Este domingo, la aventura de Supervivientes 2020 llegó a su fin con el debate final, en el que no han faltado polémicas de Avilés, el retorno de Hugo Sierra y una Rocío Flores bien colocada en el centro del plató, metáfora del trato que le ha dado Mediaset durante todo el programa. Hay varios detalles de los que hablar sobre la gala, aunque uno en especial ocurrió justo al acabar.
Tras el emotivo final de esta edición y la despedida a cámara de Jorge Javier y los concursantes, que durante el programa se mantienen siempre separados unos de otros, procedieron a juntarse todos y fundirse en abrazos y besos al creerse que estaban ya fuera de cámara. Los entre cinco y diez segundos que duró la ‘pillada’ fueron suficientes para que los espectadores se diesen cuenta.
Aparte de esto, la gala fue de por sí algo extraña. Esto es así ya que el ganador de esta edición, Jorge Pérez, ha tenido muy poco protagonismo durante el debate final, algo de lo que también se han hecho eco los espectadores.
Al final, el protagonismo de esta noche culmen se lo han llevado la ‘protegida’ Rocío Flores, Hugo Sierra, al regresar más amansado después de irse de mala manera la anterior noche al descubrir que no iba a ser él el ganador y tras ser regañado por Jorge Javier por su «mal perder», y José Antonio Avilés, que sigue siendo la nueva marioneta cómica de Telecinco, con sus inverosímiles chismes y peripatéticas polémicas.
Este desvío de atención del programa hacia sus personajes más polémicos hizo rabiar a varios seguidores del show, que no se explicaban cómo podían haber dejado al ganador de Supervivientes 2020 como un mueble de fondo.
