La nueva licitación de Renfe pone en peligro a 1.900 empleados de Ferrovial

Los tripulantes, personal de logística y de oficina prestan los servicios de atención y restauración a bordo de los trenes AVE y Larga Distancia de Renfe y de su logística, a través de un acuerdo de la empresa pública con Ferrovial, que en 2013 consiguió esta licitación. Pues bien, ahora los cerca de 2.000 empleados, entre fijos y temporales, podrían ser despedidos con el nuevo concurso anunciado por la entidad pública.

Esta plantilla, que también se hace cargo del acompañamiento de menores y de personas con movilidad reducida a bordo, así como de la atención de incidentes en los trenes, entró en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en marzo por la pandemia del coronavirus.

Ya en mayo, Renfe desistió del contrato que tenía licitado para seleccionar a una empresa que prestase estos servicios por la incertidumbre de la crisis. Una decisión en la que intervino hasta el propio ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos.

La idea era clara: debe lanzarse un nuevo concurso y, mientras tanto, el servicio se encuentra prorrogado provisionalmente, en una situación transitoria a la espera de que la carga de trabajo se recupere y todos estos empleados pudieran regresar a sus puestos.

NO SALEN LAS CUENTAS

En una entrevista para MERCA2, fuentes de la representación de trabajadores del contrato de servicios de a bordo que actualmente presta Ferrovial, aseguran que actualmente trabaja un 15% de la plantilla, y no lo hacen a tiempo completo, sino que trabajan pocos días al mes debido a la escasa demanda que existe en estos meses.

Desde el sindicato insisten en que se encuentran con una carga de trabajo que ronda el 30% o 40% de la carga media habitual meses antes de la pandemia. Una situación que obliga a que la mayor parte de la plantilla continúe en ERTE, y las previsiones no son halagüeñas.

Hace unos días se conocía que Renfe introducirá un nuevo modelo de licitación de los servicios de a bordo en los trenes AVE y Larga Distancia que se pondrá en marcha el 31 de enero de 2021, fecha en la que finaliza la prórroga del contrato con Ferrovial. El mismo contempla un contrato de cinco años con un gasto máximo estimado de 122 millones de euros en dicho período, lo que se traduce en unos 24,5 millones anuales, y sin opción de prórroga.

Pues bien, esta noticia ha hecho saltar las alarmas entre los trabajadores. “Nos parece una tomadura de pelo. Ahora pretenden que sea unos 20 millones de euros fijos anuales, más unos 34 millones variables anuales, y que la empresa se las apañe vendiendo productos. Es imposible conseguirlo”, denuncian estas fuentes sindicales.

Aseguran que Renfe ha calculado esta partida de gasto teniendo en cuenta la carga de trabajo de 2019 y el número de viajeros que había entonces. Pero el panorama ahora es totalmente diferente. Y aseguran que este concurso sería viable en un marco normal sin pandemia sanitaria.

“No nos salen las cuentas, con este gasto máximo que anuncia Renfe no hay ni para cubrir la carga salarial anual de los empleados que asciende a 59 millones de euros”, y añade que “tampoco aclara si habrá prestaciones (servicios) en todos los trenes de AVE y Larga Distancia, sino que elegirá qué trenes contarán con este servicio y cuáles no. Es surrealista”.

Según estas fuentes, antes del estallido del covid-19 en nuestro país, la entidad pública tenía pensado cambiar de empresa el próximo 1 de noviembre, pero con un gasto medio de unos 80 millones de euros anuales, “así sí salen las cuentas”, afirman.

FALSAS ESPERANZAS PARA LOS EMPLEADOS

El miedo a un posible despido ya viene de lejos. Ya el 30 de abril finalizaba el contrato de servicios a bordo y restauración en los trenes de AVE y Larga Distancia del operador ferroviario. Pero Ferrovial y Renfe llegaron a un acuerdo ‘in extremis’ para prorrogar hasta final del presente año el contrato, y por el que la compañía que preside Rafael del Pino accedió a prorrogar a pérdidas para salvar estos puestos de trabajo.

Con ello, los empleados de Ferrovial pensaban que, tras finalizar el ERTE el próximo 30 de enero, se reincorporarían a sus puestos de trabajo el día 1 de febrero, pero puede que no sea así con esta nueva licitación. Y lamentan que “antes no vamos a poder salir del ERTE porque no hay clientela suficiente”.

En cuanto al concurso, los representantes de los trabajadores prevén que “no se va a presentar nadie, es inviable y se declarará desierto”. Por lo que reclaman que se aumente el montante económico, ya que lo consideran insuficiente y no llega ni para cubrir los gastos salariales.

En este sentido, insisten en que sí sería viable aumentar la partida fija hasta los 70 millones de euros para dejar también un margen de ganancia a la empresa que ofrece estos servicios. De hecho, durante los dos últimos años, con prórroga, el montante ha sido de unos 66 millones de euros fijos anuales.

Por último, las fuerzas sindicales solicitan a Renfe que abra de inmediato una mesa para analizar y corregir los aspectos de a licitación que pongan en peligro la continuidad de la plantilla. Y continúan con su intención de manifestarse el próximo día 21 de septiembre a las 11 horas frente al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.