Científicos y casa, dos palabras que no deberían estar juntas, pero en caso de que seas un maniático de la limpieza, puede ser que esto que te vamos a contar te estremezca y te cause temblores, pero resulta que los científicos han dicho que utilizar potentes desinfectantes para limpiar tu casa no es necesariamente sinónimo de cuidar tu salud y la de los tuyos.
¡Limpieza y más limpieza!, el lema de las madres y abuelas

Por supuesto que unas buenas medidas de higiene y limpieza en casa son esenciales para prevenir la aparición de enfermedades, pero exagerar cuando limpiamos, según lo han declarado los expertos podría ser contraproducente y tener efectos adversos en nuestra salud.
Siempre nos han dicho que ser extremadamente limpios en la casa va a garantizar nuestro, no obstante, los resultados de algunos estudios científicos recientes demuestran que tener una limpieza en exceso altera un equilibrio natural que es necesario que exista entre los microorganismos que conviven con nosotros en nuestra casa.
No mantener ese equilibrio podría ocasionar incluso problemas de tipo inmunológicos, así como otras complicaciones que afectan a la salud y tenemos que explicarte las razones.
¿La limpieza en extremo puede ser dañina?

De acuerdo con una revisión que ha publicado la Nature Reviews Microbiology, los científicos han demostrado que todos vivimos rodeados por un microbioma humano, que es definido como un conjunto de microorganismos que son los que habitan en nuestro cuerpo, y se encuentra en interacción constante con su entorno.
Allí se incluyen microbios, particularmente los que están presentes en nuestra casa y te sorprenderá saber que varios de ellos resultan beneficiosos para nuestro sistema inmune, contribuyendo a que estemos sanos.
El uso de químicos fuertes

De manera que, al limpiar excesivamente o al usar productos químicos que resultan bastante agresivos, estamos eliminando no solamente los hongos y bacterias que son malos, sino que igualmente eliminamos a esos microorganismos que con los que nos ayudan para fortalecer nuestras defensas naturales. Las consecuencias que ello puede tener son una larga lista, pero las más relevantes conllevan a:
- Aumento de las alergias: por causa de la falta de estar expuestos a microbios o microorganismos cotidianos es posible que el sistema inmunológico reaccione exageradamente frente a sustancias que más bien resultan, lo que desencadena los procesos alérgicos.
- Aparición de las enfermedades autoinmunes: existen estudios que sugieren que vivir en un ambiente que resulta excesivamente estéril podría relacionarse con la aparición de trastornos del tipo de la diabetes 1 o el asma.
- Dificultades respiratorias: muchos productos agresivos de limpieza contienen compuestos que se esparcen en el ambiente y que lo llenan de químicos que pueden irritar al aparato respiratorio, empeorando condiciones preexistentes como el asma o el EPOC.
¿De que forma la limpieza afecta al microbioma en la casa?

El microbioma en la casa se compone de microbios que provienen de muchas partes, bien sea de uno mismo, como de las secreciones de nuestro cuerpo o del cabello o la piel, así como de las mascotas que conviven con nosotros. Igualmente, debemos incluir elementos que conforman el entorno, como el aire con el que ventilamos la casa o el polvo que se acumula. Este ecosistema microbiano no solo es inevitable, sino que, además, es necesario para tu salud.
Una casa demasiado limpia excluye una gran parte de estos microbios “buenos”, alterando su equilibrio natural, facilitando al mismo tiempo que proliferen los llamados patógenos resistentes, que son los microbios “malos”. En especial, esto pasa si abusamos de desinfectantes fuertes que, a la larga, se tornan inservibles, porque hay microorganismos que evolucionan, se adaptan y pueden llegar a soportarlos, resultando muy difíciles de eliminar.
¿Hay que desinfectarlo todo?

Lo primero que debes hacer es entender la diferencia entre desinfectar, higienizar y limpiar. Resulta esencial comprender que no todas las actividades relacionadas con la limpieza resultan iguales. Aquí te dejamos unas definiciones para que entiendas qué es cada una:
- Limpiar: se trata del primer paso y es eliminar toda la suciedad que resulta visible como el polvo, la grasa o las manchas. Para ello, sólo será necesario que utilices agua, jabón o algún producto suave.
- Higienizar: es la actividad en la que reducimos el número de microorganismos con los que convivimos a un nivel que resulta seguro para nuestra salud. Es posible lograrlo usando limpiadores específicos, aunque no tienen que ser necesariamente desinfectantes.
- Desinfectar: se trata de una situación mucho más seria, porque consiste en eliminar la mayor cantidad de microorganismos, lo que incluye a las bacterias y los virus. Es necesario acudir a este procedimiento cuando en nuestra casa existen condiciones especiales, como sería el caso de que alguno de los miembros de la familia tuviera una enfermedad contagiosa.
Una actividad que puede que no necesites realizar

Cuando usamos desinfectantes con químicos potentes de forma diaria en toda la casa no solo se trata de una actividad innecesaria, sino que, además, puede resultar perjudicial para nuestro organismo. Lo que se recomienda es que se desinfecte solo en caso de que resulte imprescindible, en particular cuando hablamos del baño o de la cocina porque requieren una limpieza diaria, debido a que son los sitios en los que las bacterias se reproducen con mayor facilidad.
¿Usas productos de limpieza con químicos potentes?

