La sentencia contra Deliveroo, un precedente histórico para «falsos autónomos»

Tras la sentencia del juzgado de lo social de Valencia, que dice que los trabajadores de Deliveroo son falsos autónomos, queda un precedente histórico para las empresas como Uber, Glovo o Car2Go. ¿Todos los que participan de la actividad de estas empresas no son autónomos realmente?

LA SENTENCIA

Deliveroo es una empresa que lleva pedidos de restaurantes a clientes y desde la compañía argumentan que no tienen repartidores, sino que la gente que reparte lo hace a través de la aplicación móvil como autónomos. Deliveroo -por lo tanto- no sería la empresa a la que pertenecen. Actualmente muchos de los «Riders» (repartidores) insisten en que son, a todos los efectos, trabajadores y que esa condición de falsos autónomos les deja desprotegidos. Recientemente uno de ellos ha logrado que la justicia le de la razón (provisionalmente).

Lo primero, decir que la sentencia no es definitiva, aún se puede recurrir, pero el texto es sumamente interesante. Resumiendo, lo que dice la sentencia es que un trabajador de la empresa Deliveroo, que en teoría es un autónomo que trabaja de forma independiente a la empresa, realmente es dependiente a la misma y su labor es a cuenta ajena. Por lo que tiene los mismos derechos otro tipo de empleados.

Lo que tiene de particular esta sentencia y por lo que puede suponer un antes y un después, es porque lo que juzgan para determinar que tipo de trabajo se está realizando es algo en lo que no se había puesto el foco aún. Ejemplos de esto son el hecho de que la sentencia haya entrado a valorar la gestión de la App por parte del trabajador, o que se juzgue si se le exigía al trabajador ser la imagen de la propia empresa. Son cosas que muestran como el derecho comienza a juzgar a las nuevas empresas de forma diferente a como se venía haciendo.

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UN ANTES Y UN DESPUÉS

En el actual mercado hay muchas empresas como Uber, Avancar, Glovo, Stuart… que, con esta sentencia, podrían ver como su sector cambia para siempre.

En Reino Unido, recientemente, ha habido una sentencia similar pero con los conductores de Uber, en la que se afirma que el demandante (un conductor de esta compañía) es un trabajador por cuenta ajena y dependiente de la empresa. En Estados Unidos esa misma compañía ha tenido que pagar 100 millones de dolares a sus empleados para que retiren las denuncias y admitan ser autónomos.

Actualmente hay varias demandas en España similares a estas y este precedente podría provocar que los fallos se decantasen más hacia los trabajadores. Podríamos ver como compañías como estas, que tienen un gasto muy reducido ya que no contratan trabajadores, tendrían que empezar a confeccionar plantillas de empleados que, a todos los efectos, lo sean.

Cada caso es muy distinto, los argumentos que valen para este (el de Deliveroo) no valen necesariamente para otros casos como el de Uber. En la segunda elige el número de viajes que quiere hacer y no tiene unas franjas de horarios preestablecidos. En el juicio uno de los elementos clave es la existencia de dichas franjas.

De momento estas grandes empresas, que han cambiado y siguen cambiando el mercado del transporte, la vivienda turística o el reparto, podrían estar a las puertas de un cambio radical que les obligue a contratar como trabajadores a sus actuales operarios.