Jamón ibérico duro: ¿qué se puede hacer con él?

Se compre un jamón ibérico de calidad o no, si se tarda mucho en cortalo y comerlo se seca tarde o temprano. Para poder conservar un jamón ibérico de forma correcta hay que seguir una serie de consejos que hará que dure mucho más y que no se vea afectada su jugosidad. El jamón ibérico ha de guardarse en un lugar seco y alejado de la humedad que pueda tener cualquier zona de la casa.

Una vez abierto, lo mejor que se puede poner encima de la zona cortada es una tira de tocino de las que has quitado antes. La humedad que le aporta a la pieza no deja que se seque fácilmente. Cuando por diversos motivos la pata de jamón o la paletilla se haya resecado demasiado no se podrá cortar en lonchas como se venía haciendo. Es el momento de pensar en aprovechar la pieza para poder consumirla sea como sea. Te listamos todo lo que puedes preparar cuando se tenga jamón duro en casa.

Recetas para usar el jamón ibérico que está duro

el jamón ibérico duro puede usarse para varias recetas

Al fanático o fanática del jamón ibérico lo que le gusta es poder disfrutar de una buena loncha veteada en el paladar y dejar que la propia grasa se disuelva. El jamón está bueno sea como sea y por lo tanto, el duro no se puede tirar ni mucho menos. Hay que saber reciclar una pata de jamón que se haya resecado. Se pueden realizar una gran diversidad de recetas en la cocina.

Si hay espinacas en casa no hay que dejar de realizar esta receta. Se lavan y se saltean con pasas y un poco de aceite de oliva. Para darle un toque perfecto se coloca el jamón duro por encima y se cocina cinco minutos. Finalmente emplata el resultado.

Una de las recetas más fáciles de hacer es la de huevos rotos con jamón. Los ingredientes son: cuatro huevos, dos patatas y jamón ibérico duro. Se cortan las patatas en rodajas y se fríen en aceite de oliva. Se hacen los huevos fritos y se corta el jamón seco. Las patatas deben de soltar el exceso de grasa. Los huevos se ponen encima de las patatas y también los trozos de jamón duro. Es una receta deliciosa y versátil.

De una pata de jamón ibérica se aprovecha todo, incluso si tiene su carne dura.

Si se prefieren las alcachofas se podrá hacer un plato con jamón reseco de la pata o de la paletilla. Hay que usar limón, alcachofas y jamón. Se lavan las alcachofas y se pasan por un recipiente con limón y agua. Se secan y se ponen en un sartén para saltearlas. Tienen que obtener un color dorado apetecible. Finalmente, se pone el jamón y se termina dándole un hervor de cinco minutos.

Lentejas, pasta y ensalada con jamón ibérico duro

Las lentejas se suelen preparar con chorizo, pero para gustos colores y puede que muchos disfruten con un poco de jamón que haya sobrado.

La pasta también puede casar con el jamón. Se pueden elegir o macarrones o tallarines. La receta recuerda a la carbonara, pero en vez de usar bacon, se utiliza el jamón ibérico duro. No hay que añadir nunca sal al plato porque el jamón de por sí es salado. Hay que colocarlo siempre al final.

Cuando se coma ensalada, se puede aprovechar el jamón que haya sobrado y que por lo tanto esté seco y duro. Se puede añadir junto con la lechuga y el queso de cabra. Para dar mayor gusto y variedad añade higos cortados en trozos pequeños y aliña al gusto, bien con aceite y vinagre o un vinagre de módena.

Albóndigas, quiché, risotto y croquetas

Las albóndigas son un plato riquísimo que se puede preparar en invierno. Su salsa está compuesta por cebolla, tomate y zanahorias. Esta es deliciosa y se puede mojar el pan. Incorpora el jamón ibérico duro que haya sobrado y podrás degustar unas albóndigas diferentes, pero sabrosas.

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La quiché es un plato de origen francés y cada vez se come más en España. Se elabora sobre una base de masa y posteriormente se rellena con nata, huevos, cebolla y los ingredientes que cada cual quiera añadir. La más común es la elaborada a base de jamón ibérico duro y queso. Si se quiere comer una quiché más original se puede añadir un poco de puerro.

Con el risotto puede ocurrir lo mismo que con el plato anterior. Todo el mundo lo conoce por ser una receta italiana. El más tradicional se elabora con cebolla y queso de tipo parmesano, pero se puede incorporar jamón ibérico duro para triunfar con la familia.

No hay que olvidar que el plato fuerte de cualquier casa son las croquetas y se pueden hacer unas de jamón ibérico duro maravillosas.