En el mercado existen muchos productos de limpieza que contienen sustancias químicas que podrían resultar perjudiciales para la salud y para el medio ambiente. De hecho, existen riesgos asociados a muchos de estos productos, entre los cuales se encuentran:
- La irritación en los ojos o en la piel: hay desinfectantes químicos potentes, como es el caso del amoníaco o de la lejía, porque al entrar en contacto directo con el líquido o sus vapores, es posible que causen irritaciones en la piel o en las mucosas del sistema respiratorio.
- La contaminación que causamos en el agua: al eliminar por el desagüe los restos de estos productos, se afecta de manera negativa el entorno natural, porque estos líquidos pueden contaminar el ecosistema acuático.
- Producen resistencia antimicrobiana: Al utilizar de manera excesiva desinfectantes fuertes estaremos creando microorganismos “malos” que evolucionan y se vuelven resistentes a estos productos, lo que a día de hoy constituye una dificultad global para el ámbito de la salud.
Consejos para mantener una casa saludable sin exagerar con la limpieza

- Priorizar las áreas que son críticas: hay que enfocarse en desinfectar y limpiar aquellas zonas en las que se acumula la humedad o los residuos orgánicos, como el baño o la cocina.
- Prefiere los productos naturales: es aconsejable cambiar por productos hechos con químicos por aquellas alternativas que sean más suaves y ecológicas, como es el caso del jabón neutro, el bicarbonato de sodio, el percarbonato de sodio o en vinagre blanco.
- Hay que ventilar de manera diaria tu casa: se recomienda abrir todas las ventanas por lo menos 10 minutos al día, porque con ello es posible renovar el aire dentro de la casa y minimizar la acumulación de los contaminantes interiores.
- Limpia siempre las superficies con las que se tiene alto contacto: este es el caso de los controles remotos, los interruptores de luz o las manijas o pomos de las puertas, porque resultan sitios puntuales que todos tocamos y que necesitan limpieza constante.
- Evita por todos los medios el uso de aerosoles: Siempre que ello sea posible, utiliza productos limpiadores que sean líquidos o cremas, porque son los que menos daños pueden ocasionar al sistema respiratorio.
¿Cuáles son los beneficios de tener una exposición moderada a los microbios?

Es posible que suene a contradicción, pero tener una exposición controlada a los microbios “buenos” puede resultar en beneficios para tu salud. Entre esos beneficios podemos destacar:
- Fortalece del sistema inmune: lo que permite a nuestro cuerpo aprender a identificar y a combatir virus, bacterias y microbios patógenos de formas más eficiente.
- Prevenir enfermedades autoinmunes y alergias: el ambiente que resulta menos estéril contribuye a que se reduzcan respuestas inmunológicas que resulten exageradas.
- Reducir el estrés ambiental: cuando se utilizan productos sin químicos se está cuidando no solo la salud en nuestra casa, sino que también cuidamos el medio ambiente.
¿Cuándo resulta absolutamente necesario hacer una limpieza intensa?

Por supuesto, existen situaciones en las que resulta necesario realizar una limpieza mayor de la que normalmente realizamos. Dentro de esas situaciones podemos incluir:
- La presencia en la casa de una enfermedad contagiosa: si algún miembro de la familia que habite la casa ha contraído un virus o la gripe, se hace necesario desinfectar con mayor frecuencia aquellas superficies que son de uso común.
- Cuando hay habitantes que son más vulnerables: los niños pequeños, los ancianos y los individuos que tiene su sistema inmune debilitado o comprometido necesitan encontrarse en un entorno mucho más controlado desde el punto de vista de la limpieza.
- En casos de epidemia o pandemia: cuando haya brotes de enfermedades que pueden ser consideradas como tales, resulta de una necesidad básica seguir protocolos de limpieza e higiene muy estrictos.
Tener una casa totalmente estéril no es lo mejor

Es cierto que a todos nos seduce tener una casa totalmente libre de gérmenes, bacterias, microbios y virus, pero en realidad, tener un entorno que se encuentre demasiado limpio podría resultar ser más perjudicial que producir un beneficio. En vez de tener la obsesión de una limpieza extrema, es mejor, y más útil desde el punto de vista sanitario, enfocarte en tener una casa que sea saludable, en la que haya un equilibrio necesario.
Nunca los extremos han sido buenos, así que encontrar el punto medio, en el que la higiene y limpieza convida con la cantidad necesaria de microbios “buenos” que el organismo humano necesita es lo deseable. Tu casa no necesita ser perfecta, solo un lugar donde puedas vivir con comodidad y bienestar.