La guerra del fútbol entra en su quinta fase con faroles de Telefónica y Orange 

Sigue el baile de disfraces entre los directivos audiovisuales, todos ellos muertos de miedo. De un lado de la barrera Jaume Roures, experto en ganar las subastas del fútbol y en mostrar unos nervios de acero ante las sucesivas caras de póker que muestran las telecos. Aun así el magnate catalán ve que a medio plazo puede encontrarse con problemas y ha decidido rediseñar Imagina para que el peso de la ficción gane peso en la facturación de su empresa. Los quebraderos de cabeza que le dio en noviembre del pasado año el FBI, que acusó a la compañía de dar sobornos para ganar derechos, y los problemas que está teniendo en Italia tras ganar los partidos del Calcio, cuya subasta está congelada hasta nuevo aviso, le han hecho ver que el futuro de la televisión de pago está en la fiebre de las series. 

Es por ello que Globomedia, la pata derecha de Imagina (la izquierda es Mediapro), intentará volver a sus fueros. Es por ello que la productora ha renovado a Daniel Écija, quizás el creador de ficción española más exitosa de todos los tiempos: ‘Médico de familia’, ‘Un paso adelante’, ‘Águila Roja’, ‘Periodistas’, ‘El accidente’ y ‘Estoy vivo’. También la compañía ha recuperado a dos históricos guionistas que pasaron por sus manos: Javier Olivares, cocreador de ‘El Ministerio del tiempo’, y Fernando González Molina, padre de taquillazos como ‘Tres metros sobre el cielo’, ‘Tengo ganas de ti’, ‘Fuga de cerebros’ y ‘Palmeras en la nieve’.

LOS FAROLES

Mediapro ya ha dejado claro que no se cree los faroles de las telecos…o solo se cree la decisión de Vodafone, que no ha entrado en la subasta por la Champions League tras decidir recorrer la senda que abrió Euskaltel. Esa senda le hará no tragar con  deporte deficitario e intentar mitigar el miedo a la gran fuga con un mejor servicio a sus abonados y una oferta infinita de series y películas tras acuerdos con Netflix, HBO y Filmin. Ángel Vila, consejero delegado de Telefónica, afirma que tiene buenas cartas: «En contenidos deportivos, tanto Liga como Champions, siempre analizaremos la ecuación entre coste y beneficio de forma racional y siempre hemos dicho que existe una posibilidad muy clara de que no renovemos el contrato de la Champions League». 

Samuel Muñoz, director general de Marketing de Orange, explicó que están «abiertos a negociar, pero no estamos dispuestos a alimentar la burbuja del fútbol». Los franceses han acertado cambiando el patrocinio de la ACB con su rotunda apuesta por los eSports, pero saben que la televisión española ha tocado techo y no llegarán «abonados vírgenes», sino los que les logren robar a sus rivales. Es decir, que hay miedo a que Movistar + les robe la merienda con su oferta del fútbol total.

ADVERTENCIA DE COMPETENCIA

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia emitió un informe sobre la próxima subasta liguera y según señala el Real Decreto-ley 5/2015, hay que «revisar el procedimiento de adjudicación de lotes», ya que en el artículo 4.4.D explica que «la adjudicación de los derechos debe realizarse mediante un procedimiento público, transparente, competitivo y sin discriminación de licitadores, basado en criterios objetivos entre los que deberán figurar, principalmente, la rentabilidad económica de la oferta, el interés deportivo de la competición, y el crecimiento y el valor futuro de los derechos audiovisuales que pueda aportar el adjudicatario».

LA QUINTA FASE DEL FÚTBOL TELEVISADO ESPAÑOL

El fútbol televisado en España ha sido desde los años cincuenta un gran problema, tal y como se puede comprobar leyendo un trabajo publicado por la Universidad de Navarra. Los encuentros comenzaron a televisarse, de forma experimental, en 1954. Dos años después TVE comenzó sus emisiones y arrancó un monopolio deportivo que duró prácticamente tres décadas. Cierto es que la mejor televisión de España, «porque es la única» (García dixit), tuvo serios problemas durante este periodo: en 1961 tuvo que dejar de emitir encuentros ante la presión de varios clubes y periodistas, que protestaban porque estaban vaciando los estadios más pequeños.

TVE acabó pasando el partido al sábado para dejar libre el clásico horario del fútbol patrio: domingo a las cinco de la tarde (hora del llanto lorquiano por Ignacio Sánchez Mejías). El monopolio dejó paso a la segunda fase: nacieron las autonómicas en los ochenta y tras emitir algunos encuentros en la segunda mitad de la década se quedaron con el partido de la jornada tras la entrada de Dorna como intermediario de la Federación Española de Fútbol. La temporada 90-91 arrancó con el fútbol en la FORTA, que acabó compartiendo derechos con Canal +, cuyo modelo francés distaba del discurso de El País: cine mainstream, fútbol de masas, toros y porno.

La tercera fase llegó con demasiados tintes políticos con la famosa guerra del fútbol de mediados de los noventa: Canal Satélite Digital y Vía Digital nacían con el PSOE y el PP partiéndose literalmente la cara por ambas escuderías y comenzaron a emitirse todos los partidos por Pay Per View (pago por visión). Este hecho acabó con el fútbol imaginado que nos contaban el ‘Carrusel deportivo’, José María García y el Marca, o el que simplemente se veía en diferido en la famosa «Moviola» del ‘Estudio estadio’ en las noches de los domingos.

Y llegó la cuarta etapa, en este caso protagonizada por Roures, que dejó de ser intermediario para convertirse en operador, primero con todo el fútbol gratis por La Sexta y en segunda fase matando el PPV para vender packs, primero con Gol Televisión y BeIN Sports. En esta fase volvió la guerra, de nuevo con Prisa como coprotagonista. ¿Cuál será la quinta fase? Pronto lo veremos…