es buena. El convenio en materia de prevención está muy bien. Lo que hay es un grave incumplimiento de la norma de la cultura de la prevención”, denuncia el representante de CCOO. En el mundo anglosajón, si eres responsable de un accidente, o no cumples la norma, te inhabilitan para trabajar en el sector. Allí hay menos inspecciones, pero más prevención. Aquí, hay empresas que prefieren pagar la multa en vez de dedicar los recursos necesarios a tal menester.

Desde el año 2013 el índice de incidencias en el sector de la Construcción no ha parado de subir. Previamente a la crisis, los índices fueron cayendo pero no al mismo nivel que disminuía la población asalariada. Con la recuperación, se han disparado, subiendo más que el empleo en el sector.

Varias son las causas que han llevado a esta situación. Una la formación de las personas, que “ha caído bastante”, según CCOO. Hay mucha formación genérica, pero no es lo mismo trabajar a pie de calle que en una octava planta. Otra es la subcontratación. Se ajustan tanto los presupuestos, que la contrata que acaba estando en la obra no tiene capacidad inversora en prevención.  Además, los plazos tienen a acortarse, y no hay una verdadera evaluación de los riesgos.

LAS GRANDES CONSTRUCTORAS

Si nos centramos en las grandes constructoras, sus memorias recogen los diferentes datos así como los planes que están ejecutando. Por ejemplo, Ferrovial desarrolló varias iniciativas con el objetivo Target Zero accidentes. Así, su índice de frecuencia (que es la variación interanual que recoge el número de accidente con baja ocurridos durante la jornada laboral por millón de horas trabajadas), cayó un 10,3%. Eso sí, en esta estadística no incluyen contratistas. Recibieron casi 88.000 inspecciones y auditorías y dieron casi 830.000 horas en formación en seguridad y salud.

Por lo que respecta a OHL, el número de accidentes con baja (un millón por número de horas trabajadas) cayó de 9,4 a 8,5, y la empresa deja claro que el sistema para medir los accidentes no es el mismo en España que en otros países donde llevan a cabo su labor. FCC, por su parte, también rebajó sus índices de frecuencia y gravedad, siendo más elevados en España que en el resto de los países donde está presente. En ACS también han bajado dichas estadísticas. Y en Sacyr los datos están en ‘bruto’, sin contextualizar por tipo de actividad.