Litio, impuestos y burocracia: cómo debe impulsar España la movilidad eléctrica

credito y caucion

Las trabas a la movilidad eléctrica en España, desde su concepción hasta la carretera, son bastantes. Pero ante el marco perfecto para desarrollar políticas ‘limpias’, debería ser el Gobierno el primero en impulsar una serie de medidas para, entre otros aspectos, acelerar el desarrollo de la movilidad sostenible. Serán clave: las reformas fiscales para alcanzar esos objetivos; la reducción de barreras administrativas para la instalación de puntos de recarga; y sacar rédito de nuestros recursos naturales como el litio para impulsar la producción de baterías y reforzar una industria auxiliar en torno al coche eléctrico.

Un ejemplo de las aplicaciones prácticas, con la participación de startups finesas, en el segmento de la movilidad electrificada se ha visto en el Smart Mobility, el encuentro virtual ‘Hacia una movilidad sostenible: compartiendo experiencias desde Finlandia hacia España para impulsar la colaboración’, organizado por Gedeth Network junto a Business Finland.

En este evento se ha puesto de manifiesto que la movilidad eléctrica es una demanda social y empresarial imparable y que es fundamental sentar ya las bases para convertir a España en un mercado dinámico para atraer inversiones, apalancados sobre un modelo de economía circular que dé valor a toda la cadena de suministro.

Tiene sentido, puesto que en España existen ejemplos punteros de fabricación de coches, motocicletas, autobuses, camiones y hasta tranvía eléctricos, pero son ejemplos puntuales frente al objetivo del Gobierno de alcanzar para 2030 un parque de vehículos eléctricos de cinco millones de unidades.

Por eso, como expuso el director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive), Arturo Pérez de Lucía, “uno de los retos a los que nos enfrentamos es que España cuenta con 17 fábricas de coches que exportan el 80% de los vehículos que se producen a países que dicen no a los nuevos vehículos ICE, que deben ser una realidad para el periodo 2030-2040. Y el problema es que los decisores para atraer la fabricación de nuevos modelos eléctricos están fuera de nuestro país, por lo que tenemos que hacer atractivo el nuestro a la producción de nuevos modelos eléctricos”.

UN EJEMPLO PRÁCTICO

Una de esas oportunidades se encuentra en la apuesta por los recursos naturales como el litio, presente en la mina de San José de Valdeflores en Cáceres, propiedad de Infinity Lithium y la segunda más importante de Europa. Se trata de un enclave capaz de dar suministro de materia prima para más de 10 millones de  baterías, con el objetivo, además de impulsar una industria auxiliar en torno al vehículo eléctrico para el transformado del carbonato de litio (lo que se extrae) a hidróxido de litio (lo que se implementa en las baterías), sabiendo que el precio del litio irá disminuyendo en los próximos años como lo ha hecho desde el 2010, cuando estaba a 1.000 dólares el kWh (hoy día está por encima de los 100 dólares).

También existen oportunidades de inversión en torno a las infraestructuras de puntos de recarga si desde las Administraciones Públicas se reducen las barreras para el despliegue que ellas mismas demandan y que el gobierno español ha estimado en 100.000 puntos de recarga públicos en los próximos cuatro años.

 QUÉ HACEN EN OTRAS LATITUDES

Las circunstancias que vivimos en España no se dan en Finlandia, donde su arraigada cultura de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente, su clara vocación tecnológica e innovadora (el 2,5% del PIB se dedica a I+D) y sus soluciones tecnológicas punteras probadas tanto en infraestructura como en software e investigación (por ejemplo, el 30% de la flota pública de Helsinki es eléctrica), han permitido al país convertirse en un claro referente de la movilidad sostenible e inteligente, hasta el punto de convertir al sector de Smart Mobility en una de las grandes ventajas competitivas del país nórdico.

Un ejemplo de ello es Virta, cuyo director de ventas Pierre Gau destacó que cada siete segundos alguien recarga un coche en su plataforma. Antti Hiekkanen, director de operaciones de IGL-Technologies recordó que su servicio eParking.fi cuenta con más de 100.000 usuarios y han desplegado 17.500 puntos de recarga eToippa, entre ellos el del centro comercial REDI de Helsinki, que hasta 2019 era el sitio con mayor número de puestos de recarga (238) de toda Europa. La compañía también cuenta con puntos de recarga en centros de negocio, otro punto de instalación a explorar por parte de las empresas españolas.

Por su parte, el servicio abierto de carga de Helsinki (HOCS) desarrollado por VTT lo usan ya 50 autobuses eléctricos y la flota crecerá hasta los 500 vehículos en 2025, según detalló el responsable de investigación de la compañía Marko Paakkinen. Ante el crecimiento del parque de vehículos eléctricos Tommi Liuska, director de ventas de Kenpower, señaló que la implantación de puntos de recarga está creciendo de la mano de los vehículos comerciales y abogó por replantear el modelo clásico de puntos de recarga de 50, 150 y 350 KW por un modelo de recarga dinámica modular y flexible de hasta 600 KW, una necesidad latente en el mercado español.

Por último, Aleksandr Zadorozhnyi, director de ventas internacionales de Zyfra ensalzó el papel crítico que va a desempeñar la industria 4.0 para poder monitorizar y gestionar de forma remota todo tipo de máquinas, que en el caso de la compañía finesa permite incrementar hasta un 20% su rendimiento.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.