Las pensiones del futuro pasan por un nuevo impuesto

Lograr la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Esa será una de las principales tareas del nuevo Gobierno. Un sistema insuficiente debido al descenso de la base de cotizantes por la incorporación tardía de las personas al mercado laboral, al aumento progresivo de la longevidad, y al aumento del nivel de prestaciones del sistema. Además, y en el corto plazo, se incorporará al sistema la generación del baby-boom, lo que agravará la situación.

Por todo ello, y en los diferentes barómetros del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), las pensiones aparecen como una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. El gasto en pensiones contributivas no para de crecer año tras año. Por ejemplo, durante el mes de enero de 2020, la Seguridad Social destinó 9.768,9 millones de euros. Se trata de un 2,4% más que en idéntico periodo del año anterior. Un nuevo récord.

Según una encuesta del Instituto Santalucía, y sobre las tendencias que caracterizarán a las pensiones en el futuro, los españoles lo tienen claro. Porque tres de cada cuatro opina que se subirán los impuestos, o se creará uno específico, para financiar las pensiones. Además, 9 de cada 10 estiman que perderán poder adquisitivo, y cuatro de cada cinco reconoce que la edad de jubilación seguirá incrementándose más allá de los 67 años.

Tres de cada cuatro españoles opina que se subirán los impuestos, o se creará uno específico, para financiar las pensiones

No son los únicos elementos que los españoles tienen presente de cara al futuro del sistema público de pensiones. El 86% de los encuestados tienen meridianamente claro que será necesario complementar la pensión pública con otros ingresos adicionales. Pero que lo tengan asumido no significa que lo estén poniendo en práctica. Porque, de momento, sólo un 45% lo está haciendo. Falta de educación financiera, o carecer de los recursos monetarios suficientes, son dos de las razones.

REFORMA DE LAS PENSIONES

Lo que tienen claro los españoles es que no se puede demorar más una posible solución al problema de las pensiones. De ahí que el 95% reclame al nuevo Ejecutivo que plantee una reforma real del sistema.

Y como no quieren quedarse de brazos, los ciudadanos (un 70%) estima que hay que cambiar estructuralmente el sistema. Algo más de la mitad de los encuestados (54,4%) por el Instituto Santalucía pone sobre la mesa el hecho de que hay que fomentar la natalidad. España, de hecho, es uno de los países más envejecidos del mundo. Por si fuera poco, tiene la tasa de fecundidad más baja de Europa. Y eso, a largo plazo, no son buenas noticias.

Retomando el hecho de que sólo un 45% busca soluciones alternativas, un 38,7% es partidario de incentivar el ahorro privado. No todos tienen los sueldos suficientes para dar el paso. Aumentar los incentivos fiscales para los planes de pensiones sería abrir una puerta por la que podrían pasar más personas.

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Que los españoles piensen que en el futuro se creará un nuevo impuesto, o que se incrementarán los ya existentes, no quiere decir que estén de acuerdo con ambas opciones. Sólo un 18% apoya que aumenten. El porcentaje es menor (14%) entre los que consideran que con más inmigración se solventaría la cuestión de las pensiones.