Antiguamente cuando tenías alguna dolencia te bastaba con salir al jardín y coger algo que tuvieras para crear un remedio casero. Cada vez más personas dejan a un lado los fármacos y tiran de productos naturales como primera opción.
Los graves efectos secundarios de los medicamentos actuales están haciendo que volvamos a recurrir de la naturaleza. Vives en una sociedad en la que estás saturado tanto de tecnología como de productos químicos en los alimentos, bebidas y productos de limpieza e higiene, en definitiva, estamos necesitados de una forma de vida más saludable.
Está demostrado que utilizar productos del campo como remedios caseros puede llegar a ser más efectivo que tomarte una pastilla.
Mosquitos, avispas y otros insectos
Lavanda:
Repele las polillas, pulgas, moscas y mosquitos. Ata algunos ramos en tu casa y ahuyentará sobre todo a las moscas. Plántala en zonas soleadas de tu jardín y también ayudará a ahuyentar algunas plagas de las plantas. Haz saquitos y mételas en el armario para evitar las polillas.
Aceite de eucalipto:
Este poderoso repelente y antiinflamatorio, aplicado directamente en las zonas descubiertas de la piel, logrará tener alejados a los incordios voladores.
Limón y clavo:
Coge el zumo de medio limón y mete dentro un puñado de clavos. Pon el resultado en vasos bajos y repártelo por las habitaciones.