La Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido intensificar los controles sobre camiones y autobuses en las carreteras españolas. Esta medida, que ha generado una gran expectación entre los profesionales del transporte, busca reducir los riesgos asociados a la conducción de vehículos pesados. La DGT ha puesto el foco en aquellos factores que más afectan a la seguridad vial, como las horas de conducción, el estado técnico de los vehículos y el consumo de sustancias que puedan mermar la capacidad de reacción de los conductores. ¿Quieres saber qué cambios se avecinan y cómo pueden afectarte si eres conductor profesional? Sigue leyendo, porque esta campaña va en serio y las consecuencias serán contundentes.
La DGT refuerza su estrategia de control en el transporte pesado

La decisión de endurecer los controles no es casual. En los últimos años, la DGT ha observado un incremento en el número de siniestros relacionados con camiones y autobuses. Estos accidentes, debido a las características de estos vehículos, suelen tener consecuencias especialmente graves. Por eso, el organismo ha decidido actuar de manera firme, aumentando las inspecciones tanto en carretera como en las instalaciones de las empresas de transporte. La seguridad colectiva depende en gran medida del comportamiento responsable de quienes manejan estos vehículos de gran tamaño, y la DGT no está dispuesta a dejar cabos sueltos.
Autobuses y camiones, en el punto de mira

Los vehículos de transporte de pasajeros y mercancías han estado siempre bajo una vigilancia especial debido a su relevancia en el tráfico diario. Sin embargo, esta vez, la Dirección ha decidido intensificar aún más sus esfuerzos. Autobuses de transporte escolar, camiones de larga distancia y flotas dedicadas al turismo serán objeto de inspecciones más frecuentes y exhaustivas. El objetivo es asegurarse de que estos vehículos cumplen con las normas establecidas y que sus conductores están en condiciones óptimas para ponerse al volante.
Las infracciones más comunes que buscan erradicar

La DGT ha identificado tres factores que se repiten en muchos de los accidentes que involucran camiones y autobuses. El primero es el exceso de horas de conducción, un problema que afecta a la capacidad de reacción y que, en muchos casos, es consecuencia de presiones laborales o de una gestión ineficaz de los tiempos. El segundo punto crítico es el estado técnico de los vehículos. Neumáticos desgastados, frenos defectuosos o sistemas de iluminación inoperativos son fallos que, aunque parezcan menores, pueden ser letales en carretera. Por último, el consumo de alcohol y drogas es una preocupación recurrente. Aunque la mayoría de conductores cumplen con las normas, la DGT ha detectado un repunte en los casos de consumo de sustancias estimulantes, especialmente entre quienes recorren largas distancias.
Las horas al volante, un peligro silencioso

Uno de los aspectos que más preocupa a las autoridades es el incumplimiento de los tiempos de descanso. Conducir durante más horas de las permitidas no solo afecta a la concentración, sino que multiplica las probabilidades de sufrir un accidente. El cansancio reduce la capacidad de reacción y provoca despistes que, en vehículos pesados, pueden tener consecuencias devastadoras. Por eso, los agentes revisarán minuciosamente los tacógrafos digitales para asegurarse de que los conductores respetan las pausas obligatorias. La DGT ha sido clara en este punto: quien no cumpla con las horas de descanso se enfrentará a sanciones severas, incluyendo la inmovilización inmediata del vehículo.
El estado técnico de los vehículos, una cuestión prioritaria

La antigüedad de muchas flotas y el mantenimiento inadecuado de algunos camiones y autobuses han sido factores determinantes en numerosos accidentes recientes. Por eso, la DGT ha dado instrucciones específicas a sus agentes para que presten especial atención a la revisión de neumáticos, frenos, luces y sistemas de seguridad. Un fallo en cualquiera de estos componentes puede provocar situaciones de riesgo, especialmente en condiciones meteorológicas adversas o en trayectos de montaña. La inspección no se limitará a las carreteras; las empresas de transporte también serán visitadas para comprobar que mantienen sus vehículos en condiciones óptimas.
Alcohol y drogas: tolerancia cero

La DGT ha advertido que aplicará una política de tolerancia cero en lo que respecta al consumo de alcohol y drogas al volante. Las pruebas de detección no solo se realizarán en controles establecidos, sino que también se llevarán a cabo de manera aleatoria en áreas de servicio, polígonos industriales y puntos estratégicos de las principales rutas de transporte. El objetivo es erradicar cualquier comportamiento que pueda poner en peligro a los usuarios de la vía. Según los últimos datos, el consumo de sustancias estimulantes, utilizadas por algunos conductores para mantenerse despiertos durante largas jornadas, ha crecido de manera preocupante. Este fenómeno representa una amenaza grave, ya que altera la percepción del riesgo y ralentiza las respuestas ante imprevistos.
El papel de las empresas de transporte en esta campaña

La DGT no solo dirigirá su atención a los conductores. Las empresas de transporte también serán objeto de inspecciones para verificar que cumplen con sus responsabilidades. Se revisará si las flotas reciben el mantenimiento necesario, si se respetan los tiempos de descanso y si se ofrece a los trabajadores la formación adecuada en seguridad vial. Las empresas que incumplan estas obligaciones se enfrentarán a sanciones económicas significativas y, en casos extremos, a la suspensión temporal de su actividad. La responsabilidad no recae únicamente sobre el conductor; los gestores también deben garantizar que las condiciones de trabajo favorezcan una conducción segura.
Recomendaciones para evitar sanciones y garantizar la seguridad

La DGT ha querido enviar un mensaje claro: la seguridad vial es una responsabilidad compartida y el cumplimiento de las normas no es negociable. Para evitar problemas, es fundamental que los conductores profesionales revisen sus vehículos antes de cada viaje, respeten los tiempos de descanso y eviten cualquier tipo de distracción. Además, se recomienda que las empresas inviertan en formación específica para sus trabajadores, de modo que comprendan la importancia de estas medidas y las apliquen correctamente en su día a día.
Una campaña que marcará un antes y un después

El endurecimiento de los controles sobre camiones y autobuses no es una medida temporal, sino una estrategia que la DGT planea mantener en el tiempo. La seguridad en las carreteras españolas pasa por garantizar que los vehículos de transporte circulen en condiciones óptimas y que sus conductores estén plenamente capacitados y descansados. Esta campaña es solo el comienzo de un plan más amplio que busca reducir de manera significativa el número de accidentes relacionados con el transporte profesional.