Te proponemos un sencillo ejercicio: repasa tus gastos mensuales y fíjate en la cantidad de dinero que dedicas a comprar ropa. Es más elevada de lo que te gustaría, ¿verdad? La ropa ya no dura como antes, pero también es nuestra responsabilidad por no saber preservarla, o castigarla con constantes lavados. Para conseguir que ahorres y darte un vestuario más resistente, te ofrecemos una serie de consejos que te permitirán tener prendas mucho más duraderas. ¡Toma nota!
EL PROBLEMA DE LA DURABILIDAD DE LA ROPA

Las prendas de vestir, en su diversidad de formas, estilos y tejidos, a menudo muestran una tendencia a desgastarse antes de tiempo, lo que resulta en la necesidad constante de reemplazarlas. Ningún tipo de ropa se libra; por ejemplo las camisetas, a pesar de su simplicidad, a menudo se ven afectadas por el desgaste en las costuras y la pérdida de color debido a múltiples lavados.
En el caso de los vaqueros, la tela de mezclilla puede perder su elasticidad y tono con el tiempo, mientras que las prendas de punto pueden deformarse fácilmente. Los trajes elaborados con tejidos delicados, como la seda o el encaje, también enfrentan un desafío considerable en términos de durabilidad debido a que son fáciles de desgarrarse, y al deterioro por el uso continuo. Todo esto no solo genera un impacto económico, sino también ambiental, al contribuir al exceso de residuos textiles.
¿CUÁNTO SUELE DURAR LA ROPA?

Al igual que con otros productos, tu ropa durará tanto como la cuides, y siempre que sus tejidos sean de buena calidad; a pesar de esto, se estima que las prendas tienen dos años de vida útil más o menos. ¿Qué está pasando aquí? Seguro que tienes ropa de tus padres o tus abuelos, que permanece casi nueva a pesar de tener mucho tiempo a sus espaldas.
Es cierto que ya no se hace ropa como antaño, cuando los tejidos eran más resistentes y las prendas se creaban para aguantar muchos años. Es algo parecido a la obsolescencia programada, esa práctica desleal de los fabricantes de electrodomésticos, que obliga a su sustitución al cabo de poco tiempo. Como en ese ejemplo, mucha de la ropa que nos llega tiene una baja calidad para que tengamos que comprarla nueva de manera constante; sin embargo, hay otro factor que es culpa nuestra.
LAVARLAS EN EXCESO PERJUDICA A TUS PRENDAS

Aunque las lavadoras son aparatos maravillosos, a veces abusamos de ellas: nos ponemos una prenda un par de horas y de inmediato la metemos en la cesta de la colada. Esa ropa puede aguantar el tipo en función de su calidad y de los tejidos, pero es indiscutible que, a la larga, el trasiego de lavados, detergente y suavizante termina por debilitar las prendas y afecta a su durabilidad.
Para ponerle fin a este problema e impedir que compres ropa de manera constante, te vamos a dar unos consejos muy útiles, basados en la eficiencia a la hora de lavar y el cuidado de tus prendas, cortesía del fabricante de electrodomésticos AEG. Si los sigues al pie de la letra, muy pronto comprobarás que tu ropa dura mucho más y sigue como el primer día, permitiendo de paso un ahorro significativo, además de cuidar el medio ambiente.
USA CICLOS DE 30 ºC EN LUGAR DE 40ºC

Poner la lavadora a 30 grados centígrados, desplazando así los tradicionales 40 °C en el lavado de ropa, es una oportunidad de oro para la reducción del consumo energético. Sorprendentemente, el 21% de los hogares en España aún emplea altas temperaturas de 40 grados o más en sus ciclos de lavado. Esta cifra, que indica una costumbre arraigada, revela un potencial significativo para abordar el problema de manera sostenible.
Si estos hogares optaran por reducir la temperatura de sus lavados a 30 °C, el impacto sería notablemente positivo. Equivaldría a retirar de circulación casi 23.300 vehículos con motores de combustión, algo que genera un efecto ecológico relevante y contribuyendo a mitigar la huella de carbono. ¡Y cuidaría más tu ropa! Una temperatura inferior es más amable con los tejidos de tus prendas, haciendo que duren mucho más de lo habitual.
APRENDE A USAR LOS PROGRAMAS DE LA LAVADORA

