Los calabacines al horno son un plato delicioso, con su suave sabor y su versatilidad que los hace perfectos en cualquier receta. Pero hoy te presentamos una receta de calabacines rellenos que te encantará, con carne picada de pollo, verduras y queso. Es una combinación sabrosa que seguro será del agrado de los más jóvenes.
El calabacín gratinado al horno es una excelente manera de incorporar verduras en la dieta de los niños, gracias a su sabor, textura y la variedad de presentaciones posibles. ¡Siempre son un éxito! Solo hace falta un poco de creatividad para encontrar recetas deliciosas que hagan que la hora de la comida sea un momento disfrutable para los más pequeños.
UN PLATO DE APROVECHAMIENTO IDEAL

El calabacín es genial para la digestión y, además, tiene un efecto ligero que ayuda a combatir el estreñimiento en los peques. ¡Ah, y no olvides que cuando los cocines no hace falta pelarlos! La piel tiene un montón de nutrientes.
Así que, ¿qué te parece si preparamos unos calabacines rellenos gratinados al horno? Seguro que se convierten en uno de esos platos que siempre te piden en casa.
INGREDIENTES PARA HACER CALABACINES RELLNOS

Estos son los ingredientes que vas a necesitar:
- 3 calabacines
- 500 g de carne picada de pollo
- 1 tomate grande
- 1 cebolla
- 1/2 pimiento rojo
- 1 zanahoria
- 1/2 diente de ajo
- 5 cucharadas de aceite de oliva
- 250 g de salsa bechamel
- 100 g de queso rallado
- Sal
- Pimienta
Cómo ves, son ingredientes muy económicos, así que la receta es muy asequible, además de rica y ligera. Es ideal si tienes sobras, por ejemplo un poco de pollo asado del día anterior.
PRIMER PASO: VACIAR

Comenzamos cortando los calabacines por la mitad a lo largo, de manera que obtengamos dos mitades largas de cada calabacín. Con una cucharita pequeña, vamos a sacar la pulpa o carne de los calabacines. Es importante hacerlo con cuidado para no romper la piel, ya que esta servirá como base para nuestra receta. La pulpa que hemos sacado la reservamos en un bol, ya que la utilizaremos más adelante en el relleno.
Llenamos una olla grande con agua y añadimos una cucharada de sal. Llevamos el agua a ebullición. Cuando el agua esté hirviendo, sumergimos las pieles de los calabacines en el agua durante exactamente un minuto. Esto ayudará a ablandar un poco las pieles y facilitará su manipulación. Pasado el minuto, retiramos las pieles del agua con cuidado y las colocamos sobre papel de cocina o un paño limpio para secarlas. Es importante que estén bien secas para que no agreguen humedad excesiva al plato final.
HORNEAR LOS CALABACINES PARA QUE ESTÉN TIERNOS

Previamente, hemos precalentado nuestro horno a 180ºC utilizando la función de calor arriba y abajo para asegurarnos de que esté bien caliente cuando coloquemos los calabacines vaciados.
Los ponemos en una bandeja para hornear, asegurándonos de que estén dispuestas de manera uniforme y sin amontonarse.
Añadimos un ligero chorrito de aceite de oliva sobre cada mitad de calabacín para ayudar a que se doren y se vuelvan crujientes en el horno. Luego, espolvoreamos un poco de sal por encima para realzar su sabor. Colocamos la bandeja en el horno precalentado y horneamos urante aproximadamente 10 minutos. Este tiempo es suficiente para que se cocinen y se vuelvan crujientes, pero aún conserven su forma y textura.
Pasado el tiempo de horneado, con cuidado y utilizando guantes de cocina si es necesario, retiramos la bandeja del horno t dejamos enfriar un poco antes de seguir con la receta.
PREPARAR EL RELLENO

Comenzamos cortando el tomate, la cebolla, la carne de calabacín, el pimiento rojo y el diente de ajo en trozos pequeños. En una sartén grande, vertemos un poco de aceite de oliva y calentamos a fuego medio. Añadimos la cebolla, el ajo y la carne de calabacín cortada en trozos, y los freímos durante unos 5 minutos hasta que estén dorados y suaves.
Luego incorporamos las zanahorias y el pimiento rojo a la sartén con las otras verduras, y cocinamos todo junto durante aproximadamente 15 minutos más, revolviendo ocasionalmente para asegurarnos de que se cocinen de manera uniforme.
A continuación, separamos la carne picada de pollo con una cuchara y la agregamos al sofrito de verduras en la sartén. Cocinamos todo junto durante unos 5 minutos a fuego suave, asegurándonos de que el pollo esté bien cocido y mezclado con las verduras. Por último, añadimos los tomates cortados en dados, una pizca de sal al gusto, y dejamos cocinar todo a fuego suave durante otros 10 minutos, permitiendo que los sabores se mezclen y se integren de manera deliciosa.
MONTAR LOS CALABACINES

Una vez que hemos preparado la salsa bechamel y el relleno de pollo con verduras, comenzamos rellenando las mitades de calabacín con esta mezcla. Colocamos las mitades en una bandeja apta para horno. Luego, añadimos aproximadamente 3 cucharadas de salsa bechamel en cada mitad rellena de calabacín. La bechamel aportará cremosidad y sabor al plato.
Después, espolvoreamos generosamente queso rallado sobre cada mitad de calabacín relleno y bechamel. El queso formará una deliciosa capa gratinada y crujiente. Precalentamos nuestro horno a 180ºC con la función de calor arriba activada para que gratine la parte superior de nuestros calabacines rellenos.
GRATINAR Y DISFRUTAR

Colocamos la bandeja con los calabacines rellenos en el horno precalentado y horneamos hasta que el queso esté dorado y burbujeante. Este proceso generalmente toma alrededor de 15 a 20 minutos, pero es importante revisarlos periódicamente para evitar que se quemen.
Una vez que los calabacines estén gratinados y el queso tenga un color dorado apetitoso, los retiramos del horno con cuidado. Finalmente, servimos los calabacines rellenos de pollo gratinados al horno mientras aún están calientes para disfrutar de todo su sabor y textura deliciosa.