Micolet no es solo una plataforma de compra-venta de ropa de segunda mano. A diferencia de Chicfy, Vinted o Wallapop, las vendedoras no tienen que moverse de casa y es la empresa quien recoge la ropa a domicilio, para después revisar las prendas y valorar si son o no aptas para la venta.
Solo se centra en ropa de mujer y acepta devoluciones si a la clienta no les gusta. Pero su principal valor está en que si una prenda no pasa el filtro, no se desecha. Se envía a una ONG, y cada mes colaboran con una diferente. Así lo explica Olatz Elezcano, responsable de comunicación de Micolet en una entrevista con MERCA2.
Elezcano también destaca su importante labor con el medio ambiente. “Lo que más contamina es la fabricación de nuevas prendas, fabricar un par de vaqueros necesita 8.000 litros de agua y nosotros intentamos evitar ese impacto, pues salvamos 60.000 prendas al mes y al año 8 toneladas de CO2”, añade.
DUPLICAN EL VOLUMEN
Durante el confinamiento, la plataforma ha duplicado la cantidad de prendas que estaban recibiendo y han pasado de las 5.000 prendas al día a las 10.000, el ritmo se aceleró “en la últimas semanas, cuando todo el mundo hizo limpieza de armario”. Algo que valoran muy positivamente pues es “una nueva forma de familiarizarse con el mercado de segunda mano”.
Micolet que está presenta en seis países, nota que España aún está a la cola en la venta de segunda mano, pero cada vez está más normalizado. Reino Unido, encabeza los países europeos. Le siguen Francia, Alemania e Italia. Ahora su objetivo está en dar el salto a otros países fuera de la Unión Europea, e incluso en ampliar el negocio de compra-venta a ropa de hombre o niño.
