Vivienda pequeña y solo para uno: la tendencia que envuelve a España

El estilo de vida cambia con el paso de los años y las tendencias habitacionales también. Lo que antes se veía como normal, una familia con más de tres hijos, ahora es casi imposible, y cada vez son más las personas que se decantan por vivir solas. Y esta tendencia conlleva una disminución en la superficie necesaria en una vivienda.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) revelaba esta semana un dato demoledor: en España, dentro de 15 años cerca de uno de cada tres hogares será unipersonal, al pasar de los 4,8 millones en la actualidad a los 5,7 millones.

En cuanto al perfil de la persona que vive sola, hay diferentes posibilidades. La más frecuente es la de mujer mayor de 75 años, viuda o separada. Pero ahora, con el ritmo de divorcios que soporta España en los últimos años, es muy común que haya personas de mediana edad que formen hogares unipersonales. Y a esto hay que sumarle el grupo de aquellos que nunca se emparejaron ni tuvieron hijos, así como los jóvenes que optan por independizarse solos.

En este sentido, el estudio desvela que los efectos de la pandemia también se van a notar en cuanto al modelo habitacional, ya que la fecundidad sigue cayendo. Uno de los motivos es por el aumento de casos de separación que se está registrando en estos meses, y se prevé que vaya al alza, debido a las largas semanas de confinamiento y la acumulación de estrés generado por la crisis económica, la situación laboral e incluso por el miedo al posible contagio del covid-19.

La otra cuestión que afecta a la caída de la natalidad es por el retraso de la edad para tener hijos. Con la crisis, hay parejas que incluso ya han descartado esa opción, bien por edad o bien por no tener una sólida situación económica. Esto supone que el número de parejas sin hijos se incrementará estos años, y su necesidad de metros construidos de vivienda será menor.

Según el INE, en los países nórdicos los hogares unipersonales rondan el 40%, y la diferencia fundamental está en la edad de emancipación juvenil. Los nórdicos se van de casa en torno a los 18 años y forman hogares unipersonales, mientras que en España se desvinculan de la casa familiar alrededor de los 30 y, en la mayoría de los casos, es para vivir en pareja, ya que muy poca proporción puede permitirse asumir los gastos de vivir solo, y se ven empujados a compartir piso con más personas.

LA SUPERFICIE CAE DE 177 A 105

Los cambios demográficos provocarán que el parque de viviendas de obra nueva en España reduzca su superficie media por vivienda, pasando de los 117 m² actuales hasta los 105 m² en 2035, según un estudio de pisos.com.

Esta reducción de la superficie media incidirá también en el precio medio de las nuevas viviendas, lo que supone que dentro de 15 años será un 7% más barato comprar un inmueble de obra nueva.

Así, en la actualidad, el precio medio de compra de una vivienda es de 201.240 euros, una cifra que caerá hasta los 187.000 euros en cinco lustros. Un descenso que también se notará en el caso del alquiler, que pasará de la renta media actual de 986 euros mensuales a 917 euros.

El director de estudios del portal inmobiliario, Ferran Font, insiste en que “el mercado residencial de un país está claramente ligado a la forma de vida de sus habitantes, sus costumbres y hábitos, los cambios socioeconómicos y tecnológicos que experimentan, la transformación urbanística de las ciudades, el transporte o incluso aspectos culturales y religiosos”.

En este sentido, asegura que la evolución demográfica de España continúa con su tendencia de reducir el número de personas por hogar, “lo que incide directamente en la cantidad y características de las viviendas que formarán el parque residencial en el futuro”.