Lidl decreta la paz social mientras vuelvan los clientes

La pelea entre sindicatos, como representación de los trabajadores, y Lidl viene de lejos. En realidad, se podría decir que de siempre. La compañía siempre se ha mostrado contundente respecto a que primero son sus cuentas y después sus trabajadores. Por ello, cuando vinieron mal dadas, cayó el número de visitantes a las tiendas, la firma alemana volvió a tensar la cuerda. Y, por eso mismo también, ahora que los clientes han vuelto, además en niveles no vistos, a la firma alemana la interesa firmar la paz social.

En apenas un mes, la situación parece que ha cambiado drásticamente en la cadena de supermercados. A principios de junio, los sindicatos de Lidl organizaron una huelga para el 4 de junio, que tuvo un «amplio seguimiento«. Además, aseguraban que la actitud de la firma germana era «grave porque sienta las bases para unas relaciones laborales basadas en la desconfianza y en el conflicto». Ahora, a principios de julio, los mismos celebran haber alcanzado un acuerdo que, asimismo, valoran como «muy positivo» y que supone «el fin de la confrontación con la empresa».

Pero, en tan poco tiempo ¿ha cambiado algo? La respuesta, paradójicamente, es ambigua, ya que tanto sí como no. En cuanto a la primera respuesta, la afirmativa, el cambio principal que se puede ver, al menos desde fuera, es que han vuelto los clientes. Los últimos datos de Kantar Media le otorgaba a Lidl una cuota por encima del 6%. Además, lo ha logrado con una clara proyección al alza que le ha permitido superar a Dia que, por su parte, ha ido a la baja. Con esas cifras la firma se ha puesto de nuevo en los niveles previstos, y para los que había invertido, de cara a 2020.

LA CUOTA DEL 6% ES CLAVE PARA LIDL

Tras muchos años al alza, 2020 no podía ser diferente para la firma alemana. La cifra que se había puesto, y todavía está encima de la mesa, es superar el 6% de cuota de mercado, después de cerrar 2019 con un 5,6%. Para ello, Lidl había dejado atrás su conservadora expansión, crecía en superficie sobre los mejores supermercados y les añade otros productos también de éxito, para incrementar notablemente las aperturas a lo que se añadía su nuevo gran centro logístico en Valencia.

De hecho, Lidl había proyectado, entre 2019 y 2020, casi tantas nuevas aperturas como en los cinco años anteriores. Siempre, con su nuevo centro logístico como piedra angular. Con ello, la firma resolvía algunos problemas que había encontrado durante su lento, pero sólido crecimiento. Principalmente, que las ganancias marginales que le puede sacar a una única superficie, dado un tamaño ya grande, se vuelven decrecientes. Una afluencia continuada de clientes es una bendición, pero llegado a un punto (denominado saturación) la compra se vuelve molesta y tediosa, por lo que nuevas aperturas aligeran ese aspecto.

EN EL FONDO NADA HA CAMBIADO

Aunque, no es el único. La apertura de nuevos supermercados en zonas donde no estaba presente, le permite aumentar de manera ‘gratis’ la cuota de mercado. Al fin y al cabo, los nuevos clientes que capte en dichas regiones no los tenía antes. Pero, esa política de crecer por crecer puede ser peligrosa, ya que implica aumentar la inversión (que muchas veces se hace a través de deuda) y los gastos en personal. En definitiva, te vuelve por un tiempo (hasta que los nuevos locales cogen velocidad de crucero) menos rentable y corres el riesgo de acabar como Dia.

La explicación anterior, nos lleva a la segunda respuesta de la pregunta formulada más arriba: que no ha cambiado nada. La firma alemana no se ha vuelto más sensible, ni sus directivos se han sentido conmovidos al leer ‘El Capital’ de Marx. Tampoco, les ha cambiado de parecer la huelga del mes pasado. De hecho, en 2019 tuvo varias, entre las que destacan las de sus trabajadores de Canarias o su plataforma logística. En definitiva, Lidl sigue priorizando la flexibilidad de los costes, en especial los laborales, como la mejor forma de trabajar y ser rentables. Lo que significa qué llegado el momento, si las cifras no vuelven a cuadrar, pueda volver a romper la paz social.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2