Mauricio Botton, el heredero que pasó de Danone para enriquecerse con el aceite

El mayor imperio de yogur tiene origen catalán. Danone nació en 1919 en el barrio de Raval, en Barcelona, de la mano de Isaac Carasso. Tres generaciones después, Mauricio Botton Carasso –nieto del fundador– es uno de los españoles más ricos. Con un patrimonio de 625 millones de euros, hace fortuna con otras empresas que, curiosamente, nada tienen que ver con el exitoso negocio del yogur cuya historia se topó con el antisemitismo nazi durante la II Guerra Mundial.

Hijo único de Jeanne Carasso –una de las dos hijas del fundador de la empresa de alimentación– y sobrino de Daniel Carasso, de donde salió el nombre de Danone, Botton ocupa el puesto número 45 de los más ricos de España, según la lista que publicó recientemente la revista Forbes.

Mauricio fue 40 años jefe de I+D y calidad de Danone España, empresa de la que era uno de los consejeros más relevantes hasta 2015. Año en el que decidió cortar con sus raíces y vender su participación a la matriz francesa de Danone. De esta venta es de donde Forbes revela que procede parte de su fortuna. El resto se lo debe a sus inversiones a través de Germina Finance, dedicada a las actividades de las sociedades holding y cuyo patrimonio asciende 540 millones de euros.

Danone
Mauricio Botton y su esposa Carlota.

Además, también es administrador único de la sociedad La Gramosa, desde donde dirige su negocio de aceites. Con una extensión superior a las 300 hectáreas, está considerada uno de los mejores olivares del Mediterráneo. Desde hace 30 años, vende aceites de oliva virgen extra y otros productos derivados de la oliva bajo las marcas Finca La Gramanosa, Zumo, Carlota y Mas Notari. El año pasado, la compañía registró unas ventas de 1,2 millones de euros, según datos del registro mercantil recogidos por Insightview.

También es administrador solidario de Torigua, dedicado al alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia, así como representante de otras empresas.

DANONE SOBREVIVIÓ AL NAZISMO

Mauricio Botton Carasso engendra a la tercera generación de la familia de judíos sefardíes Carasso. Heredero del imperio del yogur gracias a su abuelo, no es el único que salió de su accionariado. Un año después de vender sus acciones, su prima, Marina Carasso (hija de Daniel Carasso, al cual se debe el nombre de la marca Danone), vendió su participación. Esta preside la Fundación Daniel y Nina Carasso.

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La historia de Danone está ligada a la Ciudad Condal porque fue allí donde Isaac Carasso Nehama elaboró aquel jaurt que le enseñaron los pastores búlgaros y que trajo a España tras la huida familiar de Salónica. De ahí salió el primer yogur Danone del mundo, cuya comercialización se inició en las farmacias catalanas.

No obstante, el éxito de esta idea pronto chocaría con el antisemitismo nazi que prendió en Alemania, Francia y España. Situación que les obligó a huir. Algunos miembros de la familia fueron capturados y deportados a Auschwitz. El hijo del fundador del imperio se vio obligado a exiliarse en EEUU y a dejar a hombres de confianza al frente de su negocio en España y en Francia. Tras las II Guerra Mundial regresó para seguir al frente del negocio familiar. Murió a los 104 años como presidente de honor de Danone. La tercera generación entró en acción, pero los dos últimos tanto Mauricio como su prima vendieron su participación.

Un siglo después, Danone obtuvo un beneficio neto atribuido de 2.453 millones de euros en 2017, lo que representa una mejora del 42,6% en comparación con el resultado del año anterior, mientras que sus ventas alcanzaron un total de 24.677 millones de euros, un 12,5% más que un año antes. A pesar de los datos, en 2018 su negocio de yogur no atraviesa los mejores momentos. Además, hoy en día Danone también está inmerso en otros sectores como la venta de agua.