Las sustancias que provocarían cáncer de pulmón

Todo el mundo desea que su vida sea agradable desde que nace hasta que fallece. Pero las enfermedades ocurren y una de las peores, y que se potencia cada año, es el cáncer de pulmón, a pesar de que cada vez son más los que dejan de fumar.

Sin embargo, no solo el tabaco aumenta el riesgo de cáncer, hay muchas más sustancias que inciden en su probabilidad.

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¿Qué es el cáncer de pulmón?

tabaco cáncer de pulmón

Tener un tumor en el pulmón implica que las células que tenemos crecen sin control pudiendo invadir tejidos y órganos y hacer que se transformen en algo malo (de ahí el nombre de células tumorales). Cuando estas atacan a los órganos sanos, se produce un cáncer de pulmón.

Y el comportamiento de las células puede acelerarse, o potenciarse, con la exposición a diferentes sustancias como son las que vamos a ver a continuación.

1. Tabaco

Fumar ya de por sí es perjudicial para la salud. Pero a pesar de que una persona fume, también puede ser perjudicial el humo del tabaco para las personas a su alrededor.

De hecho, aproximadamente el 80% de las muertes por cáncer de pulmón se deben al tabaco y al hábito de fumar. Pero de todos esos casos, hay una elevada cifra de personas que no fuman pero contraen el cáncer.

Esto es debido al humo de segunda mano, es decir, el humo del tabaco que se inhala por estar cerca de una persona fumadora. Según los datos, al año hay más de 7.000 muertes por este motivo, ya que se ingieren muchas sustancias tóxicas para el cuerpo y, sobre todo, para los propios pulmones.

2. Asbesto o amianto

amianto

El asbesto, o como se le conoce habitualmente, amianto, se utiliza como un material aislante en la fabricación de coches, pero también en las tejas para los tejados de las casas, o en las losas para los suelos. Por eso hablamos de una sustancia muy peligrosa y que hace que haya más probabilidad de contraer cáncer de pulmón.

A pesar de que ahora el asbesto es un material que apenas se utiliza, el hecho de que haya hogares que puedan estar conviviendo con él aumenta el riesgo del cáncer, sobre todo de la mesotelioma, que es un tipo de cáncer de pulmón que se inicia en la membrana que rodea a los pulmones.

Si además se mezcla con otra sustancia, como es el tabaco, el combo es lo bastante peligroso para que el riesgo de padecer esta enfermedad sea aún mayor.

3. El radón

radon

Por si no lo sabes, el radón es en realidad un gas que suele estar presente en las rocas y en la tierra y que, debido a las obras, puede quedar atrapado en las casas, edificaciones o construcciones en general.

El problema de este gas es que no huele ni se ve, lo que dificulta mucho las posibilidades de detectarlo. Y, sin embargo, es el causante cada año de 20.000 casos anuales de cáncer de pulmón. De hecho, es la segunda causa principal de la enfermedad.

Si se está en el exterior, el radón no suele ser peligroso porque se disipa por la atmósfera y no afecta a las personas, pero en el interior, al estar más concentrado, el respirarlo hace que los pulmones se expongan a radiación. Aunque sea poca, con el paso del tiempo se aumenta el riesgo de padecer cáncer de pulmón.

4. Sustancias en el trabajo

minerales radiactivos y cáncer de pulmón

Se supone que uno de los derechos de los trabajadores, expuestos en el Estatuto de los Trabajadores, es que el empresario debe proporcionar un puesto de trabajo que no ponga en peligro la salud de la persona.

Sin embargo, hay muchos lugares de trabajo donde los trabajadores están expuestos a sustancias cancerígenas, o al menos que pueden provocar estas enfermedades.

Algunos ejemplos pueden ser:

  • Los productos de combustión del diesel, tales como las propias gasolineras que son un foco importante y un riesgo para tus pulmones. De ahí que antiguamente, porque ahora se ve como algo normal, fueran los profesionales los que manipularan el diesel y las mangueras a la hora de echar gasolina.
  • Los minerales radiactivos, en trabajos de minería o de recolección de minerales, algunos de ellos tóxicos como es el caso del uranio.
  • Las sustancias químicas, algunas más desconocidas, pero otras muy utilizadas como el compuesto de cromo, productos de carbón, éteres de clorometilo, etc.

5. Contaminación ambiental

Contaminación ambiental

La propia contaminación en la que vivimos se convierte en un cúmulo de sustancias que podría aumentar el riesgo de padecer cáncer de pulmón.

Ahora bien, el aumento de ese riesgo es ligeramente superior, y los expertos no suelen tenerlo en cuenta, aunque se dice que el 5% de las muertes se pueden deber, de una u otra forma, a la contaminación en la que vivía esa persona.

Los lugares más problemáticos son los que se sitúan en zonas donde hay mucho tráfico de vehículos así como en grandes ciudades (como es el caso de Madrid, Valencia, Sevilla, etc.). A esto se le une la poca época de lluvias que no ayuda a limpiar el ambiente.

6. Polvos de talco

Polvos de talco

¿Tienes en casa polvos de talco? Pues has de saber que muchos de ellos contenían asbesto, una de las sustancias de las que te hemos hablado antes y que aumenta el riesgo del cáncer de pulmón.

Pues bien, los polvos de talco que tienen rastros de asbesto, según algunos estudios que se han llevado a cabo, podrían hacer que se contrajera cáncer debido a la exposición.

Los polvos de talco caseros no serían tan peligrosos como los industriales, debido a que la concentración es muy diferente entre ambos productos.

7. Arsénico

arsenico en agua

Hablar del arsénico y decirte que es una sustancia que aumenta las probabilidades de tener cáncer de pulmón no es una tontería. Puede ocurrir.

Ahora bien, no es habitual consumir arsénico de manera habitual (ni siquiera esporádica), salvo el hecho de que algunas aguas potables pueden contener niveles de arsénico que, en bajos niveles, no afectaría.

Lo cierto es que en el mundo aún hay zonas donde el agua potable se encuentra con una alta concentración de arsénico que sí afectaría a tu salud.

8. Polvo de la madera

Polvo de la madera

Esto afectaría sobre todo a trabajadores de la madera, como los carpinteros, ebanistas, etc. Pero de alguna forma también podría afectar a las personas que tienen muebles de madera (por ejemplo, si tienen termitas que acaban comiéndose el mueble y dejando polvillo).

El polvo de madera es algo que aparece cuando se trabaja con la madera, ya sea en los aserraderos, en la fabricación de los muebles, etc.

Las personas expuestas inhalan el polvo que se deposita en la garganta o en las vías respiratorias haciendo que haya una mayor exposición a la enfermedad. Por eso, se suelen instalar recolectores y ventilación cerca de las máquinas que generan ese polvo, además de utilizar medidas para evitar respirar ese aire (como mascarillas).

Encarni Arcoya
Encarni Arcoya
Redactora con más de 10 años de experiencia en múltiples sectores. También escritora de libros tanto con mi nombre como con el seudónimo Kayla Leiz (Planeta).