Una retirada de Federer pondría en jaque a muchos de sus sponsors

Pocos auguraron hace un lustro que Roger Federer siguiera en activo a sus 38 años. Y menos, que se mantuviera entre los mejores del mundo. Su actual estado de forma le ha llevado a no descartar jugar hasta los 40 años, pero en el tenis todo cambia de un plumazo (que se lo digan a Andy Murray). El suizo ha sido eliminado en los cuartos de final del US Open mermado por su espalda. Cada síntoma de dolor es un preaviso y una alerta no sólo para sus aficionados, sino también para sus sponsors. Un puñado de ellos se han comprometido a contratos longevos cuyo retorno económico no sería el mismo si el tenista helvético se aleja de las pistas.

FEDERER DOBLA A NADAL EN INGRESOS POR PATROCINIOS

“No es imposible que siga jugando hasta los 40 años”. Son palabras que ha pronunciado Roger Federer en su reciente participación en el US Open. El suizo, que hace unos años no contemplaba esta posibilidad, tiene meditado seguir en activo siempre y cuando mantenga el nivel físico exhibido hasta la fecha. De su decisión (supedita a los problemas físicos que puedan surgir) en los próximos años estarán pendientes varias empresas que en el pasado se han comprometido a un largo vínculo con el tenista. Un adiós del helvético mermaría el retorno que esperan obtener los sponsors, ya sea a nivel económico o representativo.

Federer es el tenista que más dinero se embolsó entre mayo de 2018 y mayo de 2019 con un montante de en torno a 85 millones de euros. De esta cantidad, sólo 6,75 millones de euros fueron obtenidos en la pista. Es decir, los resultados deportivos apenas le retribuyeron un 7% de su salario total. Duplica (y más) a otras leyendas como Nadal o Djokovic. Su dominio a lo largo de las dos últimas décadas (es el que más Grand Slam ostenta en su palmarés), su elegancia y su saber estar fuera de la pista le convirtieron, hace tiempo, en un atractivo para las marcas.

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Y lo es hasta un punto tan extremo, que muchas entidades han arriesgado en exceso. El escaparate no es el mismo fuera que dentro de la pista y por tanto, el retorno que puedan obtener del patrocinio, tampoco. Federer acapara todos los focos dentro de la pista, pero no acostumbra a ser una persona que destaque por sus palabras cuando abandona la cancha. De ahí que algunos de los contratos que tiene firmados resulten escandalosos. Hay cuatro empresas que tienen un vínculo con el deportista al menos hasta 2022.

FEDERER TIENE EN VILO A VARIAS EMPRESAS

El ejemplo más significativo y que no pasó desapercibido es el de Uniqlo. La marca de moda nipona que hace sólo un año se comprometió para toda una década, por 30 millones de dólares anuales. Una auténtica locura que llevó al suizo a desprenderse de Nike. La estrategia de Uniqlo es cuanto menos cuestionable, después de que en su expansión por Europa (en España abrirá dos tiendas en el mes de octubre) se haya olvidado de Suiza, tierra natal de Roger y dónde podría obtener elevados ingresos.

Otro de los contratos más longevos que tiene firmados Federer es con Mercedes-Benz. El suizo, en 2017, también firmó para una década. Y la cantidad no es nada despreciable: cuatro millones y medio de euros por año. A esa cifra habría que sumarle que el tenista recibe un vehículo nuevo cada seis meses. La cifra, por tanto, se elevaría por encima de los 50 millones de euros en total. Y muchos, a buen seguro, los recibirá tras haber abandonado el circuito.

En ese mismo 2017 Federer unió a su largo listado de sponsors a Barilla, la marca de pasta que ha adquirido una gran notoriedad en el último lustro como refrenda su tremenda apuesta. El contrato está en vigor al menos hasta 2022 y la retribución es de ocho millones de euros. Una cifra llamativa cuando el suizo apenas publicita (en su imagen) esta marca alimenticia. Otro acuerdo muy similar (aunque de menor cuantía) es el que une a Federer con otro producto alimenticio: la compañía de chocolate Lindt. Federer en este caso, percibe algo más de 3,5 millones de euros anuales y así será hasta 2022.

El resto de dinero que percibe anualmente el suizo proviene de otros sponsors que se han guardado mejor las espaldas. Es el caso de Rolex, muy vinculada desde hace años al helvético, y que le abona ocho millones de dólares al año, sin fecha de vencimiento. Una fórmula que también utilizan Credit Suisse (con dos millones de dólares), la compañía de aviones privados NetJets (seis millones de dólares) o el fabricante francés de champán Moet y Chandon, que hace poco elevó su desembolso hasta los ocho millones de dólares. Wilson, el fabricante estadounidense de equipamiento deportivo tan sólo le aporta al suizo 350.000 dólares.

El último caso por citar es el de Sunrise, el mayor teleoperador de comunicaciones suizo, que se comprometió con Federer por un lustro (2014-2019) a razón de siete millones de dólares al año. La negociación del ex número uno del mundo con esta entidad servirá para vislumbrar si las marcas tiran a la larga o empiezan a negociar año a año ante la posibilidad de que el suizo deje de ser imagen de sus productos en la pista.

Alberto Puente
Alberto Puente
Licenciado en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Coordinador de actualidad en el Grupo MERCA2. Desarrollo de audiencias. Información económica de ámbito deportivo.