Santander, el “banco rojo” con el corazón verde

El gigante financiero está decidido a predicar con el ejemplo en la lucha contra el cambio climático, un desafío global que requiere respuestas globales y al que las grandes organizaciones ya no pueden mirar de reojo. Cada vez son más las voces que se alzan exigiendo medidas urgentes y eficaces para combatir este peligro. En un artículo reciente, Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, destacaba “la transformación radical que necesita hacer la humanidad para abordar los retos ambientales” y ponía el énfasis en el último Panel Intergubernamental sobre el cambio climático, que revela que queda poco tiempo para evitar los peores impactos.

Los bancos representan dos tercios de la financiación a nivel mundial, por lo que resulta evidente el importante papel que el sistema financiero desempeña en esta tarea. De hecho, ya son una larga lista de entidades las que se han adherido a los Principios de Banca Responsable, elaborados por la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI, por sus siglas en inglés), de la que Santander es uno de los miembros fundadores. Al comprometerse con el nuevo marco, los bancos adaptarán sus negocios a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y al Acuerdo de París sobre cambio climático. Este compromiso supone asumir públicamente el impacto social, ambiental y económico del sector.

Santander es, además, uno de los bancos más sostenibles del mundo: se sitúa en tercer lugar entre los bancos globales en el Dow Jones Sustainability Index. Y según el ranking que elabora Dealogic, en 2018 fue el primer banco del mundo por número de operaciones en financiación verde -la única entidad que participó en el total de operaciones ejecutadas en el mercado- y segundo por volumen. “Estamos desarrollando un papel preponderante en la transformación del sector energético. En los últimos años hemos aumentado nuestra participación en la financiación de proyectos de energías renovables”, señala el banco en el Informe Anual de 2018. De hecho, la entidad contribuyó el año pasado a la financiación de proyectos de energía renovable con una capacidad equivalente al consumo de 5,7 millones de hogares.

Y un ritmo todavía más acelerado lleva en 2019. Desde comienzos de año ha participado en la colocación en el mercado de seis de las siete emisiones de bonos verdes realizadas por compañías españolas y se coloca, según la misma firma, en la primera posición por volumen asesorado, cerca de 900 millones de euros. Entre ellas, el debut de Telefónica y el ICO, además de la emisión de Iberdrola, actual líder español en financiación sostenible. “Apoyamos el desarrollo continuo de las energías renovables, el uso más eficiente de la energía y ayudamos a nuestros clientes en la transición hacia una economía con bajas emisiones de CO2”, afirma la entidad.

Pero el compromiso del banco contra el cambio climático va mucho más allá. La entidad ha anunciado que facilitará 120.000 millones de euros para financiar proyectos verdes hasta el año 2025 para “apoyar a nuestros clientes y ayudarlos en la transición hacia una economía verde”. Una decisión que se enmarca dentro de un amplio paquete de medidas destinadas a apoyar el crecimiento sostenible.“Santander tiene un sólido historial como banco responsable. Ahora nuestra ambición es ir aún más lejos”, señalaba Ana Botín, presidenta del grupo, en un comunicado oficial publicado a comienzos de julio en el anunciaba 10 objetivos que reflejan su compromiso para contribuir a los ODS y garantizan el desarrollo de su actividad de una manera responsable.

Entre ellos, reducir las emisiones y la huella medioambiental del banco, con el objetivo de que el 100% de la energía que utiliza provenga de fuentes renovables en 2025 en los países donde sea posible certificar la fuente de la electricidad; y eliminar todo el plástico de un solo uso en las sucursales y edificios corporativos de ahora a 2021. La entidad ha desarrollado también el programa Natura, que engloba todas las acciones, productos y servicios que tienen como fin último la conservación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, además de actividades educativas y voluntariado medioambiental. “Queremos asegurar que lo que hacemos hoy no comprometa el mañana, por eso apoyamos la transición a una economía baja en carbono y la lucha contra el cambio climático”, ha asegurado Ana Botín.

PIONERO EN FONDOS DE INVERSIÓN RESPONSABLES

La gestora del grupo, Santander Asset Management, también ha sido pionera en España con el lanzamiento en 1995 del primer fondo gestionado bajo criterios de Inversión Socialmente Reponsables (IRS).  Desde entonces, la entidad no ha dejado de apostar e innovar en este sector, que está experimentando un fuerte crecimiento y se ha convertido en uno de los motores de desarrollo de esta industria a nivel internacional. La gestora del gigante financiero es, además, líder en inversión responsable con el 66% del patrimonio total gestionado en fondos ISR en nuestro país.

En 2018 el banco lanzó la primera gama de fondos sostenibles en España, integrada por dos fondos mixtos (Santander Sostenible 1 y Santander Sostenible 2) y un fondo de renta variable pura (Santander Sostenible Acciones). Esta gama acumula más de 800 millones de euros en activos bajo gestión. Además, el pasado mes de octubre, la entidad también estrenó Santander Equality Acciones, que invierte en empresas que promueven la igualdad de género en todos los niveles de su estructura.Entre los fondos del Santander también se encuentra el mayor fondo de ISR de la industria española, Santander Responsabilidad Solidario, que cuenta con más de 17.000 partícipes y un patrimonio bajo gestión superior a 710 millones de euros. En los últimos cinco años, ha donado más de 16 millones de euros a diferentes ONG.

Asimismo, Santander España, en colaboración con el Banco Europeo de Inversiones y la Comisión Europea, lanzó a finales de febrero la línea de Financiación BEI Eficiencia Energética, destinada a proyectos que mejoren la eficiencia energética para autónomos y empresas. El banco ya ha firmado las primeras operaciones en el mes de marzo, dentro de esta línea, por un importe total de 400.000 euros, contribuyendo a mejorar el planeta, con un ahorro de 34.000 Kw/año y evitando la emisión de 9 toneladas de CO2 al año, el equivalente a plantar cincuenta árboles.