Es un gesto que hacemos sin pensar: meter la ropa en la lavadora, poner siempre el mismo programa y dejarla trabajar. ¡Se acabó! Es hora de repasar el manual de instrucciones y conocer cuál es el mejor programa para cada tipo de ropa, en lugar de las tres configuraciones que, como máximo, suelen usar los españoles. Conocer mejor las funciones de tu lavadora puede marcar una diferencia sustancial en términos de eficiencia energética y consumo de agua, por no mencionar que cuidarás mucho más tu vestuario.
Las lavadoras modernas ofrecen una variedad de programas específicos para diferentes tipos de carga y niveles de suciedad; desde ciclos de lavado rápido hasta opciones de lavado en frío, la diversidad de configuraciones permite adaptar el proceso de lavado de forma precisa. No hacer esto desaprovecha las capacidades de la lavadora, lo que conlleva a un consumo innecesario de recursos y a facturas más altas, tanto de electricidad como de ropa que tienes que renovar.
APUESTA POR LA EFICIENCIA ENERGÉTICA

Elegir electrodomésticos con alta eficiencia energética es vital si buscas ahorrar y proteger el medio ambiente, sobre todo si optas por lavadoras y otros dispositivos que minimicen el consumo de energía y optimicen el gasto.
¿Sabías que las lavadoras con una clasificación energética más alta pueden ahorrar hasta un 50% de energía en comparación con las de menor eficiencia? Además, se ha demostrado que estos aparatos utilizan menos agua por ciclo de lavado; pero no solo se trata de economizar, sino también de cuidar la ropa. Las lavadoras eficientes, al operar a temperaturas más bajas y con ciclos adaptados, pueden preservar mejor las fibras de las prendas.
USA SIEMPRE CARGAS COMPLETAS

Un 46% de los españoles aprovecha la carga máxima de las lavadoras, ¡pero esa cifra debe aumentar! Este simple gesto, que implica esperar a tener suficiente ropa acumulada para llenar el tambor, puede marcar una diferencia notable en la factura de la luz, tus gastos mensuales y la durabilidad de la ropa.
Cuando cargas la lavadora al máximo, estás optimizando el uso del agua y la energía necesarios para cada ciclo de lavado; tal es así que una carga completa puede ahorrar hasta un 3% de agua y energía por kilogramo de ropa lavada en comparación con lavar cargas parciales. Además, disminuyes la cantidad total de ciclos de lavado, lo que prolonga la vida útil de tu lavadora y contribuye a un menor impacto medioambiental.
PARA LOS OLORES, LO MEJOR ES EL VAPOR

Según una encuesta, el 65% de los españoles menciona que eliminar los olores es motivo principal para lavar la ropa, lo que genera dos problemas: desgaste de las prendas y consumo disparado de agua. Por suerte la tecnología ProSteam, ya integrada en muchas lavadoras, permite desodorizar la ropa utilizando vapor. Lo consigue en apenas 25 minutos, y con un asombroso ahorro de agua, llegando a reducir hasta un 96% de su uso. Además el vapor reduce las arrugas en las prendas, disminuyendo así la necesidad de planchado y alargando la vida útil de las mismas.
Estas innovaciones no solo impactan en la eficiencia energética y en la conservación de recursos, sino que resaltan la importancia de preservar la calidad de nuestras prendas. La adopción de enfoques como el uso del vapor para refrescar la ropa puede contribuir significativamente a la sostenibilidad del consumo doméstico.