Metrovacesa prevé alcanzar las 800 entregas este año, aunque condicionado a la evolución del Covid-19

Metrovacesa prevé cerrar el año con unas entregas de entre 500 y 800 unidades, lo que supondría triplicar tan solo en el último trimestre del año todas las entregas contabilizadas en los nueve meses anteriores, aunque se trata de una previsión que quedará supeditada a la evolución del virus.

Así lo ha adelantado el consejero delegado de la promotora inmobiliaria, Jorge Pérez de Leza, durante una conferencia con analistas para presentar los últimos resultados trimestrales, que arrojaron unas pérdidas de 82,3 millones de euros, por el deterioro de la valoración de los activos a raíz de la crisis del coronavirus.

No obstante, también admitió que el cumplimiento de esta previsión de entregas quedará condicionada a la evolución que registre la transmisión del virus y los confinamientos y medidas para restringir la movilidad.

Además, la compañía cuenta con 788 unidades ya construidas y listas para entregarse –de las que 55 ya están vendidas–, en función de la rapidez con la que obtiene las licencias de primera ocupación.

Por ello, el consejero delegado ha señalado que dependerá de los trabas que las medidas de confinamiento supongan para el desarrollo de la actividad, así como del grado en el que se obtengan estas licencias, para cerrar el ejercicio en el rango bajo o en el alto de las previsiones, es decir, entre 500 y 800 unidades.

Hasta septiembre, la compañía entregó 289 unidades, lo que supone un incremento del 121% frente a las cifras del mismo periodo de 2019, dejando así para la última parte del año el grueso de las entregas.

CAÍDA EN EL INICIO DE OBRAS

En cualquier caso, Metrovacesa espera un «incremento significativo» en la entrega de viviendas el próximo año, al contar actualmente con más de 3.600 unidades en construcción que podrían alimentar al mercado durante los próximos 24 meses.

Sin embargo, Pérez de Leza también ha presagiado que la caída en el inicio de las obras en el conjunto del sector español, que ya comenzó a registrarse a finales de 2019 y que la crisis del Covid ha acentuado hasta el 40% en julio, supondrá una ralentización en el ritmo de entregas a partir de 2023.